Perdón.

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—Yo.... quiero decir que tal vez esa noche no fui muy decente, pero si están bajo los efectos del alcohol y...—,Dijo Alondra, con un toque de nerviosismo completamente predecible para la pelirroja.

—Alondra, sólo olvídate de eso, entré tú y yo nada ocurrió.—,Se escapó de su agarre y tomo rumbo directo hacia su camino.

Antes de que Rai pudiera irse, Alondra tomo las mangas largas de su abrigo rosado con estrellas negras de tamaño medio. La gente que transitaba por el lugar las veía con rostros confundidos ante en drama que sucedía y eso hacia que un calor sofocante se estuviera asomando por la mejillas de la rubia.

—Rai...

—¿Alondra por que carajos peleamos por esto?—,Hizo una mueca de disgustó.—Sigue tú camino y olvída eso.

El corazón de la rubia se sintió herido antes las palabras tan directas y claras de la más alta, así que sólo le quedo resoplar y adaptarse al duro punzante dolor que estaba en su estómago. La mano de Alondra intentaba moverse y hacer algo al respecto para que Rainelis no se valla, pero fue tardé, ya se había desparecido por los callejones que habían a una cuadrada. La morena no le quedo más que quedarse allí en la acera procesando lentamente lo que pasó. Escuchaba esa palabra pasada tan resistente en su cabeza cuando la pelirroja dijo; "Sigue tú camino." Simplemente era algo difícil de olvidar sin que sea estúpido.

Maldita sensibilidad mental, quizás pensaría la rubia ahora.

...

A Alondra no le quedo de más opciones que ir a casa después de una mañana no muy apetecible, al llegar a casa recibió el gran grito de su madre y luego se fue a su habitación a mirar a su vecina de enfrente, Rai. Al parecer la ventana de la pelirroja estaba abierta, pero la habitación parecía extremadamente vacía ahora. Alondra suspiró, un suspiro tan largo que casi la hace perder la respiración, se levantó de su cama y camino directo hacia la casa de la pelirroja.

No quería mantener esta situación tan vergonzosa.

Mil veces prefería Alondra durar días sin dormir que sentir esta órbita con incómoda en su propia casa por culpa de su vecina, más bien, por su propia culpa bajo los efectos de las bebidas alcohólicas. Alondra llevo su mano y tocó la puerta de aquella casa, esperando a ser atendida. Esta de tardó un poco, pero dentro de unos cinco minutos la puerta fue abierta, fue Rai, su rostro se veía algo rojo y somnoliento, llevaba unos shorts negros pegados a sus muslos y un camisón blanco más grande que su propia talla y por último, su pelo rizo envuelto en un desordenado pero atractivo moño.

—Rai, disculpa la molestias, ¿puedo pasar?—La rubia habló, pensando cada una de las palabras al hablar.

—¿Huh?—,Bostezo.

Parecía algo somnolienta y eso me hacía sentir algo raro en el estómago.

—Rai yo quiero resolver las cosas y es incómodo que ambas estemos así...

RAI'S POV

Mire detallada y detenidamente a la rubia que había venido, habían pasado unos pocos días de los sucedido y lo máximo que llegó a mi cabeza fue que ella intentó disculparse, aún que la veía con una vista borrosa, no llevaba mis lentes de contacto y mis lentes de material se le había perdido un espejo.

—Las cosas quedaron así, Alondra, no hay nada para resolver, ahora sólo déjame dor....-

Al yo intentar cerrar la puerta, Alondra apoyo su mano con fuerza haciendo un movimiento contrario. Mientras ella intenta abrir la puerta, yo quería cerrarla. Pero como dije anteriormente, Alondra tenía más fuerza que yo y si intentaba desafiar de ella podía perder cuando se trataba de ello. Así que la rubia me ganó, la puerta se abrió de par en par frente a mi cara, provocando un ligero susto.

—Lo digo enserio.—,Decía con sinceridad.

—Arreglemos esto.—Añadió.

—¿Arreglar las cosas así?

Alondra resoplo completamente derrotada y sin opciones, así que se alejó de mi lo suficientemente como para que sea notable. Yo también me había rendido, así que sólo solté suspiró y la deje pasar, Alondra pasó y cerró la puerta, se sentó en los muebles mientras jugueteaba con sus dedos y una pulsera que llevaba en su mano izquierda.

—Esto no es del otro mundo ¿si? No importa.—,Aclaré. Deseando dormir.

Alondra me miraba, mientras podía notar como su cabeza empezaba a bajar y sus ojos mirar el suelo. Me acerqué a ella y rodee mi brazo por alrededor de su hombro.

—Te entiendo, sólo olvida esto, no es nada fuera de lo casi normal.—,Decía casi, pues si era raro que me sucediera..

Alondra levantó su rostro y me miró, sentí mi corazón latir más duro y más rápido, mi respiración más acelerada y mi cuerpo empezar a temblar de una manera inconscientemente. Me aleje de Alondra con el miedo de que una locura pasará, así que intente levantarme para irme al otro mueble, pero su mano sostuvo firmemente mi muñeca y me jaló hacia ella, haciendo que nuestros rostros estén juntos, al punto de que nuestras narices se toquen.. Eso me había hecho acordarme a esa noche.

—Gracias.

Se alejó de mi rápidamente y se levantó y camino directo hacia la puerta para luego desaparecer e irse a su casa. Me quedé allí en aquella silla en la misma posición, con los labios semi abiertos y mis ojos aún abiertos.

Mierda. ¿Por qué no me besaba de una vez?

La peliroja de enfrente. || Railo 18+ ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora