Inseguridades en el Corazón de Draco

91 6 0
                                    


Draco caminaba por el pasillo de Hogwarts, con la mente ocupada en la próxima cita que tendría con Hermione esa tarde. Todo parecía ir bien entre ellos, y Draco se sentía afortunado de tener a alguien como Hermione a su lado. Pero al doblar una esquina, se detuvo de golpe.

Allí, en el patio del castillo, estaba Hermione conversando con Theodore Nott. Theo se inclinaba hacia ella, sonriendo, mientras Hermione reía de una manera que Draco no veía a menudo. Esa risa despreocupada, genuina, que iluminaba todo su rostro. Los dos parecían estar disfrutando de su conversación, conectados por algo que Draco no podía ver desde donde estaba.

Draco sintió un nudo en el estómago. Nunca había considerado a Theo una amenaza antes, pero verlos así, tan cómodos y felices, despertó un sentimiento de inseguridad que no podía ignorar. Theo siempre había sido inteligente, con un humor ácido que a muchos les caía bien, y ahora Draco se daba cuenta de lo mucho que tenía en común con Hermione. Ambos eran estudiosos, apasionados por la lectura, y, al parecer, podían pasar horas charlando sobre temas que Draco no entendía.

Draco se dio la vuelta antes de que lo vieran, intentando calmar su creciente inseguridad. Sin embargo, la imagen de Theo e Hermione riendo juntos se quedó grabada en su mente, como una marca imborrable.

Más tarde, durante la cena, Draco se sentó junto a Hermione, pero no pudo evitar mantener una expresión seria y distante.

—¿Estás bien? —preguntó Hermione, notando el cambio en él.

Draco apenas la miró. —Sí, claro. Solo estoy cansado, eso es todo.

Hermione frunció el ceño, sin creerle. —¿Es por algo que hice? Porque siento que estás molesto conmigo.

Draco suspiró, incapaz de ocultar lo que sentía. —Vi que estabas con Theo hoy... Y parecía que la pasaban muy bien juntos.

Hermione sonrió suavemente. —Sí, Theo es un buen amigo. Tuvimos una conversación interesante sobre runas antiguas. No sabía que eso te molestaría.

Draco sintió que su corazón se aceleraba. —No es que me moleste, solo... —miró hacia abajo, inseguro—. Es que parece que ustedes tienen muchas cosas en común.

Hermione lo observó por un momento, comprendiendo lo que él no se atrevía a decir. Se inclinó hacia él, tomando su mano.

—Draco, mírame —pidió suavemente.

Él levantó la mirada, encontrando sus ojos cálidos y sinceros.

—Solo te amo a ti —afirmó con firmeza—. Theo es un buen amigo, pero tú eres la persona con la que quiero estar. No tienes que sentirte inseguro por eso.

Draco sintió una oleada de alivio al escucharla. Sabía que Hermione era sincera, que ella nunca le mentiría sobre algo tan importante. Apretó su mano con fuerza, acercándose un poco más.

—Lo siento, sé que no debería sentirme así —murmuró Draco—. Solo que a veces me olvido de que realmente me eliges a mí.

Hermione sonrió y, sin soltar su mano, se inclinó y le dio un beso suave en los labios.

—Siempre te elegiré a ti, Draco —le aseguró—. Recuerda eso.

Draco la miró, dejando que el peso de sus inseguridades se disipara. Se sintió más afortunado que nunca de tener a Hermione a su lado y, prometió nunca volver a dudar de lo que había entre ellos.

Dramione one-shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora