Capítulo 13 Final

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Pov Bill

Sentía la cálida mano de mi madre acariciando aún mi cabello, mis ojos y garganta dolían y mi rostro palpitaba hinchado, había llorado tanto hasta saciarme que ahora solo producía un pequeño quejido acompañado de cortos jadeos. 

--Bill-- escuché el tierno tono de voz de mi madre.

Alcé la mirada hacía ella sin poder distinguirla bien por el escozor que sentía en los ojos, me acomodé sobre la cama y me pasé el dorso de la mano por mis mejillas limpiando los rastros de las lágrimas que quedaban. 

--Ya estás más tranquilo amor? 

--Eso creo, solo me duele la cabeza ligeramente. 

--Bien, por que creo que alguien te busca, deberías  bajar a ver quién es corazón. 

Fruncí mi ceño. 

--¿Por qué ? quiero quedarme aquí hasta que mi rostro se arrugue por toda el agua salada que sale de mis ojos --volví a hacerme bolita en la cama. 

--No te comportes como un mocoso, Bill. Levántate o sino--

Un fuerte golpe inundó la habitación haciendo que mi madre y yo pegáramos un salto, la puerta cayó al suelo cuarteándose en grandes pedazos dejando ver a su paso a Tom y Georg que, en el segundo en que hicieron contacto visual conmigo se abalanzaron sobre mi cuerpo aplastándome con los suyos, otro fuerte ruido seguido de un quejido me hizo dar cuenta que estos idiotas habían tirado a mi madre al suelo en su arrebato hacía mi. 

--¿ Bill, dónde estabas?

-- ¿ Bill, quién mierda era el tipo del auto?

-- ¿ Por qué huiste así de nosotros?

-- ¿ ya no nos quieres? 

Las preguntas de ambos me bombardearon sin imprevisto sin poder responder siquiera a alguna de ellas. 

--¡CALLENSÉ! --ambos chicos se levantaron de encima mío y me miraron con los ojos abiertos. 

-- Lo sentimos -- corearon. 

--Mmh- mi madre llamó nuestra atención -- creo que olvidé comprar algo importante -- le dedicó una seria mirada a los chicos -- Tom, Georg, quedan en su casa y Bill --suavizó sus ojos --Suerte hijo.-- me guiño el ojo y se fue. 

Todos nos quedamos en silencio por un momento hasta que la mano de ambos tomaron cada uno de mis brazos para llamar mi atención. 

--Bill -- dijeron al unísono y se miraron enfadados entre ellos. 

-- ¿ qué pasó cariño? -- al final fue Georg el primero en dirigirse a mí.

Yo desvié a la mirada al suelo sintiendo una punzada de dolor en mi pecho mientras la imagen del ellos dos sonriendo felices con esos omegas se colaban en mi mente. 

--¿ estás bien precioso? --la mano de Tom de tomó suavemente mi mentón y lo alzó para que los mirara a ambos. 

No pude sostenerles la mirada ni por cinco segundos, las lágrimas comenzaron a brotar nuevamente pero esta vez se sentían como vidrios rotos saliendo de mis ojos, lastimándome. Ambos hundieron sus rostros en el hueco de mi cuello dejándome sentir sus respiraciones chocando contra mi piel sensible. 

Sus manos viajaron hasta mis caderas abrazándome cada uno de forma lateral, un dulce y tranquilizador aroma inundó lentamente el ambiente, obligándome a calmarme y que mis llantos se convirtieran en pequeños sollozos y quejidos.  El delicado roce de sus labios hizo que me estremeciera. 

De forma sincronizada alzaron su rostro y besaron cada comisura de mis labios, sin llegar a tocarse entre ellos siguieron dejando pequeños besos húmedos en mis mejillas, frente y orejas. Ambas manos se escabulleron dentro de mi camiseta solo para deslizar sus dedos sobre mi piel.

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