El frío viento de la noche soplaba a través de los cerezos en flor, esparciendo los pétalos por las calles de la aldea. La noticia de la muerte de Aiko había llegado como un manto de tristeza que cubría a todos. Pero para Ryo, no era solo tristeza lo que sentía. Era furia, una rabia profunda que ardía en su pecho como una llama que no podía ser extinguida. Aiko, la mujer a quien había amado en silencio, había sido arrancada de su vida de manera injusta y cruel.
Ryo, a pesar de ser un hombre de honor, nunca había podido expresar plenamente su amor por Aiko. Sabía que sus caminos estaban destinados a ser paralelos, siempre cercanos pero nunca entrelazados. Su deber como guerrero y protector de la aldea lo mantenía distante, pero eso no significaba que su amor fuera menos real. Aiko había sido todo para él, la única razón por la que sus días tenían sentido. Y ahora, ella se había ido.
Yuna y Hanae luchaban por encontrar justicia, por desenmascarar la verdad detrás de la muerte de Aiko. Pero para Ryo, la justicia de la ley no era suficiente. Sabía que el hombre responsable, Takeshi, no pagaría con palabras o castigos humanos. Había corrompido todo lo que tocaba, y ahora había quitado la vida a la única persona que Ryo había amado. No podía quedarse de brazos cruzados mientras Takeshi seguía caminando por la aldea, respirando el mismo aire que Aiko ya no podía.
Una noche, mientras las estrellas brillaban en el cielo, Ryo tomó una decisión irrevocable. Si la justicia no llegaba por los medios tradicionales, él mismo se encargaría de entregarla. Esa noche, bajo la luz tenue de la luna, Ryo preparó sus armas y su mente para lo que sabía que debía hacer.
El camino hacia la residencia de Takeshi estaba desierto. El viento parecía susurrar advertencias, pero Ryo no vaciló. Cada paso que daba lo acercaba más a su objetivo, a la venganza que había anhelado desde la muerte de Aiko.
Mientras se adentraba en la oscuridad de la noche, los recuerdos de Aiko lo inundaban. Su risa, sus miradas tímidas, los momentos en que sus ojos se encontraban sin palabras, compartiendo algo mucho más profundo que lo visible. Aunque nunca la tuvo realmente, ella había sido suya en su corazón. Y esa noche, vengaría su nombre.
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El SILENCIO DE UNA FLOR
Ficción históricaEl Silencio de la Flor cuenta la historia de Aiko, una talentosa geisha en una aldea japonesa, cuya vida se trunca cuando es envenenada. Su amiga Yuna se embarca en una búsqueda para descubrir la verdad detrás de su muerte, revelando oscuros secreto...