"Hay puertas que, una vez abiertas, no pueden cerrarse. Y cruzarlas significa dejar atrás todo lo que creías ser."
El viernes más temido en la vida de Scorpius había llegado. No había pegado ojo en toda la noche. La falta de sueño se reflejaba en sus ojeras profundas, que contrastaban con la palidez de su piel, dándole una apariencia casi fantasmal. Sentía un nudo constante en el estómago mientras repasaba en su mente cada paso que tendría que dar esa noche. Pero, a pesar de todo, aún no estaba seguro de si sería capaz de llevarlo a cabo. No sabía si sus manos soportarían el peso de lo que estaba a punto de hacer.
Durante los días previos, se había desconectado por completo del mundo. No asistió a clases, evitó a sus amigos, y ni siquiera había respondido a la última carta de su madre. Cada día que pasaba sin encontrar una solución para la salud de Astoria, sentía que la decepcionaba más. Había prometido salvarla, pero hasta en eso estaba fallando.
Miedo y alivio se entrelazaban en su pecho de forma extraña. El miedo era obvio: el ritual, la muerte, la magia oscura... Pero había también una parte de él que anhelaba que todo terminara esa misma noche. Sea cual fuere el resultado, estaba por llegar a su fin. O al menos eso esperaba.
Pero a medida que avanzaba el día, la carga que llevaba consigo parecía volverse más pesada. Había perdido el contacto con Rose y Albus, las dos personas que más le importaban en Hogwarts. Desde que todo empezó a complicarse, no había tenido el valor de enfrentarlos. Albus estaba distante y Rose... Rose se merecía algo mejor. Todo lo que había hecho para protegerlos los había alejado, y ahora caminaba solo, sin el apoyo de quienes más le importaban. Se suponía que debía proteger a los que amaba, pero en su intento por hacerlo, solo había logrado hacerlos a un lado.
¿En qué se estaba convirtiendo? ¿Por qué estaba tan lejos de la gente que lo apreciaba? Desde niño, Scorpius había sido tratado con desprecio. En Hogwarts, los comentarios, las miradas y los susurros siempre lo habían perseguido. Era como si jamás pudiera escapar de lo que su apellido representaba. A pesar de todos sus esfuerzos, nunca había logrado ganarse el respeto de los demás. Siempre lo miraban como "el hijo de Draco Malfoy", el hijo del mortífago. Juzgado por cosas que no había hecho, odiado por lo que nunca tuvo control. Y eso era lo que más le dolía: que nunca, por más que lo intentara, lograba cambiar la opinión del mundo sobre él. Y eso es lo que lo llevó a estar siempre solo, tal como se encontraba en ese momento.
Se dirigió al Gran Comedor para el desayuno, aunque no estaba seguro de poder comer. Se sentó y comenzó a hacerlo de manera mecánica, apenas registrando los sabores o las texturas. Su mente estaba en otro lugar.
Hasta que escuchó el comentario.
—¿Viste que Scorpius ya no está con Rose? Te dije que siempre fue una farsa. Esa gente no cambia, los Malfoy son todos iguales.
Scorpius se giró, buscando con la mirada al que había dicho eso. Pero el comedor estaba lleno, y el murmullo de las conversaciones hacía imposible identificar de dónde había venido el comentario.
Regresó la vista a su plato, pero su apetito se desvaneció por completo. Dejó los cubiertos a un lado mientras la furia comenzaba a arder en su interior. Todo le parecía cada vez más vacío, más inútil. La relación con Rose, que en un principio había sido un compromiso falso para limpiar el nombre de su familia, se había transformado en algo genuino, en algo real que jamás había planeado. Sin embargo, la gente seguía viéndolo como siempre: un Malfoy manipulador, que usaba a los demás para su propio beneficio. No importaba lo que hubiera cambiado, no eran capaces de verlo.
¿Por qué tenía que seguir soportando eso? Toda su vida lo habían etiquetado por su apellido. No importaba cuánto intentara, siempre lo veían como un reflejo de los pecados de su padre, de las decisiones de su familia. Jamás podría ser simplemente Scorpius, el chico que quería ser diferente. ¿Alguna vez tendría paz con quien era?
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Comprometido a amarte
Fanfiction''El amor es tan fuerte como la muerte y al mismo tiempo tan frágil como el cristal'' Scorpius Malfoy sufrió una gran pérdida en su pasado que lo dejaría marcado para siempre, resignado a nunca volver a amar decide darle utilidad a su existencia for...