Cuando no me pertenecen.

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Por naturaleza mi corazón baila al ritmo de la música, incluso cuando no hay música. Él puede inventar la suya propia, pero a veces se pasa de listo y envuelve su esencia a personas que no debería: el mundo, en general.
Mi corazón ama perseguir la tristeza, pues sabe que con la receta secreté las heridas se cierran. Él sabe ser rudo y mantener el orden, pero esa cara se borra cuando ve una mueca junto a las lágrimas que incitan a la tristeza.
Mi corazón comparte su esencia con todos, pero es tan cariñoso que olvida que el camino es corto y pronto tiene que decir un extenso adiós que le causa un poco de dolor...
"Quiero, pero si lo hago, querré quedarme. Y si me quedo por mucho tiempo, luego me destruirá apartarme. Por eso no puedo."
A mi corazón no le impido el ser quien eso, y jamás lo haré, solo te pido que cuides bien de él, pues ahora seré yo quien cure tus heridas, así que trata bien las mías.

Las cuatro estaciones de un corazón quebrantado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora