- ¡Laertes!
- ¿Qué ocurre Zana? -respondió desconcertado.
- Me ha dicho la princesa Deka Tetanui la heredera del reino de Hydros, que pretendes dar derechos los Mabukaba, Dragoba, Magokaba.
- Son personas...
- ¡Personas! No hablas en serio. -dijo con ira y una mirada incrédula. -Sabes tan bien como yo que su piel muestra sus pecados.
- Y cuales son tales pecados según tu Zana, porque no creo que nadie en ninguna parte del reino sea digno de dar lecciones de honradez, humildad, o de comportarse todos podemos equivocarnos, tenemos derecho a ello.
- No puedo creer que lo digas en serio. -dijo decepcionada. – Si los ayudas serás un traídos, son tratados así por ayudar Hécate, muestran los pecados de su traición al igual que la Hueste Escarlata.
- Esa hueste, al igual que Hécate, Lúa o la semidiosa Leya son leyendas, cuentos para hacer que los niños se porten bien, si tenemos brujas, hechiceras, curanderas, pero eso no implica que todo lo otro sea real. -dijo con tono seguro.
Aunque lo cierto era que no sentía nada eso, tenía miedo, más que eso estaba aterrado porque las leyendas de Odette y la profecía de aquella anciana.
- No son historias, es real, y ellos sirven a su ama, cuando regrese traerá a su hueste y habrás dejado al enemigo adueñarse de nuestras tierras.
- Debemos darles una oportunidad...
- Son criaturas huecas sin alma.
- Pues los Arraisoba, Basoba y Glacoba. No parecen así, de hecho, tienen derechos, casas, educación...
- Ellos son hijos de Lúa, tienen una sensibilidad especial con la naturaleza y el bien, son criaturas honradas, pero las del reino de Ignis, Lurra o el mío son villanos, no te confundas.
- Aun no soy rey, pero si de verdad piensas eso, reúne información datos, todo lo que consideres importante y exponla cuando sea rey, te escuchare.
- No sé qué clase de rey serás Laertes, pero por si sigues tomando estas decisiones te puedo decir que no serás uno bueno. -dijo para marcharse de allí.
- ¿Qué son esas criaturas? -pregunto preocupada Layla.
- Personas como tú y yo, pero... su apariencia es como la de un animal.
- ¿Cómo? -preguntó desconcertada, por una respuesta tan ambigua como rara.
- A ver, el reino de Hamada tiene una tribu en sus dunas se les conoce como los Mabukaba, y son personas, pero su piel es pálida y de escamas con los colores de las serpientes ojos naranjas, verdes con pupilas elípticas, su lengua es bífida.
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Matayrit I (Balada de Pardales)
FantasyEntre lo que se conoce como la aurora o el ocaso en donde se une el océano con el sol, esa fina linea donde intercede el sol más allá de aquellas fronteras se encontraba otro mundo. Puede que esta historia sea como tantas otras que se nos han contan...