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Capítulo 26- La otra cara de la moneda.

Narra Rachel

Es sábado, cinco días después de haberme dado de alta del hospital, las visitas de mi terapeuta han disminuido, mi mamá ya planea su viaje de regreso a Manhattan y he retomando poco a poco la universidad.

Todavía no he asistido de forma presencial, pero al menos mi semestre está salvado gracias a todos los proyectos que he hecho en tiempo récord.

Hace un día genial afuera, el frio Boston se ha disipado para que haga un sol débil que entra en débiles rayos por mi ventana, y yo acostada en mi cama sintiéndome algo inútil ya que todos se han puesto en plan "No dejemos a Rachel moverse o puede volver a lastimarse".

Incluso mi padre vendió lo que quedaba de mi bonito auto rojo, lo hizo sin mi permiso, razón por la cual tuvimos una discusión que terminó con él admitiendo su error e invitándonos a todos a una cena en el Shüfher ( restaurante del cual todavía no sabe pronunciar el nombre).

Por mi parte me encargué de invitarlos a todos.

Hannah, Sebas, Heidi, Joel, Christopher y la chica amiga de Heidi que ayudó a los chicos a desenmascarar a Elise.

Obviamente toda las personas con las que actualmente estoy viviendo asistirán, mi abuelo incluido.

Son apenas las diez de la mañana y mis amigas vendrán un poco antes de irnos al restaurante, el plan inicial era pasar el día juntas hasta que a mi padre se le ocurrió compensarme con algo de comida alemana.

No es que me queje, de esta forma nos consiente un poco a todas.

Revisando brevemente mi teléfono veo que él mensaje que le envié a Chris donde lo invitaba al restaurante, aun no ha sido contestado.

No sé a qué se debe su silencio, tal vez algo pasa con él. Pero parte de esta nueva Rachel tiene prohibido sobrepensar y crearse escenarios, mejor espero que el tiempo pase.

Y aunque la marca sin hablar y desaparecido, aún es de cinco días, admito que asusta ya que la última vez fue de 2 años y medio

Y sí, ahora parece que hemos superado algunas cosas pero entre nosotros los sucesos nunca son esperados o evidentes, nos gusta llevarnos la contraria, si él dice blanco yo elegiré negro, y si pido cara, él entonces pedirá cruz, solamente por le placer de cer la otra cara de la moneda.

En algunas acciones cotidianas se me va la mañana y pronto empiezan a llegar mis invitados a la cena.

La "reunión de chicas" empieza cercana a las dos de la tarde. Cuando Hannah acompañada de Heidi llegan a casa de mi padre.

Helen se nos une en la habitación y pronto solo se escuchan ruidos y risas provenientes de una tarde realmente divertida.

—Ashley se nos une en el restaurante—Comunica Heidi mientras lee algo en su teléfono

—Todavía no creo que abofeteó a Elise y yo no estuve para verlo.—Se lamenta Helen—Hubiese amado escuchar todo lo que dijo sobre mí, así podía desmentir o afirmar.

—De verdad amas los comentarios sobre ti chica—Se ríe Hannah.

—Es divertido verlos y verlas creer que saben qiien soy—Expresa —Sobretodo cuando la mayoría de las veces soy peor.

Por mi mente pasa un recuerdo fugaz del instituto, cuando Helen llegó y yo no tenía ni idea, cuando Cameron la acompañaba y ella estaba orgullosa de su entonces novio, mi amiga Hannah intentaba advertirle. Cosa que nunca funcionó con ella.

Supongo que después de todo si hemos cambiado, Helen es más precavida, Hannah menos cerrada y más amorosa, Heidi más lanzada y valiente y yo...yo supongo que aún trabajo en la versión mejorada que quiero llegar a ser.

Pasamos alrededor de dos horas hablando cualquier tema que se nos haga interesante, desde el último hit del pop hasta notas de la universidad, la conversación era superficial y tranquila hasta que Hannah habló dejando caer algo que nos hizo callar de inmediato, habló tan rápido que nadie fue capaz de registrar sus palabras.

—En serio amiga, tenemos que trabajar en tu forma de dar noticias—Rompe Helen el silencio—Vocaliza, concéntrate y repite.

—Que me hice una prueba de embarazo en la mañana—Comenta—De resultado negativo— Agrega rápidamente—Solamente quería que lo supieran. 

—Vale—Habla Heidi—Regresemos a la parte donde nos explicas en motivo del porqué la hiciste.

—Es algo obvio querida—Habla Helen —Seguramente celebraron un cumpleaños sin gorritos de fiesta y Andrés no llegó en el siguiente mes.

—Gracias Helen por aportar a la conversación—Dice Hannah sarcástica —En esta habitación seguramente nadie sabe como se hacen los bebés.

—Bueno, yo tengo la teoría—Digo distraída mirando mis uñas recién pintadas.

—Por favor hermanita, termina esa frase ¡Por amor de Dios!—Intervienen Helen y su drama —Dime que el ser perverso que habitación en ti ya quiere salir a la luz.

—Si, me falta la práctica, pero eso no significa nada Drama Queen.

—Oh, no lo entenderías

—Yo sí lo hago—Deja saber Heidi—Mis hormonas se vuelven locas siempre los mismos días del mes, si no supiera a que se debe me asustaría la manera obsesiva en que mantengo a Joel prisionero de nuestras sábanas. 

—Ah, mi tipo de conversación —Se regodea Helen mientras se recuesta de mi almohada —Eres una perra suertuda Ivers, en esos momentos me duele la soltería, pero luego recuerdo cuanto la disfruté y se me pasa. La nueva Helen sabe controlar su fase de ovulación.

—Erick se reiría en tu cara hermanita.

—Íbamos tan bien—se lamenta—Nadie lo mencionaba y todo iba tan bien.

—Si admitieras que te gusta todo sería mejor—Le digo.

—Mejor cambiemos de tema, este está aburrido.

Y de esa manera dejamos las conversaciones atrás para ponernos en marcha en algo verdaderamente importante.

No lucir como vagabundas en un restaurante tan elegante y refinado.

Heidi nos maquilla y Helen nos hace el pelo. Alrededor de dos horas después todas quedamos emocionadas y mirando nuestro reflejo como si la vida se nos fuese en ello.

Nunca en mis 21 años me ha gustado vestir de forma tan snob y racatada, soy más de andar en vaqueros, camisetas y tenis. Pero hoy la ocasión lo amerita, aunque no es mi cumpleaños celebramos mi vida y mi salud.

Es por eso que visto un vestido blanco que llega hasta unos centímetros más abajo de mi rodilla, se pega a mi cuerpo en la parte superior y cae en una falda plisada, carece de escote frontal ya que llega hasta mi cuello, es en la parte trasera donde dos gruesas tiras blancas unen el vestido haciendo hermoso de ver.

Mi maquillaje consiste en lo mismo de siempre, el toque de Rachel, mis labios rojo vino, ahora con unos ojos ahumados y un delineado que me rasga la mirada. Unos zapatos de tacón igualmente blancos y listo.

Veo a mis amigas y hermana, también vestidas de blanco a modo de combinación.  Sus vestidos son totalmente diferentes al mio. Incluso Helen solamente lleva una falda abierta al costado y un top que en ella se ven como ls elegancia pura.

En un momento pensé que estando en periodo de oarcusles me iba a ser difícil juntarlos a todos, pero lo logré, el único que no ha confirmado es el, y para estas alturas tengo claro que no va a asistir. 

Con hoy llegan a ocho días sin verlo, y no quiero sobrepensar, pero sé que no es algo bueno, y que no debo esperar justamente buenas noticias.

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⏰ Última actualización: 17 hours ago ⏰

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