Capítulo 5: La Reacción de la Manada Blue Moon

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La noticia de que los trillizos alfas Blue Moon habían encontrado a su compañera se extendió como fuego por la comunidad sobrenatural. Sin embargo, los rumores sobre la condición de Kamala no tardaron en seguir.

En la mansión Blue Moon, a miles de kilómetros de distancia, el caos reinaba. Alexandro, el beta de los trillizos, corría de un lado a otro, tratando de manejar la situación en ausencia de sus alfas.

"¡Si no vuelven pronto, renuncio!" exclamó dramáticamente durante una videollamada con los trillizos, aunque todos sabían que era una amenaza vacía. "La manada necesita a sus alfas."

Lion, con su habitual calma, respondió: "Entendemos tu preocupación, Alex. Pero nuestra compañera nos necesita ahora."

"Además," añadió Lessandro con una sonrisa traviesa, "sabes que no puedes renunciar. ¿Quién más soportaría nuestros caprichos?"

Alexandro rodó los ojos, pero no pudo evitar una pequeña sonrisa. "Solo... vuelvan pronto, ¿sí? Y tráiganla con ustedes. La manada está ansiosa por conocer a su nueva luna."

Después de la llamada, los trillizos se miraron con preocupación. Sabían que integrar a Kamala en la manada no sería fácil.

"Tendremos que dejar las cosas claras desde el principio," gruñó Lessandro, toda su actitud juguetona desaparecida. "Cualquiera que le falte el respeto a Kamala responderá ante mí."

Killian asintió, su rostro usualmente gentil endurecido por la determinación. "Nuestra manada aprenderá a amarla como nosotros lo hacemos. No aceptaremos nada menos."

Lion, siempre el estratega, ya estaba planeando. "Necesitaremos aliados dentro de la manada. Tot, Rozalin y Andree pueden ayudar. Son respetados y leales."

Mientras tanto, en la mansión Blood Moon, Kamala luchaba con sus propios miedos. La idea de dejar la seguridad de su hogar, de enfrentarse a una manada entera de desconocidos, la aterrorizaba.

"¿Y si no me aceptan?" susurró una noche, sus ojos llenos de lágrimas. "¿Y si piensan que soy... demasiado débil para ser su luna?"

Los trillizos la rodearon inmediatamente, sus rostros una mezcla de fiereza y amor.

"Eres más fuerte de lo que crees," dijo Lion, su voz firme pero gentil.

"Y cualquiera que no pueda ver eso," añadió Lessandro con una sonrisa peligrosa, "tendrá que vérselas con nosotros."

Killian tomó su mano, besando suavemente sus nudillos. "Eres perfecta tal como eres, mi amor. Y nuestra manada lo verá, te lo prometo."

Kamala los miró, una pequeña chispa de esperanza encendiéndose en su corazón. Tal vez, con ellos a su lado, podría enfrentar este nuevo capítulo de su vida.

El destino de la luna rotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora