•𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐5•

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—No es nada Lewis.—
-Ah, no?-
—No.—
-Entonces estoy loco.-
—No pero...—
-Ya deja de mentir Natalia. ¿Me engañas de nuevo?-
—¿Qué? Deja de decir estupideces Lewis.—
-Entonces lo niegas.-
—Si.—
-Natalia, ¿como puedes tener el descaro de negarlo? Hay fotos.-
—¡Mierda es que tu no entiendes! No entiendes nada.—
-Si ya no me dices lo que te pasa.¿Como te voy a entender eh?-
—...—
-Responde Natalia. Porque soy capaz de irlo a buscar yo mismo y...-
—¡Es mi medio hermano Lewis!— dije mientras entraba a la casa y subía a la habitación para encerrarme.

-Natalia abre la puerta por favor.-
—Lárgate.—
-No. Abre la puerta por favor, hablemos.-
-Abre Natalia por favor.-

Lewis siguió insistiendo un buen rato hasta que por fin abrí la puerta.
Después de hablar y aclarar absolutamente todo, también me convenció de ir a terapia.
Los días pasaban y todo parecía estar mejorando, ya no me sentía culpable por la muerte de mis padres y me disculpe con los mecánicos por gritarles. También dije públicamente que Enzo era mi medio hermano y solo eso.

Lewis y yo decidimos tomar clases de box para distraernos y también para sacar todo lo que teníamos guardado.

Un día antes de mi cumpleaños Lewis y yo estábamos cocinando la cena pero por accidente se cayó un vaso de agua y  Lewis se agachó rapidísimo para recoger los pedazos y al yo también querer agacharme a ayudarle sin querer me dio un golpe con su codo en el ojo, cuando se dio cuenta de esto él soltó los vidrios y se acercó a mi.

-Dios mío, lo siento mucho de verdad amor.-
—Ahh, no te preocupes...—
-Déjame ver...- Dijo quitando mi mano de mi ojo cuidadosamente, luego de ver mi ojo hizo un gesto de preocupación.
—¿Se ve tan mal?—
-Se ve muy rojo, ¿Te duele mucho?-
—No no, en serio estoy bien. Tranquilo. Recoge los pedazos de vidrio, iré a ponerme una pomada.—
-Si si.-

Estaba subiendo las escaleras para ir a la habitación y buscar la pomada pero me talle ambos ojos impidiéndome ver por lo que me caí de las escaleras. Desperté rato después en el sofá, con Lewis a mi lado.

—Aghh...¿Qué pasó?—
-Te caíste de las escaleras amor.-
—Me duele muchísimo el ojo y la cabeza...—
-Si amor, te golpeaste en ambas partes... te dejaron moretón.-
—Mierda...—
-Ya te puse la pomada amor, pero el moretón no se irá en un buen rato.-
—Ya no importa... mejor vamos a cenar porque me dio mucho sueño...—
-Claro, ya esta lista la cena. ¿Te ayudo a pararte?-
—Amor si puedo caminar.— Dijo con una risa al final.

Terminamos de cenar y Lewis y yo subimos a la habitación para ya dormir.

A la mañana siguiente me despierto con   La sorpresa de que la habitación estaba decorada, había un cartel muy lindo que decía "Feliz cumpleaños" y también a mi lado estaba el desayuno.
Lewis no tardo mucho en entrar a la habitación.

—¡Amor! Muchas gracias por esto, es... lo mejor. Te amo.—
-Es lo menos que puedo hacer por ti cariño. Y... yo te amo mucho más.- Lewis me abrazó y me dio un pequeño beso.

Cuando estaba desayunando me puse a pensar en que sería el primer cumpleaños en el que no estaría con mis papás y eso me entristeció algo.

-Ey Nat, ¿qué pasa?-
—Nada es solo que... es el primer cumpleaños que no estaré con mis papás... el primero de muchos...—
-Ay no mi amor... No te pongas triste ¿okey? Disfruta este momento tan especial, y en general todo este día porque tengo algo preparado para ti en la tarde.-
—¿De verdad?—
-Si. Me ayudaron un poco a organizarlo pero si jaja.-
—Eso es realmente dulce de tu parte amor. Te amo mucho.—
-Yo te amo mucho mucho más. Y creo que es mejor que te arregles de una vez porque el plan que tengo planeado es a estas horas amor.-
—Oh, si claro. Yo ahorita me apuro.—

Life in the races| |Lando Norris, Lewis HamiltonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora