Darilú Stevens nunca imaginó que su vida cambiaría tan drásticamente al cruzarse con Javon Wanna Walton. Era una chica común, con sueños y anhelos como cualquier otra, hasta que los ojos intensos de Javon se posaron en ella. Desde ese instante, su m...
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La noche de Halloween llegó con un aire frío y misterioso. La luna llena brillaba intensamente, iluminando el cielo oscuro mientras Darilú y Javon se preparaban para la gran fiesta de disfraces. Ambos habían planeado un disfraz en conjunto que reflejara tanto su cercanía como un toque tétrico acorde con la festividad. Decidieron vestirse como una pareja de fantasmas victorianos, con ropas elegantes pero deshilachadas, cubiertas de un velo blanco que flotaba ligeramente con cada movimiento. Javon llevaba un sombrero de copa y un traje negro con detalles gastados, mientras que Darilú lucía un vestido blanco de encaje, con maquillaje pálido que acentuaba la frialdad de su mirada.
Al llegar a la fiesta, la casa estaba completamente decorada con telarañas, calabazas talladas y luces parpadeantes que creaban sombras en las paredes. La música resonaba, mezclando canciones de Halloween con ritmos modernos, mientras los invitados reían y bailaban con sus creativos disfraces.
Javon tomó la mano de Darilú, atrayéndola hacia sí.—Nos vemos increíbles juntos.— susurró él, su voz suave pero firme, dejando entrever la posesividad que siempre sentía por ella. Darilú sonrió, sus ojos brillando bajo la luz tenue. —Sí, somos los fantasmas más elegantes de la fiesta.
No mucho después, fueron interrumpidos por Jaden, quien apareció disfrazado de un divertido esqueleto fluorescente.—¡Miren a estos fantasmas de época! Pero no pueden competir con este esqueleto bailador.—dijo Jaden mientras comenzaba a mover los huesos de plástico que colgaban de su disfraz, provocando las risas de ambos.
Jayla llegó poco después, vestida como una elegante bruja gótica. Su vestido negro fluía detrás de ella y llevaba un sombrero de pico que le daba un aire imponente.—Bueno, bueno, parece que esta fiesta está llena de estilos oscuros y elegantes.— dijo Jayla, sonriendo mientras se unía a ellos.
Noah Grey, el amigo de Darilú, no tardó en aparecer. Con su disfraz de cazador de monstruos, con un abrigo largo y una escopeta de juguete al hombro, se acercó a Darilú y Javon, observando sus disfraces con una sonrisa divertida.—Ustedes dos se ven como si acabaran de salir de una historia de terror.—comentó, chocando puños con Javon y luego abrazando a Darilú.
La fiesta continuó con risas y bailes. En un momento, Darilú y Javon se alejaron del bullicio, encontrando un rincón más tranquilo en el jardín iluminado por velas. Javon la miró a los ojos, sintiendo el frío de la noche, pero también el calor de su cercanía.—Esta noche es especial.—murmuró, rodeándola con sus brazos. —No solo por la fiesta, sino porque estamos juntos.
Darilú asintió, apoyando su cabeza en el pecho de Javon.—Siempre será especial si estamos juntos.— respondió con suavidad.
Mientras tanto, dentro de la casa, Jaden y Noah competían en una especie de baile improvisado, ambos moviéndose con exageración y sacando risas de Jayla, quien los grababa con su teléfono. La noche de Halloween había reunido a todos, no solo para celebrar, sino también para fortalecer los lazos que los unían.
