Fiesta-10

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Llegamos a la fiesta y todo estaba increíble. Las luces, la música, el ambiente; todo parecía perfecto. Tuli se acercó a mí y, debido al ruido de la música, tuvo que hablar fuerte.

-Eu, Angie, vamos por unos tragos -me dijo con entusiasmo.

-Dale -le respondí en el mismo tono.

Nos dirigimos hacia la barra y pedimos dos shots de vodka. No queríamos emborracharnos demasiado, ya que estábamos solas y Tuli sería la encargada de manejar de regreso a casa.

La fiesta se animó rápidamente. De alguna manera, sin darme cuenta, terminé subida en una mesa junto a Tuli, perreando mientras la gente alrededor nos animaba. La energía era contagiosa; la noche se volvió una locura.

El alcohol empezó a hacer efecto y, de repente, me sentí muy mareada. Sabía que estaba a punto de vomitar, así que bajé de la mesa casi corriendo, buscando desesperadamente el baño. En mi apuro, me tropecé con alguien.

-Eh, boluda, tené más cuidado... ¿Angie? -dijo la voz de Carre, sorprendido al verme.

**POV Carre**

Después de ese momento incómodo con Angie, donde lucía impresionante, me quedé un poco descolocado. Sin embargo, no dejé que eso me afectara.Le dije a Fernanda que nos fuéramos a la fiesta. Aceptó de inmediato.

Llegamos, y Fernanda empezó a beber como si no hubiera un mañana. Estaba completamente desinhibida, perreándome sin parar, y yo, ya bastante borracho, seguí el juego. En un momento, decidimos ir a la pista de baile, pero antes le dije que iría por más tragos. Me pidió que no tardara.

**POV Angie**

Mientras trataba de recuperarme del mareo, escuché una voz que me congeló el corazón.

-Eu, amor, ¿por qué te demoraste tanto? Te extrañé -dijo Fernanda mientras besaba a Carre.

Escucharon algo romperse?si fue el corazón de Angie.

-¿Amor? -dije, incrédula, sintiendo que todo se desmoronaba.

Carre se giró hacia mí, visiblemente nervioso.

-Angie, dejame explicarte. Fue solo una apuesta, no sabía que estabas enamorada de mí -dijo con una calma que me enfureció aún más.

-¡Cállate, Rodrigo! No quiero verte nunca más en mi vida. ¿Te parece divertido jugar con los sentimientos de alguien solo por una puta apuesta? Eres un estúpido -le grité, sintiendo una mezcla de rabia y dolor.

Me volví hacia Fernanda, que observaba la escena con una mezcla de confusión y lástima.

-Y tú, espero que te des cuenta con quién estás. Ojito, que te engaña por una apuesta -le dije con frialdad, antes de arrebatarle los tragos a Carre.

Intenté mantenerme fuerte, pero por dentro me estaba muriendo. Al llegar al baño, no pude contenerme más y rompí en llanto. Me encerré en uno de los cubículos, deseando desaparecer. Entonces, escuché la puerta abrirse y los sonidos inconfundibles de una pareja besándose. No podía creerlo... eran Carre y Fernanda. Sus palabras me atravesaron como cuchillos. Escuché cómo se burlaban de mí, cómo Carre la convencía de que yo era una loca enamorada.

Respiré hondo, secándome las lágrimas. No iba a dejar que me destruyeran. Salí del baño, me lavé la cara y me dirigí de nuevo a la fiesta. Sin pensarlo dos veces, me acerqué a un chico, lo atraje hacia mí y lo besé. Esa noche, besé a varios chicos, uno tras otro. Carre y Fernanda no iban a arruinarme la noche. Seguí bailando, perreando como nunca, tanto que la gente formó un círculo a mi alrededor. Esta era la mejor fiesta de mi vida... o al menos, eso pensaba en ese momento. Pero mañana... mañana sería otra historia.

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Latidos desiguales (carre angie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora