Y creo todo, estrellas, planetas, galaxias, universos, etc.
Todo lo hizo solo.
Pero él no estaba solo.
tenía una acompañante, una que no sabía que existía, pero sabía que estaba ahí.
La maldad.
La oscuridad
Todo lo malo
Algo que no se podía ver, pero si sentir.
El no le tomo importancia, porque no podía verla.
Pero ella a el si, siempre lo observo.
Creando todo.
El cielo, los ángeles, serafines, su reino.
No entendía el porqué, pero solo se limitó a observar.
Hasta que el decidido crear algo diferente.
A la humanidad, a él, el primero.
Observo como lo creo, como uso parte de su sangre en el, como lo nombro, como le indicó su propósito y como lo dejo en su hogar.
A ella le pareció interesante al humano nombrado Adam, el primer hijo de dios.
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Lo observó cómo nombraba las cosas, lo furtos, los animales, todo.
Observó como dormía, como era visitado por sus "Hermanos" como creaba cosas, como se divertía, como vivía su vida.
Pero todo cambio un día, en que ella se acercó demasiado a él, observándolo como este descansaba en un árbol.
Entonces, algo imposible para ella, sucedió.
-¿Quién eres tú? – el la logro ver.
-...-No hablo, no podía, estaba sorprendida, y asustada, alguien por fin la logro ver- ¿Tu...Puedes verme?
-Bueno...te e visto desde hace días, pero nunca me atreví a hablarte temía que no me escucharas o que te asustara – hablo con sinceridad, el era...un poco inocente– Soy Adam, ¿tu como te llamas?
-Yo...No tengo nombre.
-Oh, ¿Enserio?, bueno pues... - se quedó callado por unos segundos, hasta que hablo – Serás Roo...si, !Tu nombre es Roo!
-¿Eh? – La especie de nombre, le llamo la atención – ¿Roo?
-Si, Roo.
-Roo...¿Por qué?...– Curiosa y sorprendida, por fin tenía un nombre, uno dando por el hijo de dios.
-Padre me en comendó la tarea de nombra todo, y darle un significado, y como dijiste que no tenías nombre pues te di uno, ¿no estas contenta por eso?
¿Contenta?, estaba encantada, por fin tenía un nombre, ella era roo, El mal encarnado, un mar de emociones desconocidos para ella se almacenó, así que asustada se fue, no sin antes decir:
-Gracias – se fue, dejando al primer hombre confundido y triste de estar solo en el edén.
Aun que, sin saberlo, todo cambiaria con la próxima creación de su padre.
