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Capítulo 32-Aceptando los cambios.

Narra Rachel...


Entonces ¿Aceptas?.

La emoción en la voz de mi tio de alguna manera me transmite toda la confianza que necesito, de momento me visualizo haciendo de este hotel algo maravilloso a la vista y esa imagen es todo lo que necesito.

—Si—Afirmo con entusiasmo —Haremos el mejor hotel del mundo en nombre del abuelo y de la familia James.

—Sabía que ibas a aceptar—Me abraza —Tú padre ha hecho un muy buen trabajo con ustedes.—Me confiesa—Enviaré a tu correo toda la información correspondiente y luego que empieces nuevamente las clases tendrás la ayuda de otra diseñadora, espero que entre las dos hagan lo mejor.

Se siente como un nuevo comienzo, uno en donde estoy siendo aún más independiente, dejando atrás los rastros de esa Rachel asustada de la vida y de lo que espera en cada decisión a tomar.

Una Rachel más  metódica, y principalmente una con menos miedo, que probablemente aún tenga mis dudas sobre asentarse al vacío, pero nunca sabré que me espera si no lo hago, y ahí está el punto, en confiar en ti, aunque nadie más lo haga, solo te tienes a ti mismo, así que es mejor que te ames.

Entramos a la construcción y quedo encantada con todo lo que mis ojos ven, paredes altas aún en proceso, pero imponentes, algunas lámparas ya colocadas, el gran piso de madera y dos escaleras a cada lado del salón que lleva a las habitaciones de la primera planta.

Todo se ve tan majestuoso que es increíble de creer que seré parte de algo tan maravilloso y bien pensado como otro hotel de la cadena hoteles de mi tio.

—En este espacio irá el logotipo—Señala mi tío un lugar en el suelo, en medio del salón.

—Es buena idea—Le digo—Pero todos aplican eso de poner el logotipo en el suelo, es mejor allá —Señaló una pared enorme que queda justo frente a la puerta—Es lo primero que se ve al entrar, sin la necesidad de mirar al piso y es mejor que la hora de hacer fotos.

—¿Ves? Por eso te necesito aquí —Me halaga—Ves cosas que yo no y eso nos hace buen equipo.

Continuamos con nuestro recorrido por la segunda planta, no tan grande como la primera pero igual de imponente y por unos minutos visualizo a los huéspedes caminando por todo el lugar, la emoción en mi es indescriptible.

Desde la segunda planta se ve la parte trasera donde tiene lugar la piscina, que es lo más atrasado hasta el momento.

E

l lugar está muy lejos de estar terminado, y hay mucho trabajo por hacer, pero el hecho de que alguien esté confiando en mi, me da una recarga de energía increíble.

Regresamos a la casa sobre las cinco de la tarde, yo un poco más relajada y dispuesta, y mi tío emocionado por todo lo que nos espera.

Mi padre nos recibe en la casa, sonriente, probablemente ya conoce de mi decisión y está disfrutando al máximo que su hija y su hermano menor, quien es su orgullo, trabajen justos en un proyecto importante.

—Harás esto genial —Dice mi padre abrazándome —No tengo dudas de tu talento.

—Gracias papá.

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