Capítulo 33.

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Maratón 3/3.
Ethan POV
El día de mi cumpleaños fue finde semana, un sábado para ser exactos. El día anterior me dedique avisar a mis amigos y nuestros compañeros de clase que sabían nuestro secreto que iríamos al cine a ver una película y luego cenaríamos por ahí. Cuando me desperté la mañana de mi cumpleaños al día siguiente, noté que mi novia Bianca no estaba a mi lado.
- ¿Bianca? - la llamé, al no escuchar su voz, me levanté de inmediato preocupado de que le hubiese pasado algo y entonces la escuché desde el baño.
- ¡ESTOY EN LA DUCHA! - me respondió, suspiré de alivio. Pronto mi novia salió del baño vestida completamente y también peinada.
- Buenos días mi chico vengativo - dijo mi novia sonriendo, la abracé por la cintura y ella pasó sus brazos por mi cuello.
- Buenos días mi princesa del inframundo - le dije juntando nuestras frentes.
- Feliz cumpleaños - me felicitó mi novia.
- Gracias mi amor - le agradecí antes de besarla suavemente en los labios, al separarnos le sonreí tiernamente y bese su mejilla y luego deje un pequeño rastro de besos por su cuello hasta su clavícula.
- Ethan basta me haces cosquillas - río mi novia respondiendo ante él contacto de mis labios contra su piel.
- ¿Enserio quieres que pare? - le pregunté, hundiendo mi cara en su cuello, continúe besando su cuello mientras la escuchaba estremecerse con cada beso húmedo que dejaba en su cuello.
- Cariño - me llamo mi novia y me agarro por los hombros para separarme de su cuello y hacer que la mirase a los ojos - Por mucho que me guste que hagas eso - hizo una pausa - Tú madre llegara a visitarte por tu cumpleaños y no me gustaría que nos viese así además tenemos que limpiar la casa y tú debes ducharte y asearte para antes de que ella llegue - me recordó.
- O vamos mi amor será rápido - le insisti, Bia arqueo una ceja.
- Ambos sabemos que no es cierto - me respondió, mierda era difícil de convencer. - Mira haremos esto si te duchas, te alistas y me ayudas a limpiar la casa antes de que llegue tu madre tal vez lo consideré - propuso.
- Bueno que tengo que perder - dije encogiendome de hombros.
- Venga ve ha ducharte yo hago la cama - me dijo y asenti bese su mejilla antes de soltarla y luego tomé una muda de ropa limpia de nuestro armario compartido y me metí al baño a ducharme. Cuando termine de bañarme, me vestí con una camiseta de manga larga negro, unos pantalones azules y un suéter azul oscuro. Me peine y seque mi cabello y volví a colocar mi parche negro en mi ojo, me lave los dientes y me calce mis botas, recogí el baño y salí. Llegué a la cocina y mi novia preparaba el desayuno, me acerque por detrás y bese su coronilla.
- Hola - le dije seductoramente, mi novia me miró y sonrió.
- Hola - respondió ella sonriendo.
- ¿Te ayudo con el desayuno? - le pregunté.
- Claro, ¿Te importaría ir preparando el café? - me preguntó mi novia.
- Con gusto princesa - dije dándole un beso en la mejilla, la solté de mi agarre y me puse a hacer el café para ambos. Le preparé a Bianca su café con leche y azúcar y prepare mi café negro con azúcar. Le añadí leche de almendras al de mi novia ya que ella solía tomarlo así y cuando termine lleve los cafés a la mesa mientras mi novia había preparado crepes con dulce y salado para ambos.
- Mmmmh parece delicioso - dije sonriendo mientras nos sentábamos a la mesa, mi novia sonrió y se sonrojo. El desayuno estuvo lleno de charlas y algunos coqueteos y cuando terminamos recogimos nuestro desastre.
– ¿Yo lavo y tú secas? – le pregunté a Bianca.
– Trabajo en equipo – respondió Bianca sonriendo, después de fregar los trastes, decidimos turnarnos para limpiar la casa, Bianca limpiaría la sala de estar y la habitación, yo limpiaría los 2 baños y la cocina. Y después limpiaría la entrada y Bianca el pasillo. Nos pusimos manos a la obra, debíamos dejar la casa impoluta antes de que llegará mi madre, no estaba seguro de si también vendría mi hermano menor Damien White al que no veía desde que nos fuimos a Nuevo York y extrañaba a ese granuja.
– ¿Crees que mi mamá vaya a traer a Damien? – le pregunté a mi novia mientras yo limpiaba el baño que teníamos en nuestro cuarto.
– Bueno es tu hermano supongo que vendrá para tu cumpleaños – dijo mi novia sonriendo.
– Si seguramente mamá lo traerá de sorpresa así que intentaré hacerme el sorprendido cuando lo haga – dije sonriendo, mi novia se rió entre dientes y me sonrió.
– Si así no le quitaras la ilusión – dijo Bianca, mientras limpiabamos.
– Por cierto – dije abrazandola por la espalda. – Puede que hayas escapado de mi está mañana pero está noche....– bese su cuello haciendo que se estremecierá.
– Venga tontito o limpias o no habrá nada está noche – me advirtió, sonreí, bese su mejilla y la solté de mi agarre.
– No escaparás de mi tan fácilmente – le susurré antes de volver a mi tarea. Cuando terminamos de limpiar, ya casi eran las 11:00 am, era el momento en el que llegarían nuestros amigos para almorzar todos juntos y cuando muy seguramente mi madre también estaría apunto de venir. El timbre sonó de repente y Bianca y yo nos miramos entre si.
– Ya abro yo – le dije, mi novia asintió y respondió:
– Te acompaño debemos recibir los dos a nuestros invitados para tu cumpleaños – me dijo tomando mi mano, entrelacé nuestros dedos y le sonrei mientras caminábamos a la puerta. Cuando la abrimos vi a mis amigos con una sonrisa.
– ¡FELIZ CUMPLEAÑOS ETHAN! – me felicitaron al unísono emocionados.
– Gracias chicos, pasad – Bianca y yo nos hicimos a un lado y dejamos pasar a nuestros amigos. Una vez entraron todos cerramos la puerta detrás de ellos.
– Felicidades amigo ya tienes 17 años al fin ¿Eh? – dijo mi mejor amigo Luke abrazandome por los hombros y jugó con mi cabello.
– Lo sé colega al fin después de tanto esperar por fin tengo 17 – dije emocionado mientras abrazaba a mi amigo por los hombros.
– Solo faltamos Jason, Thalia y yo y por todos habremos terminado de cumplir años – dijo Haz emocionada.
– Bueno solo falta un mes para eso, tampoco es para tanto – dijo Jason sonríendole a su melliza.
– Si es cierto – afirmó Thalia con una sonrisa emocionada.
– Oye si les dijiste a Shini-digo a nuestros compañeros de clase que vinieran ¿Verdad? No es que no solo quiera ver Shinigami, también querie ver a nuestros amigos, no sólo a ella porque me guste ni nada – dijo Reyna sonrojada, pero capte lo que quería decir y que estaba mintiendo todos sabíamos que estaba enamorada de ella.
– Por supuesto Reyna llegarán en cualquier momento, tranquila no te quedarás sin ver tú novia Shinigami no te preocupes – le dije solo para molestarla un poco, la pretora se sonrojo aún más y aparto la mirada.
– Shinigami no es mi novia es solo mi amiga y ya está – dijo Reyna sonrojada.
– Si ya claro solo una amiga – dije.
– Venga Reyna no le hagas caso solo intenta molestarte – le dijo Kayla.
– Tú tampoco hablés mucho Knowles he visto como hablas con Casey – dijo Piper sonriendo.
– Ca-callate Mclean – dijo Kayla sonrojada, de repente el timbre volvió a sonar y decidí ir a abrir la puerta.
– Ya voy yo – le susurré a Bianca, bese su mejilla y ella se sonrojo. Fui a la entrada de nuestra apartamento y al abrir la puerta encontré a mi madre junto a mi hermano menor de 10 años Damien.
– ¡MAMA! ¡DAMIEN! – grite emocionado al verlos.
– Hola hijo feliz cumpleaños – dijo mi madre abriendo los brazos para que yo la abrazará, lo hice y me devolvió el abrazo.
– Gracias mamá – le dije sonriendo.
– Felicidades hermano mayor – dijo mi hermanito sonriendo, me agaché a su altura le sonreí.
– Gracias enano me alegro de verte mírate ya estás muy grande – le dije mi hermano me abrazo y le devolví el abrazo.
– ¿Crees que aún puedas cargarme? – me reto con una sonrisa, arquea una ceja.
– ¿Por qué no lo comprobamos? – le dije, lo cargué en mis brazos como sacó de patatas y comenzó a reír. – Sip todavía puedo contigo – dije volviéndolo a bajar, una vez lo dejé en suelo, hice pasar a ambos a mi casa y mi hermano corrió a saludar a mis amigos.
– Ha crecido mucho mientras no estabas – dijo mi mamá sonriendo.
– Lo sé parece que fue ayer cuando llego al campamento con 6 años – dije, mi madre me abrazo y la abracé de vuelta. – Te extrañe mucho mamá – dije hundiendo mi cara en su cuello.
– Yo también te extrañe mi pequeño – me dijo ella sonriendo.
– Oye mami – le dije cuando nos separamos de su abrazó para su atención.
– ¿Que pasa cielo? – me preguntó un tanto preocupada.
– Van a venir unos amigos de la escuela a mi cumpleaños se quedarán a almorzar,  vendrán al cine con nosotros y también se quedarán a la cena, el caso es que ellos son mortales y no sabe que somos semidises y tal así que ¿Te importaría no decir algo nos delatará? – le expliqué, obviamente le mentí sobre la parte donde decía que que ellos no sabían nuestro secreto pero debía ocultárselo o se montaría un gran escándalo.
– Tranquilo cariño no diré una sola palabra – dijo mamá, hizo un gesto como si sellará sus labios con llave y luego hizo como si la tirase. Le sonreí como agradecimiento y me devolvió la sonrisa. Mis compañeros de clase llegaron justo después y por supuesto ellos sabían de la visita de mamá y prometieron no decir ni una palabra. Una vez llegaron, decidimos presentarlos a mi madre y a mi hermano.
– Mamá, Damien ellos son nuestros compañeros de clase, chicos ella es mi madre Némesis y mi hermano Damien – dije.
– Hola encantada de conoceros – dijo mi mamá sonriendo.
– Igualmente señora – dijeron mis compañeros. Se presentaron cada uno con sus nombres y después nos pusimos a almorzar. La tarde no tardo en llegar y fuimos camino al cine, decimos ver mi película favorita la cual era Minions, era mi peli preferida desde siempre. Aunque siempre lloró al final de la película cuando los minions al fin se encuentran con Gru de niño y se van con él como su jefe malvado oficial.
– ¿De verdad vamos a ver Minions? – pregunto Octavio, de verdad no se porque se me ocurrió invirtale a mí cumpleaños, le había invitado junto a todo el campamento pero me arrepiento de haber invitado a Octavio.
– Si es mi película favorita además hay un niño pequeño con nosotros y también viene mi mamá ¿Que pensabas que veríamos? – le pregunté.
– No si lo decía porque me parece una peli para críos – dijo Octavio y recibió un codazo de parte de Rachel.
– Ay ¿A que venido eso? – le pregunto el imbécil a la pelirroja.
– Porque te lo merecías, nunca piensas en que lo dices puede dañar a la gente – le reprocho Rachel.
– ¿Y tú lo haces? – le pregunto Octavio.
– Pues si se trata de mis amigos y no quiero herir sus sentimientos porque me importan – respondió la ojiverde, haciendo que Octavio se callará.
– Pensaba que ustedes dos ya se llevaban bien – comentó mi novia Bianca.
– Más o menos depende del día o de que Octavio no sea un niñato insoportable – respondió Rachel.
– Yo no soy insoportable, lo serás tú – le dijo Octavio, rode los ojos.
– Bueno ya basta los dos no quiero peleas en mi cumpleaños – les advertí.
– Bien como sea – dijeron los dos al unísono, de verdad sigo sin entender cómo es que se gustan. La película de los Minions estuvo bastante divertida y como no, llore cuando acabo la peli.
– ¿Estás bien mi amor? – me preguntó Bianca.
– Perdón es que me emocioné porque por fin encontraron a su jefe definitivo – dije secándome las lágrimas.
– Awwwwww eso muy tierno no tienes porqué avergonzarte me gusta que seas sentimental – dijo Bia sonriendo.
– ¿De verdad? – le pregunté.
– Pues claro yo te amo por quién eres Ethan nada podría cambiar eso – me dijo tomando mi mano.
– Yo también te amo Bianca – le dije sonriendo. Me beso en los labios y le seguí el beso, amaba a esta chica de eso no tenía duda alguna.
– Bueno ya vale ustedes dejen sus momentos ñoños para cuando estén solos – dijo Nico serio.
– Oh vamos sombritas no seas así como si tú no fueras igual cuando estás conmigo – le dijo Will a mi cuñado, este sólo se sonrojo y tomó la mano de su novio.
– Ca-callate Solace – le dijo Nico serio.
– Di lo que quieras yo se que amas – le dijo el rubio y entonces Nico lo beso en la mejilla para que se callará y Will solo sonrió mientras entrelazaba su mano con la de Nico. De verdad si hacen una linda pareja son demasiado adorables. Fuimos a McDonald's para ir a cenar porque era el sitio donde acorde que haría la cena de mi cumpleaños.
– ¿Enserio primero vemos Minions y ahora vamos a McDonald's? – Se quejó Octavio.
– Octavio, ¿Te importaría callarte un poco? Es que tío no haces más que quejarte – le dijo Percy.
– Ethan, ¿De casualidad esto no será un forma de conseguir puntos para que te acepte como novio de mi hermana o si? – me preguntó Nico.
– Tal vez, ¿Funciona? – le pregunté.
– Es posible – me respondió Nico, entramos a McDonald's y nos sentamos en una mesa. Anoté en papel lo íbamos a pedir todos y luego fui a la cola para hacer nuestro pedido. Después de eso, nos llamaron para recoger la comida y una vez la pusimos en la mesa y empezamos a comer. Después de comerme una Big mac con triple de queso fue el momento de recibir los regalos el primero fue de mi madre y mi hermano.
– Feliz cumpleaños hermano – dijo Damien dándome el regalo.
– Gracias hermanito – le dije, lo abrí y me sorprendió que fuera un ORDENADOR PORTÁTIL!? Dioses llevaba queriendo uno de esos desde pequeño.

In The Name Of Love (T3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora