Era de noche en la ciudad de Orario, ya faltaba poco para que fuera media noche.
Y en cierta sede de la familia de la justicia una bella oriental salía de su hogar y ver tranquilamente el patio cubierto por la luz de la luna.
En sus manos cargaba un termo cargado de café caliente y en su otra mano tenía una bolsa con galletas que sobraron de las que preparo su diosa.
¿Su objetivo?.
Hacer guardia durante toda la noche y ver el momento exacto donde Bell colocaba esa dichosa carta en el buzón.
Porque si, era él, en su mente creía ciegamente que era él.
-será una noche larga así que más vale venir preparada -pensó viendo su termo lleno de café y su bolsa con galletas-. Pero antes......
A paso tranquilo camino hacia fuera de la sede abriendo suavemente las rejas e ir a un lado de estas donde estaba el buzón para abrirlo y verificar si había una carta.
Y estaba vacío.
-bien, tengo que estar alerta.
Y con esos pensamientos volvió a entrar al patio de la sede y fue a esconderse a un lugar donde el albino no pudiera verla pero ella si, era perfecto para atraparlo con las manos en la masa.
-ya veras Bell, descubriré tú secreto -pensó con una pequeña sonrisa de emoción bebiendo un poco de su café y comiendo una galleta.
Le estaba gustando hacer eso, desde hace años que no se entretenía con algo y ahora este tema de la carta era una especie de reto para ella de no descansar hasta averiguarlo.
Claro, era divertido siempre y cuando no fallara ya que si llegaban a burlarse de ella de cualquier forma pues lo divertido desaparecería, ella tenía que estar un paso adelantado de ese chico misterioso, ella lo atraparia si o si.
-ahora solo queda esperar -pensó relajándose en su escondite y comer sus galletas y beber su café.
El resto de la familia todas estaban durmiendo en su respectiva habitación siendo Kaguya la única aun despierta.
Solo esperaba que eso valiera la pena ya que estaba dejando pasar sus horas de sueño.
Mientras en el cuarto de Astrea.
Esta dejo un libro en su mesita de noche después de haberlo leído un poco.
Le gustaba leer antes de ir a dormir, hacer eso la relajaba.
-bien, mañana será un nuevo día -pensó la diosa tapando su cuerpo con las sábanas y ver el techo con una pequeña sonrisa-. Mañana es lunes, me pregunto que me dirás en esta nueva carta....chico misterioso.
Y con esos pensamientos y con una bella sonrisa en su rostro Astrea cerró los ojos ansiosa para que sea de día otra vez.
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.Al día siguiente.
Cinco de la mañana.
Aun estaba un poco oscuro en la ciudad pero no tardaría mucho en amanecer y en el patio de la sede en cierto escondite estaba Kaguya aun sentada con unas pequeñas ojeras bajo sus ojos ya no teniendo ni un poco de café y galletas con ella.
No había cerrado sus ojos en ningún momento para no perderse ni un pequeño detalle pero no había sucedido nada.
-mmmm Astrea-sama se levanta a las seis de la mañana para ver el correo, aun falta una hora más -pensó convencida de que ese chico aparecería.
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Cartas a una diosa
FanfictionAstrea a estado recibiendo cartas de amor de una persona misteriosa así que las chicas de su familia se verán en la tarea de averiguar quien es esa persona que esta interesada en su Diosa.