Caníbal

Capítulo 12

"DIN DON. No es mi culpa, eso les pasa por curiosos"

¡DIN DON! ¡DIN DON!

*grita una niña*

EL FIN SE ACERCA, LARGUENSE YA, DEJEN DE ESTAR INVESTIGANDO NO LO VAN A LOGRAR, ESTO LO VOY A GANAR YO. DIN DON. DIN DON. DEJA DE MOLESTAR SI EN LAS NOCHES NO QUIERES QUE TE MOLESTE. DEJA YA EL TEMA, VETE Y NO MOLESTE.

DIN DON. DIN DON.

¡VETE YAAAAA!

*Grita una niña x2*

NO TE METAS MÁS EN ESTE ASUNTO, VAN A TERMINAR DEVORADOS. PERO A TI... DIN DON. DIN DON. ...TE DISFRUTARÉ COMO AQUELLA NOCHE.

¡DIN DON! ¡DIN DON!

Abrí mis ojos algo asustada, esta vez no me senté en la cama, faltaban 3 minutos para que sonará mi alarma. Ya que estaba despierta decidí empezar el día.

Odio que ponga a niños gritar, es lo que más me estresa y me pone triste porque pienso en todos los niños que se ha llevado, tan solo imaginar lo que hace con ellos me dan ganas de llorar.

Solo eh salvado a uno, sin saber cuántos han muerto atrás.

Después de bañarme bajé para desayunar, mi madre miraba las noticias. —Oh cariño, otra vez ha pasado, se han llevado a otro niño. Volvió hacerlo, que malvado—. Recuerda que debes tener cuidado —Me dijo ella acariciándome la mejilla.

—Si mamá, ya lo sé —puse los ojos en blanco.

—Ajá, no te confíes de tu karate nivel novato.

—Oye, no es nivel novato —Agaché la cabeza—, es básico.

Ella rio.

Me despedí para ir al colegio. A mitad de camino miré una tienda de bicicletas, estaba cerrada era muy temprano aún. Cuando vuelva mi padre tengo que decirle que me compre una cicla, ya estoy aburrida de andar a pie.

Llegué a la misma vez que Santiago, nos miramos a los ojos mutuamente, me quedé ahí quieta, el hizo lo mismo. carraspeo la garganta.

— ¿Qué? —grité casi con furia.

—Eh... permiso, que ahí se colocan las ciclas —Sonrió por un segundo.

—Ah —Me sonrojé. Me quité de allí inmediatamente.

—¿Sigues brava? —preguntó. ¿Cómo no?

Me fui y no le respondí, ahora la grosera soy yo. No lo puedo superar, es que, a ver piensa, digamos ser tu primera cita y te dejen plantado, uno queriendo sentir la sensación de compartir con alguien, pero no, nunca llega la persona.

Ya casi cuando iba entrando ocurrió otro sismo, algunas niñas cerca de mi gritaron por eso, no le veo nada de malo. Fue como la otra vez, algo que no me daba importancia.

Apenas empezó educación física empezó a sonar el timbre repetidas veces. Hora de una reunión. —Gracias timbrecito —Agradecí profundamente, me salvé del sufrimiento y hoy mis piernitas y nalguitas no estarán adoloridas.

Fue una aburrida reunión, pero mejor que educación física, hablaron sobre los repetidos sismos que están pasando estos días, debíamos tomar medidas de prevención ante eso. Supuestamente anoche hubieron más de 10 réplicas y casi seguidas, pero como yo duermo y lo único que me levanta es la campana o las pesadillas.

Santiago estaba a mi lado, yo en la fila de mujeres y el en la de hombres. Me miraba de reojo a cada rato. Bueno, ahora es raro.

¿Enserio se enfermó?