Capítulo Ocho

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- La oscuridad y la luz chocaron. -dijo alumbrando las pinturas. – De aquel choque se creó el mundo y una parte de su magia se entrelazo y cayo a nuestros reinos, los antiguos la denominaron Leya. Esta era la justicia de los hombres, la virtud, ni bien ni mal, era el término medio, pero un día todo cambió.

-   ¿Qué pasó? -quiso saber el joven

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- ¿Qué pasó? -quiso saber el joven.

- Leya se dio cuenta de que sus creadoras también habían caído al mundo tomando forma humana, y estaban influyendo en la vida de los hombres, por lo que decidió encerrarlas o debilitarlas gracias a...

-   Leya se dio cuenta de que sus creadoras también habían caído al mundo tomando forma humana, y estaban influyendo en la vida de los hombres, por lo que decidió encerrarlas o debilitarlas gracias a

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- ¿A qué? -pregunto Laertes con impaciencia por saber el fin de aquel relato.

- Ni idea, ahí se pierden los manuscritos y las pinturas se vuelven de difícil interpretación.

- ¿Y entonces? -quiso saber el príncipe.

- Lo que dicen algunas historias es que tanto Caosad como Bonluz siguen por ahí, la primera haciendo desdichada la vida de los hombres, la segunda llenándola de luz. Que un día el reino del Caos de Caosad se hará poderoso y cavara con la luz de Bonluz, pero entonces Leya volverá y las encerrar para siempre.

- ¿En serio? -dijo con duda

- Claro que no. Es una leyenda, pero sirve para mostrar cómo han de comportarse las personas, es como la Hueste Escarlata que se emplea para atormentar a los niños o la malvada bruja Hécate.

- ¿Y entonces?

- Y entonces, ¿qué? -cuestiono Odette.

- ¿Por qué te ayuda Shyla? -cuestiono Laertes.

- Porque las tradiciones es importante saberlas todas tiene algo de verdad y dan lecciones de vida. -dijo de forma simple para salir de la cueva.

Mientras tanto Layla prometida de Laertes se encontraba en el palacio de Atalanta el cual había sido abandonado por su prometido hace ya cuatro años.

Pero al igual que su futuro prometido y cuñado el cual también había partido hacía un año al reino de Ignis para curtirse como uno de los mejores caballeros, ella estaba estudiando innumerables disciplinas como filosofía, política, historia, geografía, astronomía, medicina...

Matayrit I (Balada de Pardales)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora