07. nombre

32 5 12
                                    

━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━

━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━


Ella lo observaba con el ceño fruncido, sus ojos rosáceos llenos de confusión. No entendía por qué él, de todos los malditos tipos en la Academia, había decidido hacerle esa propuesta.

«¿De verdad cree que yo, Asakura Hana, aceptaría algo así?» pensaba mientras lo miraba fijamente, buscando una chispa de burla o algún indicio de que esto era un tipo de broma pesada 

Pero los ojos del cenizo, usualmente llenos de un ardor incontrolable, esta vez solo reflejaban una determinación sombría. Carraspeó, rompiendo el silencio tenso. Dio un aplauso seco al aire y luego rió, negando con la cabeza.

—No aceptaría ni siquiera estar contigo ni por cinco segundos, Bakugo —dijo, con una sonrisa que era más de desafío que de humor—. Ni muerta aceptaría fingir ser tu novia.

Aquellos ojos rojos llenos de arrogancia se entrecerraron, su mandíbula se apretó y, antes de que la muchacha pudiera reaccionar, él tomó su muñeca con firmeza. La atrajo hacia él con un tirón brusco, evitando que diera un paso más.

—¿Por qué yo? —preguntó con ironía, su voz apenas un susurro mientras sus miradas chocaban en un duelo silencioso—. ¿Por qué carajos yo después de hacerme la vida imposible? ¿Por qué de todas las chicas de la academia a la persona que más odias, después de Deku?

Él no apartó la vista, su mirada estaba pegada en ella, emanaba ira y se podría decir que incluso algo más oscuro, más profundo y desconocido para la joven que era retenida por él.

—Terminó conmigo por tu culpa —finalmente respondió.

La de cabello largo color azabache soltó una risa, corta y amarga, como si aquello fuera una jodida broma.

—¿Por mi culpa? —repitió, arqueando una ceja—. No tengo nada que ver con tus dramas, imbécil. Búscate otra jodida marioneta para tus juegos de mierda.

El agarre del chico se intensificó. Con un movimiento rápido, la acercó nuevamente a su posición original, casi invadiendo su espacio personal. Negó lentamente con la cabeza, sus ojos clavados en los de ella como dos brasas encendidas.

—Tienes que arreglar lo que destruiste con tu jodida presencia —dijo, su voz era baja pero estaba cargada de una rabia contenida.

La ojirosa fingió pensar por un momento, colocando una mano en su mentón de manera exagerada. Finalmente, lo miró con una sonrisa traviesa y asintió.

—Lo pensaré —dijo, mientras trataba de soltar su muñeca de su agarre.

Él, sorprendido, aflojó la mano ligeramente. Suspiró, como si hubiese obtenido un pequeño triunfo. Pero antes de que pudiera relajarse por completo, Asakura borró la sonrisa de su rostro.

AFTK | Bakugo KatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora