Capítulo 25_ Aprendiendo a soltar.
Narra Rachel...
Dos días después de haber tenido esa grata conversación con Chris soy dada de alta, temporalmente me quedaré en cada de mi padre, donde tengo personas que me pueden cuidar, pero cuando esté totalmente recuperada volveré a mi pequeño espacio.
Me es raro ver la nueva dinámica "familiar" que llevamos, Helen, mi padre, Isabella y mi madre, todos a mi entera disposición.
Ya sabía que Isabella era como un ángel enviado a esta tierra, pero verla reír con mi madre, en una relación cordial, sin rencores es algo que siempre me conmociona.
Me gusta tener la atención de todos y me gusta no haber muerto, no querría dejar mi vida, no ahora y no por una irresponsable, pero Elise tendra su merecido, eso lo juro.
Desde el día en que fui dada de alta no he vuelto a ver a Chris, supongo que debe estarse poniendo al día con la universidad, los profesores de Harvard son tremendamente exigentes.
Yo estoy haciendo lo mismo, poco a poco me estoy estudiando las clases atrasadas, y dibujando cosas que me relajan, amo como el arte siempre ha tenido ese lugar sanador en mi vida y espero que siempre lo tenga.
Estos días días han sido una mezcla de descanso ligada con quehaceres pendientes y una dinámica algo extraña a la que no logro acostumbrarme, todo es diferente, y mi mente de ves en vez viaja a lugares desconocidos y oscuros de los que trato de huir al instante.
No es necesariamente fácil mantenerme cuerda cuando todo a mi alrededor parece tenerme atrapada, pero es algo reconfortante saberme acompañada de personas que de alguna forma me entienden y viven mi dolor y preocupaciones como si fuesen propios.
Por el momento solo hemos sido cuatro personas coexistencia en esta casa enorme, pero sé que en cualquier momento llegarán personas inesperadas y molestas que lanzarán su odio hacia mí.
Por "personas" me refiero a las dos hermanas de mi padre quienes luego de 21 años todavía no aceptan que soy una James y peor aún que Isabella me acepte también.
El balance se logra con mi tío y abuelo quienes disfrutan de sacar los trapos sucios que ellas de encargan de ocultar, y así las deja en evidencia frente a los sobrinos que ellas se encargan de odiar.
Si, porque el hecho de que Danell y Helen sean hijos legítimos no los hace menos merecedores del odio de las hermanas de mi padre.
Al parecer, para ellas, ser hijos de Robert James es el peor de los castigos.
-Por si te lo preguntas Manhattan sigue igual que como lo dejaste querida sobrina-Una voz muy conocida se acerca a mi sacándome de mis pensamientos.
Mi tío Rayden se acerca a mi con una enorme sonrisa y sus brazos me envuelven de manera cálida.
Rayden es el menor de mis tíos, lo que se traduce al único tio que verdaderamente soporta a la triada de hermanos James, el único cariñoso y que nunca me ha visto como una bastarda.
-Tío Rayden-Digo mientras permanezco abrazada a él.
-Oh, amor, solo Rayden, lo de "tío suena sexy pero me da mas años"-Bromea.-Aunque amaría tenerte en mis brazos como cuando eras pequeña, necesito saber que le pasó a mi súper sobrina que acabó preocupando hasta a esas víboras que tengo por hermanas.
-No hasta que me digas lo que pasó con Delilah,-Negocio.
Sus ojos de alguna manera cambian, su expresión cae un poco e inmediatamente me arrepiento de haberla traído a colación.
-Lo de siempre pequeña, tío Rayden y sus hoteles suena como un imán para las aprovechadas-Sonríe -Y puede que yo no sea un santo y tenga tantos ligues como presidentes ha tenido este país, pero soy fiel a todas y cada una de las mujeres que he tenido, no merezco que me vean como cajero automático.
Veo que es un tema difícil para él así que dejo estar y en palabras muy resumidas le cuento como entré a una cafetería con ánimos de encontrarme a un chico y terminé hospitalizada y con riesgo de morir en cualquier momento.
Su estado de ánimo cambia a medida que mi historia avanza, pasa por la ira al saber de Elise, luego la seriedad se apodera de él al saber que mi estado de salud si fue bastante delicado.
En medio de mi relato sus ojos se humedecido, y ahora limpio una pequeña lágrima de la cual no parece ser consciente haber derramado.
-No es necesario que llores por mi- Le digo.
-Tranquila, lloraba recordando la traición de Delilah, me importaba realmente esa desalmada-Río y la única razón por la que lo hago es porque sus ojos ahora parecen de alguna manera liberados de un poco de du dolor, tanto así como para hacer chistes al respecto.
Luego de pasar toda la tarde hablando con mi tío y bajamos a cenar, disfrutamos de una cena cortesía de mi madre, quien siempre sabe como calmarme con la comida que me gusta, aunque el hecho de estar sentados todos a la mesa me resulte todavía extraño, simplemente me enfoco en otras cosas.
Miro al mi alrededor sabiendo que esta cena pudo haber tenido lugar en un contexto diferente, que pude haberme perdido esta sensación de familiaridad gracias a la perra descorazonada de Elise, pero también los veo y me aferro a la vida.
Antes no quería luchar, lo daba todo por sentado y la vida no es más que ahora mismo respiras y al siguiente segundo ya no lo haces.
Algo terrorífico pero cierto.
La vida son pequeños momentos que atesoras, las risas, las lágrimas, el deseo, las vivencias, pero también ése tiempo que pierdes tomando una decisión, ese arrepentimiento luego de haber hecho algo, así que lo mejor es disfrutar nuestro tiempo vivos, sin denigrar, sin suponer, sin mal hacer, solo siendo nosotros y Estados en paz con otros.
Comemos en silencio, todos metidos en una conversación con nuestra propia mente.
Y aunque mi cara tenga moretones, mis huesos aún duelan y necesite seguir tratamiento por unos meses, por primera vez, mi mente se siente como un buen lugar para estar.
ESTÁS LEYENDO
This Time ✔️
Подростковая литератураÉl quiere algo con ella, pero ella no quiere salir lastimada otra vez, las malas experiencias la hicieron cerrarse. Dos años pasan y todo se vuelve diferente. Ahora ella ya no tiene miedo, o al menos está dispuesta a luchar contra el. El amor pued...
