capítulo 37

174 29 38
                                    

Winny estaba recostado en su cama, una tarde de sábado, completamente avergonzado por culpa de Satang.

— tu frase de chico malo fue demasiado adorable. — Satang pellizcó sus mejillas, recostado a su lado. — me lo dijiste todo sonrojado.

— Satang, deja de recordarlo. — pidió, sin recordar cuántas veces había dicho lo mismo. — fue algo del momento.

— lo dijiste porque sabías que pronto tendrías que irte, ¿no es así? — el más bajo pellizcó sus mejillas una vez más. — te estás colocando más rojo.

Winny alejó sus manos con cuidado, para voltearse y darle la espalda.

— ¿sabes qué? — cubrió su rostro con la sábana. — espero que encuentres a quién te abrace esta noche, porque yo no lo haré.

Satang rió, escondiéndose bajo la sábana junto a él, acomodándose casi encima suyo para hacerlo voltear. en cuanto quedaron de frente, el más bajo hizo un puchero.

— ¿cómo es eso de que no me abrazarás esta noche? — su novio lo miraba con una expresión muy seria. — no debes jugar con eso, Winny.

— tú estabas molestándome, así que no quiero dormir abrazándote esta noche. — contestó, con la misma seriedad. — pondré una almohada entre nosotros, para que respetes mi espacio.

Satang hizo un puchero, luciendo realmente apenado. — ¿no quieres dormir abrazados? — Winny negó. — bien, Thanawin. espero que tengas una buena noche durmiendo solo.

el más bajo se levantó de la cama, se colocó sus zapatillas, y salió de la habitación a pesar de que él insistió que solo era una broma.

— 📩 —

— tú empezaste a molestarlo, Tang. — suspiró su suegra. — Winny sólo te devolvió la broma.

Satang había pasado el resto de la tarde ayudando a su suegra con las labores de la casa, ignorando a Winny en el proceso. después de cenar, se recostó en la cama de ella a contarle lo que había sucedido, obteniendo risas de su parte, en lugar de oír que tenía la razón.

— yo me estaba riendo, él no. lo dijo muy en serio. — Satang se cruzó de brazos. — ¿puedo dormir aquí esta noche?

— claro, aunque yo no te abrazaré. — rió la mayor, al verlo hacer un puchero. — ve a exigirle a Winny un abrazo, estará completamente dispuesto a dártelo, Tang.

— no. — habló, acomodándose bajo las sábanas. — no dormiré con ese feo Winny pooh. lamento decirle que tendré que conseguirme otro novio, suegra. Winny será el formal, y el otro será el que me abrace para dormir.

la mujer rió con más ganas que antes. — eres todo un dramático, y Winny todo un orgulloso. — comentó, secando una lágrima que caía por su mejilla de tanto reír. — amas mucho a mi hijo como para mirar a otra persona.

— pero él no me ama de la misma forma, porque me dijo esas malas palabras. — se quejó Satang, sintiéndose triste. — yo no le quitaría mis abrazos, aunque él me molestara mucho.

— hijo. — su suegra acarició su cabello, atrayéndolo para un abrazo. — Winny realmente solo bromeaba, él te extraña mucho durante la semana. cuando desayunamos y le pregunto cómo durmió, me dice que descansa más cuando estás tú, porque al despertar para abrazarte ve la hora, y sabe cuánto ha estado durmiendo.

— debería acordarse de eso antes de decirme que no me abrazará. — Satang terminó haciendo otro puchero, porque quería decirle a Winny lo lindo que le parecía aquello que le dijo a su madre. — ni siquiera ha intentado hablarme.

— tú lo ignoraste cuando preguntó en qué podía ayudarte durante la cena. — le recordó la mujer.

— suegra, debe estar de mi lado. — murmuró.

— estoy de lado de no tener peleas bobas. — la mujer rió con suavidad. — por la mañana deberían intentar conversar, explícale cómo te sentiste con lo que te dijo. y tú, ponte en su lugar. — aconsejó. — las bromas dejan de ser divertidas cuando son demasiado repetitivas.

— 📩 —

Winny escuchaba la conversación desde la mitad del pasillo, gracias a que la puerta de la habitación de su madre estaba abierta.

Satang no soportaba las bromas cuando le eran devueltas.

— buenas noches. — se despidió Winny, entrando con aire despreocupado, agachándose para tomar a Satang entre sus brazos sin problemas. — gracias por hacerle compañía, mamá. descansa.

— suegra, dígale que me baje. — protestó el más bajo. — yo ya iba a dormir.

— buenas noches, Winny. — su madre agitó su mano en despedida. — buenas noches, Tang. hablaremos por la mañana.

Satang se cruzó de brazos en cuanto lo dejó en su lado de la cama, dándole la espalda de inmediato.

— amor, ¿me crees capaz de no abrazarte durante la noche, cuando sé lo importante que es para ti? — habló con calma, acariciándole el cabello.

— ¿por qué no se lo dices a la almohada que ibas a colocar para que cada uno durmiera en su espacio? — contestó, alejando su mano de él.

Winny suspiró, levantándose de la cama para volver con el peluche que le había comprado a Satang durante la semana. — para ti. — dijo, dejándolo frente a él.

el más bajo se sentó, mirándolo confundido. — ¿Winnie the pooh no tenía una polera roja?

— sí, pero se la cambié por una camiseta mía. — el oso de peluche amarillo era lo suficientemente grande como para ocupar una. — así podrás dormir abrazándome aunque no estemos juntos.

Satang acercó su rostro al peluche unos segundos. — huele a ti. — murmuró, abrazándolo. — pero no me abraza como lo harías tú.

Winny volvió a acariciar su cabello. — no pensé que te lastimaría lo que dije, Satang. amo dormir contigo, sin importar cuántas veces termines despertándome en la noche, porque puedo ver que la persona de quien me enamoré, está a mi lado.

el más bajo lo golpeó con el peluche, para volver a abrazarlo. — no me di cuenta que pude incomodarte con mis comentarios burlescos, me disculpo por eso.

— acepto tu disculpa. — Winny rodeó su cintura lentamente con su brazo, atrayéndolo a él. — ¿tú podrías disculpar al feo Winny pooh por sus malas palabras al decir que no dormirían juntos?

— nos estabas escuchando. — Satang se sonrojó, apretando al pobre oso. — te disculpo. lo siento por haber actuado de forma tan infantil.

— también fue mi error no haberte detenido para aclarar que estaba bromeando. — con suavidad, dejó un beso en la mejilla del otro.

— ¿en serio duermes bien conmigo? — le preguntó el más bajo, colocándole ojitos de tristeza.

— eres con quien quisiera poder despertar cada mañana. — aseguró, correspondiendo al emocionado beso del otro.

— gracias por el peluche, aunque tú eres mi único Winny pooh. — Satang dejó el peluche en la mesa de noche, antes de acomodarse encima suyo para besarlo. — pasamos muchas horas lejos.

— fueron tres. — rió el más alto. — y nos vimos todo el tiempo en la cocina.

— muchas horas lejos. — repitió Satang, volviendo a besarlo. — no vuelvas a decirme algo así de feo. para mí, dormir abrazados es algo que espero toda la semana.

Winny lo estrechó entre sus brazos, apegándolo completamente a él. — no volverá a suceder.

— gracias. — Satang suspiró, devolviéndole el abrazo, mientras acomodaba su cabeza en su pecho. — yo no haré más bromas, aunque fue verdad que estabas muy rojo cuando intentaste ser coqueto.

— Satang. — advirtió.

— abrazo. — murmuró el otro, preparándose para dormir después de besarlo en la mejilla.

Atentamente, S. | SatangWinnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora