𝐏𝐀𝐑𝐀𝐆𝐔𝐀𝐒 ☂️ 1/2

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𝐏𝐎𝐕' 𝐎𝐌𝐍𝐈𝐏𝐑𝐄𝐒𝐄𝐍𝐓𝐄

El clima tranquilo de todos los días fue remplazado por una gran lluvia que duró días, hoy es uno de esos. El juez Hiashi Hyuga, se despertó de buen humor después de una ocupada noche con su mujer, esta con una sonrisa que sorprendió a sus hijas al verle.

- Buenos días padre- saludo educada mente la mayor de ellas.

- Cómo estas father, veo que éstas muy contento él día de hoy- comentó con una sonrisa pícara la menor.

- Buenos días hijas mías- saludo sin dejar de sonreír- Sí, estoy de buen humor hoy Hanabi.

- Claro, después de una gran noche quien no.

- ¡Hanabi!- reprendió su padre.

- ¿Qué? ¿Acaso no te alegra pasar tiempo con mamá?. Digo, cómo ayer la llevaste a cenar- respondió inocentemente.

Hiashi sólo desvío la mirada, estaba un poco avergonzado, ante esto la menor soltó una risita. Hinata se levanto de la mesa para dirigirse a la salida, se le estaba haciendo tarde.

- Señorita, ¿adónde  creé que va?- preguntó su padre, es domingo y no hay clases.

- Iré al parque, sólo quiero caminar un poco.

- Mmm de acuerdo...- hablo no muy convencido el Hyuga- sólo recuerda venir temprano, quiero que conozcas a unos amigos míos.

- Claro, no tardaré- le brindó una sonrisa a su padre y se fue corriendo hacía el parque.

- Ja, yo creo que se vera con alguien- comentó Hanabi mientras des gustaba su desayuno- estaba muy linda.

- Tonterías, mi Hinata no ira a ver a nadie, sólo quiere tomar algo de aire - fruncio el ceño mientras tomaba un sorbo de su café- ella nos diría si fuera así, además apenas término con su novio, ese tal Terneri.

- Primero, es Toneri- corrigió la menor- Segundo, ni siquiera le gustaba, sólo salió con él por lástima y tercero- se levantó al terminar su desayuno- espero que haiga tomado un paraguas antes de salir corriendo.

                      (...)

Mientras qué en el parque, un rubio esperaba a su amiga sentado en una banca con un paraguas naranja en mano. Miró el cielo repleto de nubes, en cualquier momento comenzaría a llover sólo esperaba qué Hinata llegara a tiempo, no podía posponer más lo que tenía que decirle.

Sintió que alguien tapaba sus ojos y luego escuchó una risita, sabía de quien se trataba.

- Nunca cambias eh Hinata- no pudo evitar sonreír.

- No, nunca- respondió soltando al rubio para sentarse a su lado- Ya estoy aquí, dime, ¿qué querías decirme?.

- Mmm... Bueno yo...- Su nerviosismo volvió- Yo te cité aquí para decirte...

- Para decirme...- animó con una sonrisa- puedes decirme, después de todo somos amigos- golpe duro para el rubio.

- Amigos...- no quería ser su amigo, quería ser más que eso- Yo... Quería decirte que me gusta una chica.

Silencio, esa fue la respuesta que recibió,  no le mentía, si le gustaba una chica, sólo que ella era la chica que por cobarde no lo dijo. La verdad, es que desde hace mucho tiempo le gusta y hoy planeaba confesarle sus sentimientos, pero al escucharla decir que eran amigos, se acobardó ya lo habían rechazado varias veces y lo había tomado bien, pero sentía que si ella lo rechazada, literalmente no podría resistirlo.

- Eso es maravilloso- soltó después de varios segundos de silencio- ¿Quién es la chica?.

- Es un secreto- respondió sonriendo cómo pudo.

- Oh, vamos ¡Dime!- dijo poniéndose de pie- al menos dame una pista.

- Mmm... De acuerdo- muy bien, ah arriesgarse- Sus ojos son claros, cómo de color lavanda pero con un brillo Lila.

- ¿Shion?- respondió con el ceño fruncido para recibir una negación de parte del rubio- Que alivió, ella no me cae muy bien.

- Jajajaja, nunca entenderé porque te cae tan mal- no es ningún misterio que la heredera Hyuga y Shion se lleven mal, bueno, sólo para el rubio- Además, el color de ojos de Shion es cómo de un rosa palo, no de un bonito lavanda.

- Sabes que ni siquiera la veo más de dos veces, y eso es de lejos- eso es verdad, sólo la ve en el instituto y hace lo posible para no verla, o para que Naruto no la vea- Dame otra pista.

- Su cabello es largo de color oscuro.

- ¡¿La enfermera Shizune?!- exclamó con sorpresa- O a caso es Shizuka?.

- ¿Qué? No, ninguna de las dos- suspiro- su cabello es una mezcla de mechones azulados y morados.

- Mmm otra pista- nerviosa, así se sentía ahora- Dame otra pista.

- Es bajita- respondió con simpleza- muy pero muy baji...

Un trueno lo interrumpió, no se habían dado cuenta de que el cielo se oscureció dando aviso de una tormenta. Pobre de la ojiperla que no traía paraguas.

- Demonios, qué feo esta el clima- el rubio abrió su paraguas tomando la mano de Hinata para empezar a caminar hacía la casa de está- Cómo no trajiste un paraguas, te acompañaré hasta tú casa.

- Esta bien, pero dime quien te gusta.

- Te di las pistas, descubrelo.

- Pero no quiero descubrirlo, quiero que me lo digas- hizo un puchero que derritió al rubio.

- No te dire nada- y sin previó aviso, Hinata le quitó el paraguas- ¿Hinata que te pasa? ¡Nos vamos a mojar!.

- Primero dime quién es la chica- demandó dando un paso hacía el frente- dime quien es la chica que te gusta.

- Devuelve me el paraguas- la chica negó alejándose dos pasos más- ¿No creés que éstas siendo muy infantil? Hinata en serio no me quiero mojar.

- Pues ya éstas mojado- la lluvia los había empapado a los dos- Dime quien te gusta.

- No te diré- se dio la vuelta dispuesto a irse- Nos vemos luego.

- ¿Te iras?- se quedó perpleja al verlo darse la vuelta- No puedes irte, pescarás un resfriado.

- ¿Y de quién sera la culpa?.

- Tuya por infantil- le gritó para luego correr a su lado- No puedo creer que te vayas así.

- No puedo creer que me quitarás mi paraguas y no lo uses- dejo de caminar al llegar a las escaleras que conducen a su departamento- Hinata no quiero que te resfries y parece que esta condenada lluvia nunca terminará, pasemos a mi depa, te quedarás está noche.

- Esta bien, sólo que tendré problemas con papá por no llegar- comentó al subir las escaleras- quería presentarme a unos amigos.

- Puros viejos tomando Wisky y fumando tabaco- sólo una carcajada al imaginarse eso- aunque dudo que él viejo Hiashi permita que fumen en su casa, y más con la señora Hana estando presenté.

- Si, mamá nunca lo permitiría.

Entraron al departamento del rubio, donde ambos tomaron una ducha y cenaron tranquila mente. Estaban ahora mismo en él sofá de la pequeña sala viendo una película cuando la ojiperla hablo.

- ¿Quién te gusta?.

𝐎𝐍𝐄-𝐒𝐇𝐎𝐓𝑺 ❦  𝐍𝐀𝐑𝐔𝐇𝐈𝐍𝐀 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora