Parte 9

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—Char… —habló una voz que reconocía muy bien. Newt. Su voz casi ronca inundó mis oídos, pero se escuchaba muy lejos cada vez que llamaba por mi nombre.
 
Gire sobre mis talones observando mi alrededor. Todo se veía tan borroso, como cuando tienes miopía demasiado grave y tus lentes se te cayeron justo en un mal momento. A pesar de no poder ver con claridad, pude distinguir la silueta de Newt. Caminaba hacia mí, pero con cada paso que daba era como si jamás pudiera alcanzarme.
 
—Newt —comencé a caminar con rapidez hacia donde él se situaba. El corazón me palpitaba tan rápido y fuerte que podía escucharlo en mis oídos. 
 
Caminar no era suficiente, tenía que correr, y lo hice.
 
Comencé a correr hacia la silueta borrosa de Newt frente a mis ojos. El sonido de la suela de mis zapatillas con cada zancada rápida que daba era como un golpeteo acelerado y desenfrenado. La desesperación me recorría las venas a gran velocidad. Comencé a gritar el nombre del rubio a todo pulmón para que me escuchara, pero era casi imposible. Y con cada zancada que daba, Newt se alejaba más. Las lágrimas me quemaban los ojos y las mejillas. No me iba a rendir. Al menos no todavía.
 
Seguí corriendo, sintiendo que las piernas ya se me estaban entumeciendo. La distancia entre ambos se estaba alargando. Y todo nuestro alrededor se sintió como esas películas donde muere un personaje o entra en coma y muestra cómo a su alrededor todo se vuelve blanco y se preguntan "si todo eso es real o ya está muerto en el cielo, el cual jamás hubo una cosa llamada paraíso que llamaban los mortales."

—Charlotte. Vete. No luches por mí.— Habló la voz del chico que hizo eco en el lugar
 

—¿Por qué?—pregunté. No hubo respuesta —Newt, ¿por qué no?— Tampoco hubo respuesta.

Repetí y grité unas diez veces más esa pregunta "¿por qué?" No entendía él por qué me decía eso. ¿Por qué NO luchar por él si estaba en peligro? 

Seguí corriendo. Las piernas querían fallar bajo mi peso, pero me obligué a seguir. Ya estaba casi llegando a Newt. Estire mi mano derecha como si eso me ayudara de algo para llegar más rápido hacia él.

Nuestro alrededor se estaba desvaneciendo y eso me apretaba el pecho, agitándomelo más y casi cortándome todo el oxígeno que me quedaba. Mire a Newt ya más de cerca, observando como me copiaba el mismo movimiento. Estiró su mano así mismo, yo haciendo lo mismo con la mía, acortando la distancia mientras corría y él también. 

—Solo un poco más, Newt —hablé entre sollozos entrecortados.

—Charlotte, perdóname.—No entendía a que se refería. Nuestros dedos se tocaron con un simple roce, dándonos a ambos una pequeña corriente de electricidad antes de que todo se oscureciera de la nada.

Una vez más, desperté sobresaltada y sudando frío. Esto ya no era algo normal, o tal vez nunca lo fue. 
 
Mire a mi alrededor: el sol entraba débilmente por el entreabierto de la puerta. Supuse que ya eran las 6:30 o 7:00 de la mañana. Me levanté del colchón decidida a salir a buscar a Newt. Estar en esas cuatro paredes de cemento me abochornaba.
 
Salí cuidadosamente y en silencio de mi habitación y caminé hacia otra donde se encontraba todo el armamento. Solo bastó sacar un poco de conversación con Harriet para que me dijera donde escondían todas las armas. Cuando llegue a mi lugar, observe la gran cantidad de armas de todo tipo; cuchillos, dagas, pistolas, lanzadores y mi arco. El objetivo principal de mi visita.
 
Lo agarré, busqué el bolso con las flechas y salí de la habitación para comenzar a escaparme a hurtadillas. Las palabras de Newt en aquel sueño me vinieron a la mente. "Charlotte. Vete. No luches por mí (…) Charlotte, perdóname." ¿Me estaba dando algún tipo de señal? Esto me está frustrando. Maldito, Newt. ¿Dónde mierda te metiste? Solo quiero y necesito que regreses a nosotros. A mí. Sano y salvo. Estoy cansada de tantas malditas visiones y sueños lucidos. 
 
Mis pensamientos se disiparon cuando escuché un carraspeo detrás de mí que hizo detenerme de golpe.
 
—Ni se te ocurra salir, ni mucho menos con ese arco.

Gally.

Me giro decidida a pelear. No a golpes, pero a dar mi argumento de por qué estoy despierta, levantada y con mi arco en la mano a las 7 de la mañana. 

—¿Qué haces? ¿Qué hacen despiertos ustedes dos a esta hora?—Por supuesto que Gally iba a estar con Thomas. Estos dos parecen siameses.

—Lo mismo nos preguntamos nosotros —habló Thomas cruzándose de brazos con una expresión seria.

—Sabía que harías algo extraño luego de preguntarme sobre el toque de queda.

—¿A dónde vas?—Thomas pregunta.

—A buscar a Newt.

No hacía falta mentir; si de todos modos era obvio a lo que iba, los chicos solos querían la confirmación de mi parte.

—¿En serio creíste que te podías zafarte de nosotros e irte sola con un arco de flecha, paseando por la maldita ciudad y peligrando que cualquier residente de CRUEL te pille y te secuestre o algo peor? —inquirió cejitas. No sé quien de los estaba más molesto.

—Puff. No me lo creí, lo hice. Adiós —dije con sarcasmo y me di media vuelta lista para seguir mi camino, pero antes de que pudiera dar dos pasos, una muralla de puro músculo se interpuso en la puerta de salida.

—Gally, muévete.

—No.

—Gally.—lo mire desafiante—. Si no te mueves juro que-

—¿Qué me harás, Foxy Lady?, ¿enterrarme una flecha en un ojo, golpearme con tus pequeñas manitos, o empujarme? De todos modos, ambos sabemos que no tienes ni el coraje, ni la fuerza para hacer eso. Ya ríndete.
 
«Maldito hijo de- Tenía razón, y eso daba más razones para admitir que sí me cansaban sus palabras y acciones estúpidas.»
 
—Charlotte, entiende que esto es por tu bien. Y Gally tiene razón. Allá afuera peligras sola y con un arco de flecha en la mano es peor. — Razonó el pelinegro.

—Estaré bien. Sé cómo arreglármelas sola.
 
—¿Y si esta vez falla algo en tu estúpido plan?
 
Le di una mirada asesina a Gally. Thomas caminó más cerca, quedando al costado derecho mío.
 
—¿Por qué correr este riesgo tan grande de ir a buscar a Newt sola, siendo que nos tienes a nosotros?
 
—¡Porqué por primera vez siento que puedo hacer algo yo misma sin meter en peligro a los demás! ¡Por eso!—espete con fuerza. 
 
Tal vez haya despertado a alguien, pero me valía mierda. Estaba cansada de pedir ayuda cuando pude arreglarmelas yo sola un año viviendo con un montón de Cranks, que, aunque yo fuera inmortal, me podían matar de todos modos si se les paraba la puta gana. 

—Yo solo quiero encontrar a Newt… Y salvar a Minho para irnos, quién sabe donde tienen planeado mancharse con el resto de los chicos cuando todo esto acabe. —Bajé la mirada para que no se notaran las lágrimas que iban brotando de mis ojos, aunque mi voz entrecortada delató todo.
 
Mierda.
 
Observé como los pasos de Thomas se acercaban más a mí y unos fuertes brazos me rodearon por encima de los hombros. Hundí mi cabeza en su hombro y sollocé un poco a lo bajo. Cada parte de mi corazón se rompía nuevamente cuando recordaba que Newt no estaba a mi lado. Si fuera real, ya no tendría corazón, ni mucho menos estaría viva.
 
No sin él a mi lado.
 
Y odio la forma en que me hace sentir tan feliz pero vulnerable y débil a la vez. Como si hubiera creado una dependencia emocional hacia él, algo que creí imposible pero posible a la vez ahora que lo vivo en carne y hueso.
 
La voz nuevamente me salió entrecortada y ahogada cuando dije: "Perdón, es que lo extraño demasiado…". Thomas siguió consolando a la estúpida de mí por derramar aquellas lágrimas que tanto reprimía, y las guardaba hasta que en la noche caía el silencio total, combinado con la oscuridad que yacía en mi habitación. 
 
—Lo sé, pequeña. Pero oye, lo vamos a encontrar, ¿sí? Yo te lo prometí y cumpliré con mi promesa.

¿Tal vez en otro universo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora