Guardianes.

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⚊ AFTER: en mil pedazos. ‼️

Después de unas horas andando bajo la luz de la luna, el sol por fin había salido, alumbrando cada rincón de aquel bosque.

Demián, el hombre que había insistido ir conmigo, no había sido una mala compañía desde que salimos de Hilltop.

Hablo un par de veces, hasta que le rogue que hiciera silencio, que no llamara a atención.

Desde entonces, su boca se ha mantenido cerrada, atento a cualquier cosa y demás.

Mirábamos con atención el suelo, huellas se pintaban en el, demostrando que aquí, anteriormente había pasado alguien.

Daryl me había enseñado a rastrear, así que no era tan difícil para mi, por otro lado, al parecer, Demián aprendía sin siquiera una lección.

Él había sido el que nos había traído hasta aquí, mucho antes de que yo pudiera ver las huellas.

⚊Él paso por aquí. ⚊Demián aseguró⚊ Lo atraparon al parecer.

Vire un poco mi cuerpo, viendo como él me observaba con atención, esperando una mala reacción de mi parte por su ronca voz.

⚊Si. ⚊Murmure como la tierra en un punto se revolvía sin patrón⚊ Hubo un forcejeo.

Él asintió levemente ante mis palabras, dándome la razón, antes de ver como Perro llegaba a nosotros, desde la parte baja de aquel risco pequeño.

Él olía una de las tantas zonas que había ahí, hasta que ladro, dándome a entender que había encontrado algo.

Él movió con lentitud un palo, cuando enfoque mi vista, lo reconocí de inmediato.

⚊Buen chico. ⚊Lo felicite, antes de bajar el risco con ayuda de Demián⚊.

Me agache a la altura de Perro, no sólo para acariciarlo por su descubrimiento, si no que también para tomar la bara que le pertenecía a Henry.

⚊Aquel lado. ⚊Señale la dirección contraria a la que habíamos venido con la bara, al ver muchas más huellas ir hacia allá⚊.

Antes de que Demián pudiera decir algo, a unos cuantos metros de mi, los quejidos y pasos arrastrados se escuchaban.

Un par de caminantes caminaban hacia mi con lentitud.

De forma inconsciente, dirigí mi mirada a sus manos, buscando algún arma de defensa que pudiera lastimarme, pero un caminante no tenía una mano y el otro simplemente no se veía como un humano disfrazado.

Asentí para Demián, quien me miraba con preocupación.

Cuando le di la oportunidad de acabar con uno, él no tardó en sacar su cuchillo, ponerlo en posición y lanzarlo, al mismo tiempo en el que yo disparaba una flecha.

Él acabando con uno, yo con el otro.

Vire un poco mi rostro, para mirar su cara llena de orgullo, él estaba muy ocupado viendo a los dos cadáveres, sin darse por enterado de mi mirada.

Sin poder evitar pensar en otra cosa, me recordó a Daryl.

No por el parecido físico, si no por sus habilidades en pelea, anteriormente, había probado la ballesta, la cual, se notaba que él la sabía usar.

El cuchillo lo tiraba como si fuera su hobby favorito.

Y a puño cerrado era demasiado bueno.

Solo faltaba ver su habilidad entre mano a mano, para saber si era cien por ciento similar a Daryl.

AFTER: en mil pedazos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora