The Bad Batch: Realidad alterna

Empleos

Días después, los hermanos comenzaron a prepararse para sus nuevos empleos. La rutina de la familia Fett estaba por cambiar.

Wrecker, entusiasmado como siempre, ya estaba listo en la puerta. Había aceptado ser el guardaespaldas de Gigi y Jojo, un trabajo que probablemente le encantaría por la acción, pues parecía siempre meterse en situaciones divertidas o, a veces, caóticas.

—¡Estoy listo para pelear si es necesario! —exclamó, mientras se ponía unas gafas oscuras, sintiéndose importante—. Nadie se mete con Wrecker y sus chicas.

Tech, en cambio, estaba un poco más pensativo. Con su uniforme impecable, estaba a punto de comenzar su trabajo en la heladería con Sophie. Aunque parecía una tarea simple, Tech había tomado el trabajo con la misma seriedad con la que abordaba cualquier proyecto. Había estado estudiando las temperaturas ideales de las neveras, la fórmula de los sabores, y la eficiencia de las máquinas.

—Este empleo no solo es una oportunidad para conocer más sobre la ciencia detrás de los postres helados —comentó mientras ajustaba sus lentes—, sino que también representa un valioso ejercicio de interacción social.

Crosshair entró en la sala, con su típico gesto serio y una bolsa de lona al hombro. Había encontrado empleo en un supermercado local, organizando el inventario y vigilando el área de almacenamiento. Aunque no era su trabajo ideal, al menos le permitía mantener un perfil bajo mientras ganaba algo de dinero.

—No es lo mejor, pero al menos es mejor que estar rodeado de niños en una escuela —dijo con su habitual tono sarcástico, refiriéndose al trabajo de Echo.

Echo, con su uniforme de guardia listo, lo miró de reojo.

—No todos pueden manejar la responsabilidad de proteger un lugar lleno de estudiantes, Crosshair —replicó con una sonrisa irónica—. Alguien tiene que mantener a Omega y a los demás a salvo.

Hunter, por su parte, ajustaba su chaqueta de repartidor. Su nuevo trabajo consistía en entregar paquetes por toda la ciudad, y aunque no era su primera opción, le permitía estar en constante movimiento y mantener su mente ocupada. Además, sabía que la flexibilidad del trabajo le permitiría estar cerca de Omega si ella lo necesitaba.

—Voy a estar por toda la ciudad, así que si necesitan algo, ya saben dónde encontrarme —dijo, intentando sonar despreocupado mientras se colocaba su gorra.

Omega se había quedado un poco más atrás, observando a sus hermanos. Ahora que todos iban a trabajar, se sentía aliviada de no tener que ocultar más su situación. Echo se dirigía a su misma escuela, lo que le daba una sensación de seguridad extra, pero también sabía que no podría hacer nada sin que él se enterara. Ella aún estaba procesando todo lo que había ocurrido, pero estaba agradecida por el apoyo incondicional de sus hermanos.

—Vayan con cuidado —les dijo Omega mientras se despedía con una sonrisa—. Sé que todos van a hacerlo genial.

Los hermanos salieron cada uno en distintas direcciones, listos para enfrentar sus nuevos desafíos.

Aquella tarde, Robbie decidió quedarse en el departamento para cuidar de Omega y pasar tiempo con ella, sabiendo que sus hermanos estarían ocupados con sus nuevos trabajos. Echo se preparaba para salir, ajustándose el uniforme de guardia escolar cuando Robbie se acercó para despedirlo de una manera dulce y cariñosa.

—Ten un buen día en la escuela, guardián. —le dijo con una sonrisa juguetona, colocando una mano en su hombro y luego dándole un suave beso en los labios.

Echo sonrió, disfrutando de ese pequeño momento antes de irse.

—Gracias, Robb. Te veré más tarde —respondió, acariciando su mejilla.