temporada 2 Capítulo 3 : Fantasmas y cenizas

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Una semana antes

En lo profundo del bosque embrujado del Reino Champiñón había una mansión embrujada, una de tantas, de hecho. Estas mansiones eran las bases principales de las criaturas conocidas como Boos.

A los Boos les encantaba asustar y aterrorizar a los habitantes del Reino Champiñón. Para ellos, era la mayor alegría de la vida y un verdadero Boo había nacido para ello. Y el líder de todos ellos mantuvo esa regla durante siglos.

Rey Boo.

El Rey Boo se consideraba un dios entre sus compañeros fantasmas, había muerto mucho más tiempo que cualquiera de ellos y sabía perfectamente cómo funcionaba el mundo. No le tenía miedo a nada ni a nadie, y no iba a permitir que eso cambiara. Él y los de su especie eran los verdaderos horrores del Reino Champiñón.

Entonces, puedes imaginarte por qué el Rey Boo estaba frustrado porque sus compañeros Boos se asustaron con una antorcha roja llameante en su vestíbulo. La antorcha apareció de la nada hace aproximadamente un día, ninguno de los Boos puso la antorcha allí y nadie vivía más en la mansión, entonces, ¿quién la puso allí? Siempre que un Boo se acercaba a la antorcha, aparecía un pequeño fantasma rojo empuñando la antorcha. Este pequeño fantasma se reía y reía mientras lanzaba llamas de la antorcha a los Boos, evitando que muchos se acercaran.

Ahora, el Rey Boo estaba en el vestíbulo de la mansión, mirando la antorcha, con dos Boos con él, uno a su izquierda y el otro a su derecha.

"Entonces, si alguien se acerca, aparece algún fantasma, ¿verdad?", preguntó el Rey Boo.

-Sí, majestad. Quienquiera que sea, usa la antorcha como arma -dijo el Boo a su izquierda.

"Me pregunto cómo será este tipo", pensó el Rey Boo antes de mirar al Boo que estaba a su derecha. "Tú, ¿cómo te llamas?"

-Jerry-dijo el pequeño Boo.

-Jerry, acércate y tócalo.

"¿Yo?" tartamudeó el fantasma.

-Sí, tú. Acércate, quiero hablar con este nuevo fantasma.

"P-pero-"

"Acércate." El Rey Boo se acercaba cada vez más con cada palabra que hablaba, enfadándose cada vez más mientras esperaba que el Boo cumpliera sus órdenes.

-S-Sí, su majestad. -Jerry comenzó a acercarse a la antorcha.

El Rey Boo esperó a que apareciera ese fantasma rojo mientras su subordinado se acercaba. El pequeño Boo estaba a solo unos pocos pies de distancia, podía sentir el calor de la antorcha y sabía que el fantasma rojo aparecería en cualquier momento. Jerry estaba ahora a solo unos centímetros de distancia, cerró los ojos y extendió la mano para tocar la antorcha.

Tres pulgadas.

Dos pulgadas.

Una pulgada.

Ahora su mano lo tocaba, pero no pasó nada.

"Huh, bueno, eso es decepcionante", dijo el Rey Boo mientras se daba la vuelta para irse.

"Qué extraño", dijo Jerry mientras tocaba la antorcha. "Pensé..."

Antes de que el pequeño Boo pudiera terminar de hablar, la antorcha desapareció. Se escuchó una fuerte risita en el vestíbulo, parecía la de un niño. El fantasma rojo apareció cerca de Jerry, empuñando la antorcha. Lo miró directamente durante unos segundos antes de decir:

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