Once

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Revolví un poco más la caja, ya estaba resignada, no había vuelta atrás.

Seguí leyendo algunas de las notitas sueltas que estaban en la caja pero la que más me llamó la atención, fueñé una nota color azul.

"Todavía no se ha terminado. Tendrás que seguir buscando. Ya deberías saberlo, ¿por qué debería decírtelo?"

¿Por qué debería saber el qué? ¿Qué tenía que seguir buscando? ¿Quién habia enviado esta caja?

Limpié las lágrimas que recorrían mis mejillas y respiré hondo hasta que logré calmarme.

—Debería contarle esto a Beomgyu, no puedo guardarmelo —pensé. No quería cargar a mi mejor amigo con mis problemas, pero esto era algo que no podía ocultarle a él.

Apreté con tanta fuerza el papel que se rompió una esquina. Realmente mi estabilidad emocional colgaba de un hilo desde hacía ya un tiempo, y ahora, la vuelta de Yeonjun y la caja cuyo remitente era desconocido, podrían ser la gota que derramara el vaso.

***
Yeonjun

Me despedí de Jay con un abrazo de amigos, de esos abrazos fuertes que indicaban que nos habíamos extrañados.

¿Qué tenía en la cabeza en ese momento?

Relamente la noche había sido espectacular. Jay seguía cocinando de diez y no podía quejarme de su atención, pero la incomodidad entre nosotros era grande y el silencio repentino crecía en nuestras conversaciones.

Conduje hacía casa, la calle oscura era deprimente, nadie caminaba por las veredas, y era entendible teniendo en cuenta el horario, pero, para ser sincero,  haber visto a alguien en ese momento podría haber aliviado un poco esa soledad creciente que tenia en mi interior.

Había pasado tiempo con Jay, si. La había pasado bien, si. Pero, volver a ver a las personas que habia dejado atras hacia que me preguntara si realmente habia tomado una buena decisión al irme a Estados Unidos y fingir interés en empezar una nueva vida.

Necesitaba despejarme. Necesitaba respirar. La noche se volvía abrumadora y no me otorgaba esa paz que necesitaba en lo absotulo.

Seúl se veía tan grande, solitaria y silenciosa que hacía que buscar algo bueno en las luces de colores de los puestos de comida callejeros fuera en vano.

Eso solía gustarme. Cuando no estaba solo. Habia cometido errores de los que no estaba enterado y eso me habia costado mi vida social.

Llegué a casa y entré con mi abrigo en mi antebrazo. Lo colgué en el perchero y respiré hondo.

—Mañana debería ser mejor... Yo debería ser mejor...

***
T/n

No sabía cómo pero me había quedado dormida. Aparentemente, la carga emocional de la noche anterior me había agotado hasta el punto de dormirme sin siquiera darme cuenta.

Me estiré un poco en el sofá, el dolor que sentía en la columna dorsal era fuerte y eso era debido a la incomodidad del sillón para dormir.

Para mi sorpresa, me había despertado treinta minutos antes del horario de ingreso al trabajo, y claro, no tuve mejor idea que ducharme, poniendo en juego mi puntualidad.

Back to me ★ [Yeonjun x T/n]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora