Capítulo 5: Decisiones

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Shinobu estaba sentada frente al altar de su hermana, después de mucho pensar no sabía qué hacer, por un lado, estaban sus responsabilidades con la finca mariposa y la cofradía, por otro lado, estaba su venganza, pero ahora, había un tercer factor.

- ...Tomioka san.

Shinobu había pasado mucho tiempo en la que era la habitación de Kanae, se había metido tanto en sus pensamientos que no se había dado cuenta de la hora que era. La luna se podía ver por la ventana y muchos pacientes y heridos habían llegado, sin embargo, ella no salió para atenderlos.

Shinobu seguía pensando en lo que iba a hacer, pero un par de toques en la puerta la sacaron de sus pensamientos.

- ¿Sí?... Adelante.

La puerta se abrió mostrándole a Shinobu que la persona que tocaba la puerta era su hermana menor Kanao. Ella entró a la habitación y cerró la puerta tras de ella, dio un par de pasos y se quedó parada en su lugar.

Pasaron unos segundos y Shinobu sonrió al darse cuenta de que su hermanita esperaba alguna indicación, aun así, a Shinobu se le hizo raro que Kanao la estuviera buscando, quizás alguien más le pidió buscarla.

- Ven Kanao, siéntate por favor.

Kanao asintió y caminó un poco para estar enfrente de su maestra y sentarse en el segundo cojín que había en la habitación. Shinobu veía todo en silencio y justo cuando la menor terminó de sentarse, vio atrás de ella la ventana y se dio cuenta de que ya era de noche.

- Ara ara, pasé mucho tiempo aquí que no me había dado cuenta de lo tarde que era, me imagino que Aoi te mandó a buscarme, lo lamento, las deje a todas con las responsabilidades de la finca. Lo siento.

Kanao miraba en silencio a su maestra y después de un par de segundos negó con la cabeza.

- ¿No? ¿No te mandaron a buscarme? – Preguntó Shinobu.

Nuevamente la adolescente volvió a negar.

- ¿Entonces...? ¿Me estabas buscando?

Ahora la menor asintió. Esto enterneció a Shinobu y volvió a sonreírle.

- Ara, ¿En qué te puedo ayudar, Kanao?

Kanao miraba fijamente a su maestra y llevó su mano hacia su bolsillo, sacó una moneda de bronce y la lanzó al aire con el pulgar. Shinobu miraba atentamente como Kanao atrapaba la moneda y después de ver lo que había salido, su hermanita le habló.

- Estaba preocupada por usted, maestra.

- Ara ara.

Shinobu volvió a sonreír y le contestó a su hermana.

- Te agradezco que te preocupes por mí, pero como puedes ver estoy bien, no me pasa nada malo.

- Eso no... eso no es cierto – Le respondió Kanao

- ¿Eh?

Kanao se tomó un corto tiempo en volver a hablarle a su maestra.

- Cuando la maestra está bien, su rostro se ve cálido y sin imperfecciones, sus ojos son amables y cariñosos, pero hoy, sus ojos han estado un poco más cerrados de lo normal, como si no pusiera atención a su alrededor.

Shinobu estaba a punto de decirle que no había nada raro en ella, pero recordó que Kanao tenía un gran sentido de la vista y podía ver los pequeños cambios involuntarios que hace una persona, aunque ella no hablé mucho, Shinobu sabe que su pequeña hermana pone mucha atención a los detalles.

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⏰ Última actualización: Sep 07 ⏰

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