Fuente de lágrimas

#11

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Jungkook llego a su casa, entro a su habitación, dejo sus maletas cerca del estante, se quito su saco y la corbata, desabrocho los botones de su camisa y se acostó boca arriba en la cama.

Suspiraba para relajarse, esto había sido demasiado, nunca pensó descubrir algo así, siempre penso que su padre no era alguien cariñoso, pero nunca se imaginó que fuese tan insensible.

Le había dolido todo eso, Jungkook nunca había hecho lo que él quería realmente, desde los 5 años comenzó a vivir sin amor de un padre, nunca recibió un abrazo en su cunpleaños, nunca su padre lo felicito por algo que había hecho.

Jungkook se esforzó al máximo para poder obtener una beca en la mejor universidad y lograr obtener las mejores calificaciones, puesto que quería ser un orgullo para su padre.

En ese tiempo de sus estudios, la empresa de su padre estaba sufriendo muchas pérdidas, y este no podía pagar la universidad de jungkook, por eso, este último se esforzó para estudiar con beca y ayudar a su padre en la empresa durante ese tiempo también.

Jungkook era graduado en Finanzas y Contabilidad, le gustaba? No, de hecho odiaba esa carrera, pero jungkook solo quería la aprobación de su padre, al ser un niño que creía que su anterior padre lo abandonó, se esforzaba para que su padre biológico no lo dejara, no lo abandonara, creció con miedos, así que aunque no le gustaba esa carrera, él aún así era el mejor de su clase, graduandose con honores y haciendo un excelente trabajo en la empresa de su padre.

Su vida marchaba bien, según él, hasta que conoció a cierta pelinegra, se enamoro, pero resultó ser que la chica se acercó a él solo para llevar a la quiebra a la empresa de su padre, estuvo a punto de lograrlo, pero jungkook descubrió la intensión de la chica y aun con el corazón rotó, logró enfrentarla y tomar el control de todo.

Despues de eso, nunca se volvió a enamorar, tenía sus aventuras de una noche pero nada más, no confiaba en nadie.

Siempre se dijo que ya no quería sufrir más por traiciones o abandonos, se mantuvo alejado de relaciones cercanas a personas, bueno; solo de cierto pelinegro que siempre se ha mantenido en contacto con él desde que lo conoció en la universidad.

Despues de pensar una y otra vez que hacer con su vida, se removió en su cama y lágrimas comenzaron a escaparse de sus ojos negro. __ Por que la vida es tan injusta conmigo? Que tanto fue lo malo que hice?__ se decía así mismo.

Y es que no entendía, no entendía porque tenía que sufrir tanto.

De repente escucho el teléfono de casa sonar. - - Hola-- dijo fingiendo estar bien, como siempre lo hacía.

-- Jungkook, quieres venir por unos tragos? -- dijo su amigo muy animado.

---- tragos? Yoongi, justo estaba pensado en eso, pareces brujo, siempre en el momento exacto--- dijo pensativo.

-- Soy brujo, entonces? Vienes a mi casa? no quiero salir-- dijo perezoso.

Jungkook sonrió al escuchar el bostezo de su amigo, amaba dormir.
- - me invitas tú, y encima tengo que ir a tu casa-- dijo fingiendo desagrado.

-- Jungkook, no seas perezoso, el único que le valgo que sea perezoso es mi mismo-- reía.

Jungkook tampoco evitó reía.
- - llegare en una media hora, tienes bebidas alcohólicas o llevo?-- pregunto.

-- Aquí hay, solo trae tu hermosa boca para beber-- dijo riendo.

-- Asco, cállate desgraciado, no vayas a salir con tus bromas raras-- decía riendo. - - Te veo pronto-- dijo eso último y colgó.