Cap. ✶ 11, Final

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Suguru se removió en la cama y abrió los ojos confundido, frotando estos para acostumbrarse a la luz del cuarto. Cuando enfoco la vista se pudo dar cuenta que no estaba en casa, estaba en un hospital y el día estaba nublado. Su corazón comenzó a latir con rapidez y su mente se inundó de preocupaciones y preguntas de que mierda hacía en un hospital.

Observó a todos lados hasta encontrarse con unos ojos azules que conocía muy bien..

- ¿Qué sucedió?

Preguntó confundido y preocupado, con temor de que todo haya sido simplemente un sueño, de que nada hubiera pasado y de que Satoru aún fuera solamente su mejor amigo.

Satoru tomó aire antes de responder

- Mientras desayunábamos le pusiste por accidente nuez al yogurt y te dio alergia, te desmayaste y te tuve que traer al hospital, pero hoy mismo te dan de alta, cariño. Tranquilo.

<< Cariño. >>

El nudo en el estomago de Suguru se deshizo al escucharlo y su respiración volvió a la normalidad. Soltó una risa torpe para abrir sus brazos en dirección del contrario y abrazarlo con fuerza, besando sus labios tan delicadamente, con miedo de que en algún momento se fuese a romper.

- Dios, por un momento pensé que todo había sido un sueño.

Dijo el peli negro al romper el beso, sintiéndose más seguro al sentir los brazos del chico rodear su cuerpo. La calidez que emanaba su cuerpo era perfecta para hacerlo sentir mejor.

- Entiendo, soy muy guapo que parezco sacado de un sueño.- bromeó Satoru, y Suguru rió, empujando su hombro suavemente

- Eres un baboso.- se quejó, negando para rodar los ojos. 

A pesar de todo, Satoru era Satoru, no importa qué-

- Pero amas a este baboso.- contraatacó Satoru, alzando sus cejas divertido.

- Si, lo amo con todo mi corazón. Y nada ni nadie va a cambiar eso. 

Satoru agacho la mirada al escuchar esa oración y Suguru tuvo miedo de haber dicho de más, pero el miedo se fue cuando vio el tono rojizo en las mejillas de Satoru, entonces rompió en silencio con una carcajada.

- ¡Te hice sonrojar!.- señaló Suguru, entre risas, pellizcando las mejillas del contrario, haciendo que estas se tornaran aún más rojas.

- ¡Callate!

- Calláme.

Satoru no dudó ni una vez antes de tomarlo del cuello y besarlo con tanta necesidad que tuvo que separarse para tomar aire. Estaba seguro, seguro de que sabía que Suguru no se iría de su lado, nunca, que era suyo completamente al igual que su corazón.

Era un amor infinito, eran para siempre.

- ¿Entonces aceptas ser mi novio?


17 de Diciembre, 6 años después.


-Acepto.

- Satoru Gojo, aceptas a Suguru como tu esposo para amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe?

-Acepto.

Ambos no podían parar de sonreír, menos cuando sintieron el anillo dorado deslizándose por sus dedos, uniéndolos para siempre como esposo y...esposo.

Suguru observó los dedos huesudos de Satoru que ahora estaban adornados con su anillo de compromiso, y no pudo sonrojarse un poco ante la idea de que ahora era su esposo, no su novio, no su amigo, su esposo.

Era real, realmente se estaban casando después de tanto tiempo estando a su lado, después de tanto tiempo amándolo.

-Te amo, cariño.

Susurró Satoru antes de besar sus labios y fundirse en estos. Sus pechos se juntaron y la mano de Satoru apretó la cintura de Geto, apretandolo contra su pecho, sin dejarlo ir ni un segundo.

Je t'aime beaucoup plus, Toru.

Respondió después de cortar el beso.

Todo había empezado en La Esquina De La Calle Ocho, en una calle donde cada que pasaban se daban un beso, una calle donde muchas veces habían caminado borrachos, donde probablemente se habían sentado después de largos días, y era gracioso porque ahora ambos estaban en esa misma esquina, con dos trajes blancos y dos anillos.

Satoru se había graduado como médico y Suguru como Licenciado en Lengua Francesa.

 Habían días donde la vida era un infierno, donde parecía que todo era oscuridad y que jamás volverías a sonreír, pero también había otros días...días como estos, que todo era felicidad y amor, y estaba totalmente bien porque lo merecían y habían trabajado tanto por este momento.

Habían peleado, llorado, reído, y follado; para llegar hasta este momento, un momento que lo recordarían para siempre.

Y, al final, todo va a estar bien, y si no esta bien es porque aún no es el final.

Fin.


Nota de la autora.

POR FINNNN!

Llevo años queriendo acabar este pequeñito fan-fic que empece hace mucho tiempo y que sin duda ganó un lugar especial en mi corazón. Lamento si los asusté en el anterior capitulo, quería un poco de drama antes de cerrar con broche de oro.

Para que estén tranquilos yo no estoy interesada en escribir libros con finales tristes porque sé que muchos vienen aquí buscando consuelo y eso es exactamente lo que me gustaría ofrecerles. Palabras que curen corazones rotos :)

Sin decirles más, muchas gracias por haberme acompañado en este proceso largo pues varios meses no escribí capítulos pero aún así decidieron esperarme y gracias por eso.

Espero que lo hayan disfrutado! No esta de más decirles que estoy trabajando en un nuevo libro llamado "Con todo mi amor, Mariand" por si quieren leer algo nuevo, se los recomiendo muchísimo, es un enemies-to-lovers y va a haber mucho drama y amor, les prometo que este sí va a ser un poquito más largo y les juro que les va a encantar.

Los veo en el epilogo y en el extra, cuídense.

- Sofi.

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⏰ Última actualización: Sep 11 ⏰

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La Esquina de la Calle 8 • SatosuguDonde viven las historias. Descúbrelo ahora