𝐎𝐍𝐄-𝐒𝐇𝐎𝐓𝑺 ❦ 𝐍𝐀𝐑𝐔𝐇𝐈𝐍𝐀

𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐆𝐔𝐄𝐑𝐑𝐀 ⚔️

𝐏𝐎𝐕' 𝐍𝐀𝐑𝐔𝐓𝐎

Todos me odiaban, mis padres, mis tíos, primos y hermanos. Literalmente todos los dioses me odiaban, me presento, soy Naruto, dios de la Guerra sangrienta, la virilidad y la fuerza bruta. Mis padres son, Minato y Kushina, mi padre dios del trueno, rayo los cielos y los dioses y mi madre su legítima esposa y diosa del matrimonio y el espacio sideral.

Mi nacimiento fue muy esperado por mi madre, que pensaba, que si le daba él hijo varón que mí padre tanto esperaba, dejara sus aventuras y le seria fiel. Lastimosamente para ella, no fue así, mi padre al verme nacer se decepcionó de mí, ya qué al ser yo él dios de la guerra, no le dio ninguna gracia esto. A medida que fui creciendo mi carácter también lo hizo, fui un niño travieso, lo que hacia que me metiera en problemas. Por lo qué mis padres tomaron la decisión de mandarme a Tracia, dónde terminé de crecer junto con Karin, diosa de la discordia. 

Después de un tiempo, decidí volver a Konoha, dónde mis padres y los dioses me recibieron con miradas de odio y desagrado. Se que me odian y la verdad no me importa. Al cruzar las puertas del palacio de mis padres, pude notar a todos mis medios hermanos por parte de mi padre y el adefesio de mi hermano Nagato, un terrible error que cometió mi madre al traer a semejante criatura al mundo. Pero al lado de él, estaba la criatura más bella de todas, la diosa que con sólo mirarla me enamoró.

Ella, la diosa de el amor pasional, la belleza, sensualidad femenina, y fertilidad, Hinata, ese era su nombre, tan hermoso cómo lo es su portadora. Cuándo la mirada de ella se poso en la mía, supe que en ese instante, todo cambiaría.

Pensé en pedirla cómo mi esposa, claro, primero tendría que cortejarla y cuándo la enamorará, pediría su mano y me casaría con ella, pero cómo todo está en mi contra, no se pudo, la razón es simple, ella estaba casada con el adefesio de mi hermano.

Eso no me importo, tal vez no la tendría cómo esposa, pero si cómo mi mujer. Por lo que pude averiguar, ella no se caso con Nagato por elección, ella fue obligada a casarse con él, mis padres la casaron con él por la venganza de Nagato en contra de mi madre, el muy maldito la pidió cómo esposa sin importarle sus sentimientos. Si antes lo detestaba, ahora lo odiaba.

Sabía que Nagato no pasaría tiempo con ella, por ser el dios de la forja y los herreros tenía mucho trabajo, ella pasaría tiempo sola todo el tiempo, y esa seria mi señal para estar con ella, claro, eso seria en la noche dónde la representación del sol, Ashura, no nos viera y Kaguya la representación de la luna, estuviera presente.

Todas las noches entraba en su habitación y la cortejaba, le traía regalos y pasaba tiempo con ella, dónde me enamoré de ella aun más, no sólo su físico era hermoso, toda ella lo era. Sí, bien nació con una edad adulta, era muy infantil, pero eso no le quitaba lo hermosa que era, sólo aumentaba su atractivo, era inteligente y muy traviesa, literalmente causó mal de amor en toda Konoha con tal de vengarse de todos los dioses y diosas por lo mal que se portaron, no sólo con ella, si no con todas las personas que no le rendían tributó o sólo no eran de su agrado.

En una de las tantas noches que fui a verla, ella me esperaba en su cama matrimonial con una sonrisa y sin nada de ropa, dejándome apreciar su bella figura, esa noche la hice mía, cómo todas las que siguieron después de esa. Para que Ashura, no nos descubriera, le pedi a mi leal sirviente Udon, para que nos avisará antes de que saliera el sol.

Por las noches nos amábamos de manera pasional, para mí las noches que pasábamos juntos eran las mejores de mi larga existencia, amaba a Hinata y ella me amaba a mí.

Una noche después de hacer el amor, Udon se quedó dormido y no nos aviso, para cuándo salió el sol y nosotros nos fuimos del templo de Hinata y Nagato, Ashura ya nos había visto y se lo contó a Nagato. Una noche cuándo Hinata y yo estábamos en pleno acto, una red fina pero fuerte, nos atrapó a los dos.