Capítulo 13: El Regreso de Ryo

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El viento soplaba más fuerte en las montañas cuando Ryo y Yuna comenzaron el largo camino de regreso a la aldea. El trayecto estaba cargado de un silencio pesado, lleno de pensamientos no dichos y emociones reprimidas. Aunque las palabras eran pocas, ambos sabían que el destino que les aguardaba era inevitable.

Yuna no podía dejar de pensar en Aiko, su amiga, su hermana de alma. Sabía que este viaje era más que un intento de encontrar respuestas; era un intento de redención. Aunque Ryo había cometido actos irreparables, su amor por Aiko seguía siendo tan fuerte que, en lo profundo de su corazón, Yuna creía que aún podía salvarse.

Cuando llegaron a la aldea, el ambiente era distinto. El cielo estaba cubierto de nubes grises, y una tensión palpable se sentía en el aire, como si los habitantes esperaran algo. Los rumores de la presencia de Ryo se esparcieron rápidamente, y la gente los observaba desde sus casas con miradas de reprobación y miedo.

Hanae, quien había estado esperando la llegada de Yuna, salió al encuentro de ambos. Su mirada estaba llena de emociones encontradas: dolor, rabia, pero también una especie de esperanza que no podía ocultar.

-Sabía que volverías -dijo, mirando a Yuna con gratitud. Luego, sus ojos se posaron en Ryo, y el silencio que siguió fue abrumador.

-He venido a terminar lo que empecé -dijo Ryo con voz baja, casi como si le costara admitirlo.

Hanae no respondió de inmediato. Sabía lo que significaba su presencia en la aldea y lo que había hecho. Pero también entendía que, a pesar de todo, el destino de su hija estaba entrelazado con el de este hombre.

-Si realmente quieres darle paz a Aiko, hay algo que debes hacer -dijo finalmente Hanae con voz firme.

Yuna dio un paso hacia adelante, notando que Hanae sabía algo que ella no.

-¿Qué debemos hacer? -preguntó Yuna, ansiosa por conocer la respuesta.

-síganme!

El SILENCIO DE UNA FLORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora