Capítulo 15: Sangre robada

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"Es tu amor lo que espero... Es mi amor de lo que huyes"

—Te lo preguntaré nuevamente... — dijo Rose en voz baja, pero notablemente irritada — ¿Qué estás haciendo tú aquí?

La pelirroja dirigió una mirada impaciente hacia la rubia que se había sentado en la misma mesa que ella. La niña no solo no estaba haciendo nada productivo, estaba quejándose y parecía hacer un berrinche, algo que estaba totalmente fuera de lugar dentro de la biblioteca.

—Te estoy hablando... ¿Cómo es que te llamabas? ¿Emerald?

—Emily— respondió la rubia, molesta.

—Como sea, Emily, ¿Qué quieres? Yo no te agrado, tú no me agradas y para variar estas interrumpiendo mis estudios.

—Es que extraño a Scorpius— dijo haciendo un puchero.

—Qué tontería... están en la misma casa, debes verlo diario.

—Creo que como soy su prima me ignora a propósito sabiendo que, aunque sea grosero, no puedo odiarlo.

—¿Y qué tengo que ver con eso? — le preguntó fríamente, aun no la perdonaba por la mentira que le había echado unos meses atrás.

—Pues... — se quedó un momento en silencio, mirándose los zapatos — aunque no me gustes... creo que si estoy contigo él me hablará de nuevo.

Rose suspiró, había olvidado que Emily era solo una niña pequeña encaprichada con su primo. Cerró el libro que estaba leyendo y la miró con un poco de lástima. Al ser una niña tan malcriada era normal que no tuviera muchos amigos.

—Solo dale su espacio, estoy segura de que te sigue queriendo, pero ahora está bastante ocupado con la escuela, además la situación de su madre lo tiene muy estresado.

—¡Ya sé! No soy tonta, yo entiendo todo eso.

—Bueno, entonces no tienes de qué preocuparte.

—¿Pero no te parece injusto que finja no tener un solo minuto libre pero que se la pase todo el tiempo con Zabini? Yo creo que solo es un mentiroso.

Rose trató de mantenerse serena, ya había superado la etapa en la que se sentía celosa de Zabini, eso había sido hace muchos años atrás. Ahora ella tenía más confianza en sí misma, y también era capaz de comprender que Zabini y Scorpius habían sido amigos desde pequeños, no tenía por qué dejarse afectar por los comentarios de una niña, la diferencia de edad era mucha, no podía permitirse reaccionar igual de infantil que ella.

—Estás exagerando— le dijo— creo que deberías ocuparte en otra cosa, ¿por qué no estudias para los exámenes o algo así?

—¿Me ves cara de perdedora? No pienso malgastar mi tiempo entre un montón de libros.

—Bien... pues has lo que quieras, yo me voy — recogió sus cosas, algo indignada, y se colgó la bolsa al hombro — solo me distraigo aquí.

Y sin hacer caso a las protestas de Emily se fue.

—Lo único que logra hacer esa niña es perturbarme, siempre es lo mismo... — dijo para sí misma mientras caminaba fuera de la biblioteca.

No quería dejarse llevar por los comentarios de una niña celosa, pero la verdad es que eso también le molestaba a ella. Los últimos días Scorpius se había comportado distante, apenas y se reunía con ella, no era como cuando empezaron a salir y parecía no tener ganas de alejarse ni un segundo. Solo se veían durante las pocas clases que compartían juntos. Él ya ni siquiera quería estudiar con ella, incluso llegó a pensar que la estaba evitando. Todo el tiempo había intentado ser paciente con él, trataba de demostrarle su apoyo y su confianza... pero parecía que él no ponía nada de su parte tampoco. No quería admitirlo, pero ya estaba harta.

Comprometido a amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora