Capítulo 30— Un día diferente
Narra Rachel
La discusión con mis tías ha dejado el ambiente tenso, nuestra dinámica había alcanzado un punto donde la costumbre reinaba y la comodidad era visible.
Y por culpa de esas dos descerebradas simplemente se hace un poco difícil volver a esa rutina tan bien creada.
Sé que es algo momentáneo sentirnos de esa forma, y que pronto pasará, mi familianha sabido mantenerse en pie todos estos años y no será por culpa de dos inadaptadas que se quiebre.
Prefiero enfocarme en disfrutar a mi madre que se regresa en dos días a Manhatan y pasará algún tiempo antes de volver a verla.
En una semana regresaré al departamento cerca del campus y todo irá tomando su propio cauce con el paso del tiempo.
...
El sábado llegó con fuerzas y teniendo en cuenta que tengo mi cita semanal con el psicólogo intento mantener mi estado de ánimo lo más alto posible, a éstas citas prefiero ir positiva, porque termino drenada y sin fuerzas al final de ellas.
Mis amigas tienen plan de encontrarnos hoy en la tarde razón demás para mantenerme activa.
—¿Lista mi amor?—Inquiere mi padre.
—Lista.
—Para luego es tarde, vamos.
Me apremia a salir rápidamente de mi habitación y nos dirigimos al carro donde el chófer se encuentra esperando por nosotros.
El camino no hacemos en silencio, sin ninguna conversación importante y justamente diez minutos después hacemos la primera parada, la consulta de Travis Parker.
Psicólogo de 10 años de experiencia que una amiga de mi padre nos recomendó.
Esta es mi tercera cita con él, y más que hablarle y soltarle mis dilemas, interactuamos, me hace no ser tan escéptica sobre conocer gente nueva y sobre abrirme a los demás.
En resumen mantenemos una buena relación.
Entro a la consulta todo lo dispuesta que puedo estar sabiendo que prácticamente desnudaré mi alma.
Como las citas anteriores, Stella, la secretaria, nos recibe amablemente.
—Hola querida—Saluda amablemente la chica—El doctor está posponiendo todas las citas de esta semana, se encuentra con algunos problemas familiares.
—¿Para cuando podemos agendar la cita entonces?—Pregunto un poco incómoda.
—Viernes de la siguiente semana—Me confirma.
Luego de firmar el libro de citas salgo a la calle sabiendo que ya mi padre y el chófer salieron con destino a la firma.
Estoy en la calle sola, por primera vez desde mi accidente y debería asustarme que no tengo miedo.
La casa no queda lejos, fácilmente puedo llegar en 30 minutos caminando. Y observando un poco a mi alrededor, verifico también que no me encuentro muy lejos del campus de Harvard.
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This Time ✔️
Teen FictionÉl quiere algo con ella, pero ella no quiere salir lastimada otra vez, las malas experiencias la hicieron cerrarse. Dos años pasan y todo se vuelve diferente. Ahora ella ya no tiene miedo, o al menos está dispuesta a luchar contra el. El amor pued...
