𝖲𝖾𝗇̃𝖺𝗅 𝖽𝖾 𝖺𝖽𝗏𝖾𝗋𝗍𝖾𝗇𝖼𝗂𝖺.

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AFTER: en mil pedazos. ‼️

La sonrisa de mi cara, no había desaparecido desde que tuve a Leah en mis brazos.

Después del susto que nos pegamos con Melissa y que todo aquel calentón que manteníamos, se bajara de golpe, corrimos enseguida a nuestra habitación, en busca de nuestra hija.

Ella dormía plácidamente en su cuna, un pequeño hilo de saliva resbalaba por su mejilla, ocasionando una pequeña risa de mi parte.

⚊"Es tan perfecta".

Daryl no tardó de deshacerse de su ropa, se cambio y no tardo mucho en tomarla en brazos con cuidado y llevarla hasta la cama, para dormir a su lado.

No me tomo mucho tiempo en cambiarme de ropa, para poder meterme entre las cobijas, con los dos amores de mi vida.

Daryl se había aferrado a su pequeño cuerpo, como si eso fuese lo único que necesitaba en la vida, para seguir respirando.

Escuchar como Daryl suspiraba y ver la linda escena que tenía ante mi, fue lo último que vi, antes de que cerrará los ojos y me adentrara a mis más deseosos sueños.

[ 💬 ]

Al despertar, seguía en la misma posición, pero mi niña tenía sus ojos abiertos y abría sus brazos de forma exageradamente perezosa, dándome a entender que ella también acababa de levantarse.

Me acerqué un poco más al cuerpo de Daryl, apoyando mi cabeza en su hombro.

⚊"Tenía que aprovechar el tiempo con mi esposo".

La pequeña mano de Leah busco mi rostro, acariciandola no de una forma muy agradable que digamos, pero, vamos, es una bebé, no sabe medir lo que es una caricia y un golpe.

⚊"Aún no entendía el concepto de "gentileza".

Tomé su mano con cuidado, apartándola de mi cara y dejando un beso leve sobre ella.

Me senté sobre la cama, tomando a la pequeña niña sobre mi brazos, dispuesta a dejar dormir un poco más a Daryl.

Me puse en pie, intentando no hacer mucho ruido, para luego salir de la habitación, dispuesta a darle su biberón a la pequeña Leah.

Baje las escaleras con cuidado, al estar abajo deje a Leah dentro su corralito con todos sus juguetes.

Mientras el agua hervía, Leah jugaba y Daryl dormía, me tomé el tiempo de ir hacia arriba, en busca de mi otra pequeña.

Toque la puerta de la habitación que ahora ocupaba Reichel, un par de veces antes de abrir y sonreír de forma leve.

Ella solo se encontraba acomodando su cama, al verme, una sonrisa enorme creció en su rostro, dejó lo que hacía y camino hacia mi para abrazarme.

—Buenos días, Ell. —Saludo—.

—Buenos días. —Sonreí—.

Ella, como ya lo saben, es una persona muy importante para mí, le dimos un hogar, por el momento, al menos hasta que ella quiera irse, así como Isaac y Melissa, quienes decidieron irse e independizarse.

A Reichel aún le cuesta dejarme, no me molestaba en realidad, tenerla junto a mi, era mucho mejor.

Con una sonrisa me aparte de su cuerpo y la miré con atención, tenerla a mi lado me hacía feliz, una vez pensé que se alejaría de mi, después de la muerte de Dereck, justo así como Enid, con la muerte de Carl, pero no, ella sigue aquí, mucho más unida a mi, de lo que ya era.

AFTER: en mil pedazos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora