El Silencio de la Flor cuenta la historia de Aiko, una talentosa geisha en una aldea japonesa, cuya vida se trunca cuando es envenenada. Su amiga Yuna se embarca en una búsqueda para descubrir la verdad detrás de su muerte, revelando oscuros secreto...
Una tarde de primavera, mientras se dirigían a una casa de té, Aiko y Yuna se encontraron con Ryo, un samurái de baja estatura que había sido cliente de Aiko en el pasado. En aquel momento, Ryo le había confesado su amor, pero Aiko, con gentileza y firmeza, lo había rechazado.
-Lo siento, Ryo -dijo Aiko, bajando la mirada-. Mi vida como geisha no me permite ser más que una compañía para mis clientes. Debo seguir el camino de mi familia.
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Ahora, Ryo se acercaba, y Aiko sintió el peso de su mirada cargada de resentimiento.
Con cada paso, el ambiente se tornó pesado. Aiko recordó la expresión de dolor en el rostro de Ryo al ser rechazado. Era un joven honorable, pero Aiko sabía que el amor no se podía dar, y su corazón pertenecía a otro camino. Sin embargo, la sombra de su antiguo rechazo no se disipó. Cuando Ryo la observaba, Aiko sentía una mezcla de amor y tristeza. Decidió hacer un gesto amistoso, una inclinación de cabeza y una sonrisa, pero Ryo solo respondió con una mueca de desdén y se alejó, dejando tras de sí una atmósfera tensa.
Aiko y Yuna continuaron su camino, comentando sobre la interacción. "¿Por qué no lo aceptaste, Aiko? Ryo es un buen hombre", dijo Yuna, aunque su tono era más de curiosidad que de reproche. "No se trata de eso. Mi corazón prefiere seguir siendo geisha, Yuna. No puedo estar con el aunque lo ame", respondió Aiko, sintiendo una tristeza en su interior. La amistad de las dos era sólida, pero la tensión en el aire creaba una grieta que ninguna de las dos podía ignorar.
