No cansado de caminar, de cazar, de pasar tiempo con sus hijos o follar todo el día como un conejo con su esposa.
No, para eso él nunca estaba cansado.
Sin embargo, en esta situación es diferente.
-Mierda... - suspiro para después sentarse en un tronco que había por la zona – joder...
Su respiración era rápida, pero no lo suficiente como para tener un ataque, sus músculos estaban tensados y manchados de sangre, de hecho, casi todo su cuerpo estaba manchado de sangre, que no era de el.
-¡Maldito carbón! – agarro una piedra que estaba cerca y se la lanzo al cuerpo sin vida de uno de los anteriores habitantes de la tierra antes de la extinción, una de las primeras bestias primordiales, un titan acuático, El leviatán.
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(Se que este no se parece al origina, pero me encanta este diseño)
Pero ¿Cómo es que un simple humano logro asesinara tal bestia?
Pues fácil, el no era del todo humano.
El era el primer hijo del creador.
Obviamente tendría habilidades que un simple humano no tendría.
Y además este no era su primer combate contra este tipo de bestias, ya antes se había cargado a una pocas para proteger a su familia.
Aproximadamente ya tenía 30 hijos, contando el que tenía eva en su vientre, los cuales tenía que alimentar.
-Familia hoy se cena – se dijo a si mismo mientras miraba el cadáver de la bestia.
Sin duda sería un buen banquete.
Aunque este se preguntaba, ¿Cómo carajos se lo iba a llevar?
Pero antes que siquiera pudiera levantarse del tronco.
-Hola adam~...
El cuerpo de Adam se tensó y congelo al escuchar una voz que pensó y quiso jamás volver a escuchar.
-¡¿LILITH!? – Se levanto de golpe y se giro alver a su exesposa.
Lilith, la "primera mujer", la primera traidora, lapecadora de la lujuria, la ramera, la zorra, la infiel, ect, ect.
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-Oh~, que pasa querido, ¿Me extrañaste? ~ - hablo en u todo coqueto como si nada de lo que hubiera pasado en el edén pasara.
-¡¿Qué carajos haces aquí perra!? – hablo con furia y un poco de miedo, nadie más que el sabia de lo que era capaz Lilith, después de todo era casi su igual.
-O nada en especial, solo quiera estar alejada un poco del infierno y...mi estúpido esposo – lo último lo hablo por lo bajo –asi que decidí ver pelear contra esa bestia, de vo decir que fue emocionante verte y ... - camina hasta estar enfrente de Adam – Excitante~.
Adam pudo haber apartado a lilith, insultarla y luego irse corriendo como, pero no lo hizo, mejor dicho, no pudo hacerlo.
No podía hacer nada.
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Habían pasado 9 meses desde que Adam había luchado contra el leviatán.
9 meses desde su desaparición.
Decir que Eva esta preocupada seria decir muy poco, estaba alterada.
Ella sabía que su esposo era duro de matar, literal, no existía criatura o bestia en la tierra que pudiera matar a Adam.
Pero de ser el caso...no, no, no, no, no.
Ella no quería pensar lo peor.
Seguro que el se estaba bien, talvez el...el...
-¡Madre! – el llamado de su hijo Abel saco de sus pensamiento a la madre de la humanidad - ¡Padre a vuelto!
Esa frase hizo que eva se sintiera contenta, feliz, emocionada y con ganas de llorar.
Rápidamente salió de su casa (estaban en una especia de aldea construida por ella y adam,) para ir al centro de la aldea y ver a su esposo.
Al llegar eva sintió feliz de ver a su esposo.
Pero algo paso.
La felicidad casi se había ido un poco y en su lugar llego la curiosidad y un poco de enojo.
Adam había regresado sí, pero no solo.
Traía con ellos 7 niños, una niña y 6 varones, que no eran hijos de eva.
