► A: No. 01

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Alejandro y tú sirvieron juntos servicio en las filas del ejército militar Mexicano.

Su relación empezó algo movida pues les costó ser aceptados en un ejército tan homofóbico pero con su apoyo mutuo lograron superar las adversidades y ahora mantenían una relación matrimonial.

Vivían en un lugar silencioso, pues la guerra había dejado irritación en ambos y decidieron que un lugar así era lo mejor. Los vecinos eran muy amables y de vez en cuando los invitaban a tomar algo de café o conversar.

Todas las tardes regabas las plantas luego del trabajo, saludando a la gente que iba pasando para entretenerte mientras Alejandro llegaba. Pero algo siempre llamaba tu atención.

Los niños.

Pequeños llenos de energía que saludaban amables y jugaban contigo siempre que estabas ahí.

No podías evitar sentir ese deseo, el de tener un hijo. La idea de adoptar rondaba tu mente desde que te casaste pero las interacciones con los pequeños fueron lo que te dió mayor seguridad.

Aquella idea iluminó los ojos de Alejandro, pues él soñaba con tener una pequeña niña a la cual cuidar y mimar. La llamaría "la princesa Vargas".

El proceso fue algo tardado, muchos niños ya estaban en trámites para ser adoptados pero se encontraron una niña con la que sintieron de inmediato una conección.

Dulce, una pequeña de 6 años que perdió a sus papás en la guerra hace poco.

A pesar de su corta edad era una niña muy inteligente. Entendía que sus padres ahora estaban en el cielo y junto contigo y Alejandro les rezaban todas las noches.

Le aseguraban cada día que ellos siempre estarían con ella. Hasta le dieron la idea de hacer dibujos de ellos los cuales encuadraron y pusieron en la sala y la habitación de la niña.

Era algo tímida y no se acercaba a los vecinos, pero no querían presionarla a hacerlo. Esperaban pacientemente que ella se sintiera cómoda para salir a jugar.

A Dulce no le importaba mucho, pues su papá Alejandro siempre jugaba al caballito con ella y cuando él estaba trabajando tú estabas a su lado, así que no se sentía sola.

Hasta que un día, al verlo en las caricaturas ella pidió emocionada ir a la escuela.

Tras una conversación con Alejandro por la seguridad de la pequeña aceptaron que era hora de que se relacionara con otros niños y fuera al jardín, especialmente para que tuvieras tiempo de hacer tus cosas también.

Tras una conversación con Alejandro por la seguridad de la pequeña aceptaron que era hora de que se relacionara con otros niños y fuera al jardín, especialmente para que tuvieras tiempo de hacer tus cosas también

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La despedida fue emotiva. Habías peinado tan bonita a tu hija y ella se sentía preciosa con la vestimenta que eligió ella misma con ayuda de sus papás. Se despidió efusiva dejando el notorio vacío de su ausencia.

Tenías un poco de miedo pero Alejandro siempre intentaba apaciguarte.

— Vamos, cariño, estará bien. Esto era lo que ella quería así que se divertirá, ya no te preocupes.

— Debí decirle que si ya no le gustaba pidiera a las maestras llamarnos.

— Puedes preguntarle cuando regrese, solo serán seis horas. — Asentiste. Ella lucía muy contenta así que no querías arruinarle su día con tus preocupaciones.

Esperaban ansiosamente mientras trataban otros asuntos dirigentes que tenían que ver con la base, el trabajo o el hogar. Pero todo eso de detuvo cuando llegó la hora de recogerla.

Ambos bajaron ocupando el lugar entre varios padres que también venían a recibir a sus hijos. Una de las maestras hizo que Dulce caminara hasta ustedes pero no estuvo muy animada como imaginaron.

Preguntaron y ella solo negó así que subieron al auto. Pero en el camino la volvieron a escuchar hablar.

— Papis ¿Hay algo mal conmigo?

Alejandro detuvo el vehículo para responder.

— Porsupuesto que no ¿Por qué dices eso nena?

— Es que creo que a los niños no les gusto.

— ¿A qué te refieres con eso amor? — Preguntaste.

— Creo que soy la única que tiene papás en el cielo, pero les conté que yo si tenía más papás y se burlaron de mi y.. ustedes no son malos pero dijeron cosas feas. — Guardó silencio bajando la cabeza avergonzada mientras apretaba sus pequeños dedos. — Porque soy un engendro por tener dos papás.

— No, no no es así. — Un nudo se formó en tu garganta al hablar. — No lo eres, no les hagas caso.

Te sentías culpable por exponer a tu hija cuando sabías sobre el bullying. Siempre habías vivido acoso por ser distinto y te daba pánico pensar que tu hija pasaría lo mismo. No querías, no soportabas esa idea.

Aún quedaban heridas de todo aquello.

Alejandro volvió a acelerar girando con rapidez en vía contraria para regresar al lugar.

— Alejandro baja la velocidad. — Regañaste pero no respondió.

— Lo siento.

— No te disculpes, Dulce eres una niña muy linda y nada de eso que te dijeron es cierto. Solo lo dicen para molestar.

— Pero yo solo quería jugar con ellos.

— Hay más niños para jugar. — La abrazaste para consolarla. — Hay más niños que no te dirán esas cosas feas.

Cuando llegaron Alejandro fue el único que bajó hecho una furia. No querías dejar a la niña sola pero tampoco que escuchara los gritos del hombre.

— ¿Papá Ale está molesto por mi culpa?

— Claro que no, bonita. Papá solo va a hablar con ellos por lo que pasó.

— Pero yo ya no quiero ir.

— No tienes que ir si no quieres ¿Deseas quedarte en casa o tal vez buscamos otro lugar?

— ¿Y en otro lugar hay niños buenos?

— Podemos encontrar.

Ella volvió a abrazarte y acariciaste su espalda hasta que escuchaste las pesadas pisadas de tu esposo.

— ¿Cómo van a permitir eso? Siempre se hacen los pendejos. "Así juegan los niños" un carajo. — Maldijo al cerrar la puerta del vehículo. — No volverás a esa escuela de mierda.

— Alejandro no maldigas delante de la niña.

— Disculpa. — Murmuró avergonzado pero la pequeña rió ampliamente. — Dime ¿Te parece si vamos por un helado?

— ¡Sí!

— Eso es, princesa.

Suspiraste aliviado al ver la interacción. Habías entrado en pánico y tal vez olvidado un poco lo que realmente importaba, la felicidad de esa niña.

Ahora ya no estabas solo, tenías a Alejandro y ahora una hija a la que proteger.

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⏰ Última actualización: 13 hours ago ⏰

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