Capítulo II

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Cuando sono la alarma me quede unos 15 minutos acostada como parte de mi rutina, me empeze a alistar para ir a la prepa después de desayunar en absoluto silencio junto a mi hermano.

Me coloque el uniforme perfectamente lavado y planchado, alisé un poco mi saya con mis manos como costumbre, me mire frente al espejo mientras me cepillaba el cabello aún húmedo de la ducha, tenía un corte perfectamente simétrico que acababa en unos picos que rozaban mis hombros, un cabello totalmente negro y lacio, me gusta el pelo corto porque me facilita mi entrenamiento, no me estorba en ninguna maniobra y si quiero ser una buena oficial en la ciudad de Nueva York tengo que esforzarme al máximo y una cosa tan tonta como mi cabello no me puede estorbar.

Mi cuerpo es bastante simple, piel bronceada, alta, delgada, mi rostro no es nada del otro mundo, cejas del color de mi pelo, ojos color avellana, nariz respingada, labios pequeños, rosa, dientes q casi nunca suelo mostrar porque de hecho, casi nunca suelo sonreír, mandíbula simétrica, pómulos un poco acentuados. Quizás llamo la atención un poco más de lo que pretendo y ya he tenido que partirle la madre a par de carbones que han querido sobre pasarse.

En el colegio desde siempre he tenido el #1 en asignaturas como educación física, gimnasia, natación y todo tipo de actividad física, mi cuerpo está perfectamente sano a pesar de que no soy como el resto de personas que comen comidas sanas y se alimentan bien, usan cremas especiales para la piel y no toman mucho sol solo para cuidarse (entre ellos hablo de mi hermano, siempre me crítica por mis comidas pero cada que cocino se bebe la comida)

No suelo llevar mi cabello suelto a clases pero debido que olvide que mi secador esta roto y aun lo tengo mojado no lo puedo atar.

Termine de alistarme y como siempre mi hermano me llevo a la escuela como si aún tuviera 5 años pero saben que... en el fondo, muy en el fondo adoro que el haga eso.

Al llegar veo a Cristal mi mejor amiga (se puede decir que la única) me acerco en silencio hacia donde estaba ella por la espalda a ver que hacía, como siempre estaba leyendo un libro... Se imaginan a la típica chica asmática, bajita, de lentes, cabello largo, de esas polillas de biblioteca que siempre están dentro de un libro, esa típica chica que le puedes contar que has asesinado a alguien y te ayuda a sepultar el cuerpo. Siempre está ahi para ti sin importar lo que necesites.

-No se por que siempre te empeñas en hacer lo mismo Lore- me dijo mi amiga sin mirarme.

-Y yo tampoco se como es que siempre sabes cuando estoy detrás de ti- le digo con sinceridad.

Después de un rato hablando con Cris apareció el chico más codiciado de toda la prepa, el baby boy del instituto y hermano mayor de mi mejor amiga: Cristian.

La verdad no se que le ven... ¿Será ese no tan musculoso cuerpo bronceado?¿Ese tamaño impresionante?¿Esos cabellos rizados cafés largos que le cuelgan hasta casi llegar a sus impresionantes ojos color esmeralda? No... nada de eso debe ser.

-Oye "pitufina" te queda bien el cabello suelto.

Solo hay dos personas en el mundo que me llaman así: mi hermano y él. Aunque cabe recalcar que mi hermano me llama así solo porque su mejor amigo me ha llamado así desde que era pequeña.

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