Capítulo 7

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"Primer pista, un periódico del 1950"

Lara:

Tengo que prepararme para esto. no voy a echarlo a perder, voy a ser valiente, fui yo la que convencí a todos de esto, no dejaré que el miedo me domine, me vale lo que me ha dicho ese desgraciado.

Esperé a que fuera la hora de dormir. Mis padres se despidieron de mí, hasta que escuché el ruido de la puerta cerrándose.

Mi momento ha llegado. Agarré un cuchillo de la cocina, con rapidez me fui a mi cuarto. No podía salir por la puerta, haría demasiado ruido, tendrá que ser por la ventana. El detalle era ¿Cómo voy a llegar allí abajo?

Abrí la ventana, esto va ser demasiado difícil. Piensa, piensa. Puse mi pie afuera, estoy loca, si me caigo voy a quedar sin piernas o incluso me descalabro si caigo mal.

Uf, aquí voy. Salté. Sí, soy re imbécil ahora mismo. la verdadera pregunta era ¿Cómo voy a regresar?

Caí de punticas. —De algo me sirvió el karate —De verdad eso no lo voy a dejar de agradecer toda mi vida, el detalle es que no soy capaz de enfrentarme a ese desgraciado.

Camino al cementerio. Conmigo traía una mochila. Cabe la posibilidad que nos encontremos pistas muy necesarias, uno nunca sabe.

Llegué a las afueras del cementerio, ahora mismo desearía haber traído un saco, estoy muriéndome del frio. Ya todos los demás estaban allí. Estaba demasiado helado.

Marco le dio un codazo a Santiago y le hizo un gesto con los ojos ¿eh? ¿a qué va eso?

—Hola, he... que suerte... yo traje un saco de más —¿Raro? Si muy raro.

—Oh —¿Ok? —. Muchas gracias —Me lo dio, le sonreí y enseguida me lo puse, me quedaba muy grande, que más podía esperar, estos 3 me superan en altura, parezco una minion aquí.

—Niña, por fin que llegas. Te estábamos esperando —dijo el inepto regañándome.

—Pf... perdón tonto, tanto miedo tenían que no entraban sin mí —defendí.

—Dice la que se asustó porque alguien estornudó —Atacó. Lo amenacé con los ojos y el amplió su sonrisa.

Lucas estaba mirando que no hubiera nadie para que pudiéramos entrar.

—Bien, es hora —Informó el experto.

—Ya me siento todo un ladrón —Menciona Marco. Que yo sepa no vamos a robar nada.

Saltamos por la reja, daba un poco de miedo estar aquí y tan oscuro, cada uno llevaba una linterna. Exactamente no sé lo que estamos buscando.

—Dividámonos, vamos Santi —Marco volvió a elegir a Santi.

—Eh... sí.

Otra vez con Lucas, bueno, sé que él se sabe defender por si ese coso aparece. Me siento algo protegida. No sabíamos que estábamos buscando con exactitud. Pero cualquier cosa rara nos servirá para esta investigación.

Había mucha neblina, eso hacia el ambiente mucho más tenebroso, tragué saliva. Esto es muy peligroso. Está de noche, ya me está dando miedo, todas las noches me dan miedo.

—Lara. Si llega a sonar la campana recuerda que solo son ilusiones. Sé quién eres, eres fuerte, te enfrentaste una vez contra él y le has ganado, no dejes que te manipule ¿vale? —Lucas es algo calmado, me cae un poco bien.

Lo miré a los ojos, vaya. —Vale —Respiré profundamente y me puse seria en esto, mis pasos pasaron de inseguridad a seguridad.

Mirábamos cada rinconcito, cada tumba. Algo raro debe de haber, la más mínima cosa extraña que haya puede ser una posible solución a todo.

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