Capitulo 12

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Daylen estaba decidido a ganarse el corazón de mi mamá. Un día, mientras estábamos en mi habitación, tuvo una idea brillante.

—¿Qué tal si organizamos una cena especial para ella? propuso con una sonrisa traviesa. Podemos cocinar algo delicioso juntos.

Reí, imaginando la escena. —¿Tú cocinando? Esto va a ser un espectáculo.

—¡Hey! No subestimes mis habilidades culinarias,-dijo, haciendo una pose dramática. Soy un chef en formación.

—Chef en formación, ¿eh? Bueno, ¡manos a la obra! respondí, sintiéndome emocionada por la idea.

La noche de la cena llegó y estábamos en la cocina, llenos de risas. Daylen intentó seguir una receta de pasta.

—¿Cuánto es ‘una pizca’?preguntó, mirando un frasco de especias con cara de confusión.

—Eso depende de cuán atrevido te sientas, le respondí riendo. ¡Vamos a arriesgarnos!

Mientras cocinábamos, él hizo un intento fallido de bailar al ritmo de la música que sonaba en la radio.

—¡Esto es un desastre! exclamó mientras casi derribaba el aceite.

—¡No! Es un arte culinario moderno,bromeé. Podríamos venderlo como performance.

Finalmente, servimos la cena en la mesa. Mi mamá entró y se quedó sorprendida al ver la mesa decorada y el delicioso olor que emanaba de los platos.

—¿Qué es todo esto? preguntó, con una mezcla de sorpresa y desconfianza.

—Una cena especial para ti,-dijo Daylen con una gran sonrisa. Espero que te guste.

Ella se sentó cautelosamente. Mientras comíamos, Daylen hizo todo lo posible por mantener la conversación ligera.

—Así que señora, ¿cuál es su plato favorito? Porque si me da la receta, prometo no fallar como esta noche, dijo él  mientras señalaba un plato que no había salido tan bien.

Mi mamá sonrió ligeramente, sorprendida por su atrevimiento. —Me gusta el pescado a la plancha.

Daylen asintió con seriedad. —Perfecto. Lo haré mejor que este desastre.

Durante la cena, Daylen hizo un comentario gracioso sobre cómo había aprendido a cocinar viendo programas de televisión.

—Siempre pensé que cocinar era fácil hasta que intenté hacer esto, bromeó mientras señalaba su plato fallido. Ahora sé que es más complicado que resolver ecuaciones matemáticas.

Mi mamá soltó una risa genuina y se relajó un poco más.

—Bueno, al menos tienes buen sentido del humor,dijo ella.

Después de cenar, decidimos jugar algunos juegos de mesa para romper el hielo aún más. Daylen propuso jugar a "Pictionary".

—Mamá, te advierto que soy el Picasso del dibujo,- dijo él con confianza.

Ella se rió y respondió: —Eso lo veremos.

Al principio, Daylen dibujó algo abstracto que nadie pudo adivinar.

—¿Es un gato o una ensalada?pregunté entre risas.

—Es un perro... ¡obvio! contestó él indignado.

Finalmente, mi mamá se unió a las risas y comenzó a participar más activamente en el juego.

Con cada broma y cada momento compartido esa noche, noté cómo mi mamá comenzaba a aceptar a Daylen poco a poco. Cuando se despidió de él al final de la noche, incluso le dio un abrazo.

—Tienes potencial, le dijo ella con una sonrisa cómplice.

Cuando Daylen salió por la puerta, me miró emocionado. —¿Lo viste? ¡Funcionó! Estoy dentro.

Después de esa noche mágica, nuestra relación floreció aún más.

Al día siguiente decidimos dar un paseo por el parque cercano; era uno de esos días perfectos donde el sol brillaba y las hojas caían lentamente.

Mientras caminábamos juntos, Daylen me tomó de la mano y comenzó a contarme chistes .

—¿Sabías que los árboles nunca hacen chistes malos? Porque siempre son ‘hojas’,- dijo él riendo mientras yo me reía sin parar.

Luego nos sentamos en una banca del parque y él sacó unos bocadillos que había traído: unas galletas caseras.

—Las hice yo, me dijo orgulloso. No son tan malas como mi pasta.

Tomé una galleta y le di un mordisco; estaban deliciosas. —¡Wow! Esto sí es impresionante,respondí con entusiasmo.Deberías abrir tu propio negocio.

Él sonrió con picardía. —Solo si tú eres mi socia.

Mientras caía el sol y las sombras se alargaban, miré hacia él con complicidad.

—Prometemos nunca dejar que nadie arruine nuestra diversión,-dije guiñándole un ojo.

Él asintió firmemente. —Nunca lo haremos.

-Estar con el me hacía feliz ,pensar que no lo soportaba y ahora lo miro como lo más lindo del mundo ❤️

{Dos días después }

En la universidad, se organizó un compartir de comida y yo había preparado una deliciosa ensalada ,ya que se acerca la graduación. Estaba emocionada de compartir con mis compañeros de clase, pero mi entusiasmo se desvaneció cuando Jake se acercó a mí. El mismo chico que Daylen defendió de mí aquél día .

Hey, Mia, ¿qué tienes ahí?, —preguntó Jake, sentándose junto a mí.

Una ensalada—espondí, tratando de ignorarlo.

Uh, parece aburrida,dijo Jake, mirando mi ropa. —¿Por qué siempre te vistes como una niña?

Me sentí incómoda y traté de cambiar de tema, pero Jake no se detuvo. Seguía haciendo comentarios inapropiados sobre mi apariencia.

De repente, la puerta se abrió y Daylen entró en la aula. Sus ojos escaneaban el salón hasta que vio a Jake sentado junto a mí. Se dirigió directamente hacia nosotros.

—Ya te advertí que no te acercaras a ella, le dijo Daylen a Jake, su voz firme y autoritaria. —¿No entiendes?

Jake se sorprendió por la llegada de Daylen y trató de disculparse. —Lo siento, Daylen, no quería...

—No quiero que te disculpes conmigo-, lo interrumpió Daylen. —Quiero que te disculpes con Mia. Y luego, quiero que te alejes de ella para siempre.

Jake miró a Daylen con miedo y luego se volvió hacia mí. —Lo siento, Mia, murmuró.

Daylen se puso frente a Jake, su mirada intensa. —No es suficiente. Quiero que te comprometas a no molestarla nunca más.

Jake asintió rápidamente. —Sí, lo prometo. No la molestaré nunca más.

Daylen lo miró un momento más y luego se volvió hacia mí. -¿Estás bien?, preguntó, su voz suave y preocupada.

Asentí, sintiendo un gran agradecimiento hacia él. —Sí, gracias a ti.

Daylen me sonrió y se sentó junto a mí, poniendo un brazo protector alrededor de mis hombros. Jake se levantó y se alejó, con la cola entre las piernas.

Me sentí segura y protegida con Daylen a mi lado. Sabía que él haría cualquier cosa para defenderme.

Amor Y ContrasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora