Cuidado, una tormenta se aproxima y tu fortaleza se encuentra en ruinas...
Cuidado, las primeras gotas comienzan a golpear la tierra y no hay nadie quien nos proteja...
Cuidado, estira tu mano que ya no la alcanzo...
Mientras todo gira en torno a la rueda, tocando al ritmo de una escandalosa trompeta, las ideas se me arrugan y mi cuerpo se congela.
Escucho risas y burlas, pero nadie que las detenga...
Y a pesar de que el ciclo de la vida avanza, aún veo a mi conciencia chapoteando en el mismo lago de agua salada.
Pero pronto mi afán llegará al otoño y con él, la muerte en tallos de rosas revelará lo que mi alma alguna vez perdió...
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Las cuatro estaciones de un corazón quebrantado
PuisiEl que estés aquí me llena de alegría, pues no me concierne si el mundo no quiere leer, pero saber que al menos un alma aventurera decidió habitar aquí por algunos segundos, es un sentimiento de consecución que nada puede interrumpirlo. Seré breve c...