Caníbal

Capítulo 10

"La traición puede venir de la persona más inesperada"

Lara:

DIN DON, DIN DON. NO TE METAS EN ESTO, NO TE INCUMBE, ALEJATE BIEN LEJOS. DIN DON, DIN DON, CUANDO LA CAMPANA SUENA LA BESTIA SE ACERCA A DEVORAR A SU SIGUIENTE VICTIMA. DIN DON, DIN DON, FALTA POCO PARA QUE TÚ, PEQUEÑA, SEAS DEVORADA POR MÍ, EL FUTURO REY DE LOS HUMANOS. DIN DON, DIN DON.

¡DIN DON! ¡DIN DON!

LARAAAAAAAAAA.

Me levanté de la cama sudando. Ya es de día y seguía temprano, hace rato que no tenía pesadillas como esa. Solo estaba oscuro y escuchaba esa voz tenebrosa, aliento horrendo y una brisa fría en mi oído.

Cuando gritó mi nombre me dio mucho más miedo porque sentí una mano en mi cara y luego me la apretaba sintiendo sus uñas y me rasguñaba.

Se sintió muy real.

Fui al baño para mirarme la cara, estaba intacta. Suspiré algo asustada. —Maldito caníbal, odió esto —Mi culpa, creo que lo hemos provocado.

Seguí con mi día normal, fui a darme unos retoques en el pelo junto a mi madre, fue una mañana de madre e hija y un poquito con papá amargado, estuvimos en la plaza y en otros lugares, dialogamos demasiado y él malhumorado de mi padre cargando con lo que comprábamos.

El pobre ya estaba cansado de cargar bolsas. Por lo menos quedé muy bonita para esta noche con todos los retoques que me hice.

Cuando llegamos a casa vi a mi padre alistando maletas, me crucé de brazos mirándolo a los ojos sin quitarle la mirada. Él enseguida me miró.

—Hija. Mira, esto es de trabajo —Se puso algo triste.

—Mmm —Lo miré con los ojos entrecerrados.

—Volveré pronto, lo prometo —prometió. No convences.

—Pronto es ¿un mes o un año? —dije de mala gana.

—Es más como 2 días o posiblemente 3 días.

—Y se convierten en 1 semana entera.

Suspiró, me señaló que me sentara. Nos sentamos en el sofá, yo seguía con los brazos cruzados. —Mira hija, si no hago estos viajes no vamos a tener suficiente dinero para que compres tus cositas, así como hoy —Hizo una gran sonrisa.

—Lo sé, pero nunca tienes tiempo para que estés conmigo, así como los viejos tiempos.

Se arrodilló y con sus manos tocó mis rodillas. —Hija, te prometo que cuando vuelva iremos a un lugar solo tú y yo. Lo disfrutaremos mucho como en los viejos tiempos ¿sí? —Parecía un niño pequeño ahora mismo.

—¿Lo prometes de verdad? —Tengo que asegurarme su palabra.

—Sí, lo prometo de verdad —Alzó su brazo derecho.

—¿No te enojaras por cosas tontas?

—No, no haré que se amargue el día.

—Bien. Te voy a extrañar muchísimo.

—Yo igual.

Lo abracé fuertemente. —Disfruta de la fiesta y no hagas cosas indebidas —Me dijo mi padre sonriéndome.

—Solo voy a estar con un amigo —Rodé mis ojos.

—Ajá... si algo usas con...

—¡Papá!

—Es una sugerencia, eeeeh —Me miró serio—. ¡Ni se te ocurra hacer eso eh! —Me regañó y yo hice cara de "no entendí"

Finalmente se fue. Ya casi era la hora para ir a la fiesta, iba ser a las 8 y acababa demasiado tarde, pero mi madre solo me dejó hasta las 11, sino no, no me volvería a dejar salir.