Comprometido a amarte

Capítulo 1: El compromiso

"Sé que fuiste el abismo perfecto, porque no caí en ti por accidente, me lancé por propia voluntad'"

—Scorpius, cariño, baja a desayunar— gritó Astoria desde la cocina.

El joven rubio bajó pesadamente los escalones de madera y llegó al estrecho comedor, le dio un beso en la mejilla a su madre y se sentó donde ya estaba colocado un plato de comida para él.

— ¿Has empacado todo? — preguntó Astoria mientras se sentaba a su lado— Tu padre no tardará en venir por nosotros.

—Sí, ya tengo todo listo— contestó Malfoy — Me da gusto poder regresar a la mansión, este sitio no me trae buenos recuerdos.

Astoria miró a su hijo con tristeza. Terminaron de desayunar y de guardar todo su equipaje, salieron de la pequeña casa y esperaron hasta que Draco Malfoy llegó en un auto del ministerio para recoger a su familia.

El viaje fue largo, al llegar a la Mansión Malfoy el mayordomo se encargó del equipaje y los condujo hasta el salón principal. Scorpius no había estado en esa casa desde que tenía doce años, ahora tenía dieciséis, estaba por comenzar su sexto año en Hogwarts. Subió las escaleras y se dirigió a su antigua habitación, se encontraba tal y como la había dejado. Estaba dispuesto a darle una remodelación así que decidió volver al salón para pedirle consejo a su madre, mientras se acercaba al lugar pudo darse cuenta de que sus padres tenían una conversación muy seria, se quedó a escucharlos sin que se dieran cuenta.

—...Ya hice de todo, Astoria, incluso vivimos en esa casucha durante 4 años, nada los convence.

—No puede ser posible, incluso te hicieron tomar veritaserum... ¿Qué haremos ahora?

—Uno de los representantes del consejo está seguro de que la situación cambiaría si Scorpius se compromete con una chica muggle o tal vez con una mestiza— dijo Draco con dificultad.

— ¡¿Acaso estás loco?! Es nuestro hijo, no podríamos arruinar su vida de esa manera.

—Lo sé, es una idea absurda. Supongo que no nos queda de otra más que resignarnos, tenemos lo suficiente para vivir cómodamente por el resto de nuestras vidas. Nuestro hijo puede tener algunas dificultades en el futuro, pero tendrá que arreglárselas. —hablaba Draco, con tono derrotado—  Perder las relaciones de negocios solo porque esos incompetentes no confían en mi después de lo del Señor Tenebroso es ridículo... Discúlpame, Astoria.

—Descuida cariño, estaremos bien

—Yo puedo ayudar— intervino el joven rubio, mientras entraba al salón.

— ¿Scorpius, estabas espiando? —le dijo su padre, molesto.

—No lo niego— dijo con un tono un poco burlón— Solo debo comprometerme con una mestiza, ¿no? Tampoco es tan malo.

—Cielo, no tienes por qué hacer eso.

—De ese modo no tendremos que preocuparnos, y podremos cubrir los gastos de tu enfermedad, mamá.

—Tenemos el dinero para eso, Scorpius. — comentó Draco.

—Pero si lo hago también podré limpiar tu nombre, padre, la familia Malfoy no merece ser despreciada por el mundo mágico de esa manera.

—Scorpius...

—Yo también estoy harto de que me llamen ''Hijo de Voldemort'', ''Mortífago'', ''Sangre pura'' —dijo molesto el joven Malfoy. — De que me culpen de la muerte de-...

—Cálmate, hijo— lo interrumpió su madre.

—Si la solución es tan simple, sería estúpido no hacerlo. —agregó mirándola.