CAPITULO 6

87 11 1
                                    

Una semana después.

Y aún no olvidaba aquella voz tan amenazante, ella me dijo que me haría saber el punto de reunión, estoy ansiosa y aún no hay señales de nada.

El sonido de las manijas del reloj sonaban más fuertes de lo habitual o era quizás el estrés que me consumía lo que ocasionaba que se escucharan así.

Miraba los estados financieros de mi empresa, todo marchaba bien, tenía un gran saldo a mi favor pero aun con esos resultados no tenía satisfecho a mi abuelo quien no dejaba de insistir en que comenzara con mi plan.

El sonido del teléfono a mí costado comenzó a sonar así que respondí rápidamente sin ver el número con la fiel idea de que podría tratarse de aquella mujer—: ¿Qué sucede?

—La señorita Naomi quiere verlo señor —habló mi secretaría desde la otra línea.

—Deja que pase —acepté poniéndome de pie y caminando a mi vitrina para servirme una copa de vodka, mi cuerpo lo pedía a gritos.

Minutos después Naomi se encontraba de pie en el marco de la puerta con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Qué te pasa?

—¿Estás listo?

No entendía nada.

—¿De qué hablas?

—Para el viaje, dah.

Me quedé en silencio aún sin comprender y le di un trago a mi copa tratando de recordar de que viaje hablaba.

—¿No te dijo Camila?

Por mi asombro era claro que no. Pero, no quería dejar en evidencia que nuestra relación no estaba bien, por lo que trate de compensar mi confusión con olvido.

—Oh ya.

—En donde tienes la cabeza —se burla tomando asiento frente a mi.

—¿Cómo van las cosas con ella?

—Mejor de lo que esperaba.

—Me quedó claro por lo feliz que estaba con la idea —me contó y centre mi total atención en cada palabra que salia de su boca —. Dilan es él mejor amigo de Sam que resultó ser muy cercano a tu esposa. El es el que ideó esto, como un regalo para ustedes.

—No estoy muy seguro de ir —arrojé y ella paró de inmediato con su oración.

—No digas eso ahora.

—Tengo mucho trabajo —mentí
descaradamente.

—¿No puedes posponerlo? —indagó con el ánimo decaído.

—No estoy seguro.

—Piénsalo quieres —tomó su bolso y dejó un beso en mi mejilla —. Esto puede ser bueno para los dos.—me guiñó el ojo con una sonrisa traviesa. —Me tengo que ir, recordé que tengo algo pendiente aún.

—Esta bien, nos vemos luego Naomi. —ella sonrió de nuevo y salió de mi oficina sin voltear atrás.

No sabía que hacer exactamente. Eso es precisamente lo que no quiero, ésto seguramente nos acercará más. Además, no se nada del lugar a donde irán, y si es un lugar muy público estaré expuesta.

Lo que más me perturba es enterarme que ese idiota estará con ellos. Aunque mostré cierta hostilidad con ese tal Sam no fue suficiente para crear este tipo de reuniones, aunque claro era de esperarse, son amigos y yo soy la única que sale sobrando.

Después de ese encuentro con Naomi no soportaba más los segundos hasta que pude salir e ir directo a mi casa, cada copa aumentaba mi ansiedad por llegar. Tome las llaves de mi auto y noté que aún era buena hora, aún la encontraría despierta.

El día más oscuro (GIP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora