Era una tarde tranquila, y el sol comenzaba a ponerse detrás de las colinas. Darilú estaba en la casa de Javon, en su sala de estar cómoda y acogedora. La luz cálida de la tarde entraba por las ventanas, iluminando suavemente el espacio. Javon había preparado todo: palomitas de maíz, refrescos y una selección de películas de las que ambos eran fans. Hoy, el ambiente se sentía relajado, pero también había una pequeña tensión en el aire, una que Javon no lograba ocultar del todo.—¿Qué película vamos a ver primero? —preguntó Darilú mientras se acomodaba en el sofá, con una sonrisa relajada.
—Pensé en algo clásico… —respondió Javon, caminando hacia la televisión con una sonrisa algo forzada—. Pero también traje esa nueva que querías ver.
Ella le devolvió la sonrisa y, antes de que pudiera decir algo más, Javon se sentó junto a ella, su expresión cambiando ligeramente. A pesar de estar físicamente cerca, Darilú notó que parecía estar en otro lugar, como si su mente estuviera ocupada en algo importante.
—¿Estás bien? —preguntó suavemente, observando su rostro con preocupación.
Javon respiró hondo, tratando de tranquilizarse. Sabía que tenía que decirle lo que estaba en su mente, pero no quería arruinar la tarde. Sin embargo, también sabía que era mejor que lo supiera ahora, antes de que las cosas se pusieran más serias.
—Sí, estoy bien… —dijo finalmente, girándose hacia ella—. Pero hay algo que quiero decirte, algo importante.
Darilú se enderezó en el sofá, dejando de lado las palomitas. Su corazón comenzó a latir un poco más rápido, preguntándose qué era lo que Javon tenía en mente.
—¿Qué pasa? —preguntó con un tono de preocupación, mirándolo directamente a los ojos.
Javon tomó su mano, buscando las palabras correctas. Podía sentir la tensión en sus propios músculos, pero sabía que tenía que ser honesto con ella.
—Me ofrecieron una pelea —comenzó, su voz firme pero con un toque de nerviosismo—. Es en marzo, contra Joshua Torres.
Los ojos de Darilú se agrandaron ligeramente al escuchar el nombre. Sabía que Joshua Torres era un oponente serio, alguien que tenía fama de ser extremadamente fuerte y estratégico en el ring.
—¿Dónde será la pelea? —preguntó, tratando de mantener la calma.
—En República Dominicana —respondió Javon, observando su reacción con cuidado.
Darilú se quedó en silencio por un momento, procesando la información. Sabía lo importante que era para Javon seguir adelante con su carrera, pero también sabía lo peligroso que podía ser enfrentarse a alguien como Torres.
—¿Estás seguro de que quieres hacerlo? —preguntó finalmente, su voz suave pero preocupada.
Javon asintió, apretando su mano con más fuerza.
—Sí, estoy seguro. Sé que será una pelea dura, pero… siento que estoy listo. He estado entrenando para esto, y quiero dar lo mejor de mí. Pero también quería que lo supieras, porque sé que… bueno, puede ser difícil.
Darilú miró a Javon, viendo la determinación en sus ojos. Sabía que cuando él se proponía algo, no había vuelta atrás. Sin embargo, no podía evitar sentir una mezcla de orgullo y miedo.
—Confío en ti —dijo finalmente, con una pequeña sonrisa—. Sé que eres increíble en el ring, y sé que puedes hacerlo. Solo… cuídate, ¿sí? No quiero verte salir lastimado.
Javon sonrió aliviado, agradecido por su apoyo. Se acercó más a ella, envolviendo su brazo alrededor de sus hombros y acercándola más a él.
—Prometo que lo haré —respondió suavemente, besando su frente—. Y hay algo más que quiero pedirte…
Darilú levantó la mirada, curiosa por lo que venía.
—¿Qué cosa?
—Quiero que estés en mi esquina durante la pelea —dijo Javon, con un tono más serio—. No solo quiero que me apoyes desde lejos. Quiero que estés ahí, conmigo, en primera fila. No hay nadie más que me dé tanta fuerza como tú.
Las palabras de Javon tocaron a Darilú profundamente. Sabía lo que significaba estar en la esquina de un boxeador, y el hecho de que él la quisiera a su lado en un momento tan crucial la hizo sentir una mezcla de emociones.
—¿Estás seguro? —preguntó suavemente, aunque una parte de ella ya sabía la respuesta.
—Más que nunca —respondió Javon, mirándola a los ojos—. Si estás ahí, sé que puedo dar lo mejor de mí. Eres mi impulso, bonita.
Darilú sonrió, sintiendo una oleada de cariño y orgullo por él. Sabía que la pelea no sería fácil, pero también sabía que estar a su lado en ese momento era lo que quería hacer.
—Entonces estaré ahí —dijo finalmente, apoyando su cabeza en su pecho—. Seré tu mayor fan y te apoyaré en cada paso.
Javon la abrazó con fuerza, sintiendo una paz renovada al tener su apoyo. Sabía que la pelea sería un desafío, pero con Darilú en su esquina, se sentía invencible.
—Gracias —susurró, besando su frente una vez más.
El peso de la conversación aligerado, encendieron la película, sabiendo que, pase lo que pase, enfrentarían el futuro juntos.
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𝐉𝐮𝐬𝐭 𝐘𝐨𝐮/ʷᵃⁿⁿᵃ ʷᵃˡᵗᵒⁿ.
RandomDarilú Stevens nunca imaginó que su vida cambiaría tan drásticamente al cruzarse con Javon Wanna Walton. Era una chica común, con sueños y anhelos como cualquier otra, hasta que los ojos intensos de Javon se posaron en ella. Desde ese instante, su m...