capítulo 16

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Winny se dijo a si mismo que aquello era un sueño.

él definitivamente no estaba haciendo su presentación para la clase del día siguiente desde el computador de Satang.

no, eso no estaba pasando.

Winny se intentó convencer de que no estaba sentado en el escritorio de aquél curioso chico, escuchando desde el primer piso como su madre conversaba con Satang, y sus padres, mientras preparaban la cena.

no, nada de eso era real.

— voy a despertar en una habitación con acolchonadas paredes blancas. — murmuró, mientras se subía la presentación a su google drive.

pero no estaba alucinando. Winny realmente estaba en casa de Satang, trabajó en su habitación la última hora.

comenzó a mirar alrededor, las paredes estaban llenas de pósteres de bandas musicales, además de fotos de Satang con sus padres, y dos chicos, que suponía eran Ohm y Nanon.

también tenía una amplia colección de libros de ciencia ficción, que revisó en el momento preciso que Satang entraba a la habitación.

— ¿terminaste tu presentación? — le preguntó, bastante sonriente, como si realmente quisiera que estuviera ahí, invadiendo su espacio personal.

— sí, muchas gracias por prestarme tu computador. — Winny devolvió el libro que tomó al estante. — lo dejé tal cual estaba.

— no hay de qué. — Satang lo observaba desde el marco de la puerta. — la cena está lista. mi casi suegra dice que te gusta el arroz, así que, hicimos arroz.

— no llames así a mi mamá. — pidió, sonrojado, abandonando la habitación.

— la llamo por lo que es, — canturreó Satang, caminando tras él. — tu madre es mi casi suegra, y tú eres mi casi novio.

— Satang, ¿qué te dijimos? — lo regañó la madre de él. — estás intimidando al niño.

— mamá, no lo estoy intimidando. — Satang lo miró, como si estuviera pidiéndole ayuda.

— no me intimida, pero me asusta. — lo acusó Winny.

— ¿te asustó tanto, que por eso los encontré abrazados cuando te fui a buscar? — su progenitora lo traicionó, una vez más.

— gracias por defenderme, casi suegra. — Satang la abrazó, y su madre le devolvió el abrazo.

perfecto, solo faltaba que Gemini entrara en la ecuación, y el resultado sería un desastre para su estabilidad mental.

definitivamente despertaría en un psiquiátrico, ¿o estaba muerto y esto era su purgatorio?

— vamos a comer. — habló el padre de Satang, a su favor.

conversaron sobre su día. para sorpresa de Winny, los padres de Satang estaban bastante bien informados sobre él, ¿habría sido su madre o Satang quien los actualizó?

— ¿te gustó el ramo, Winny? — le preguntó de pronto la madre de Satang. — yo le sugerí liliums.

— y yo rosas, porque son un clásico romántico. — habló el padre.

eso explicaba porqué Satang eligió una combinación de ambas flores.

— me gustaron mucho las flores, — sonrió Winny, ayudando a levantar los platos de la mesa. — fue un gran detalle por parte de Satang.

— ¿cuándo será el día en que digas que soy yo quien te gusta mucho? — Satang se le quedó viendo desde la mesa, apoyando su mejilla en su mano.

Winny rodó los ojos. — el día en que seas una flor. — tras pedir permiso, entró a la cocina, y junto a su madre lavaron lo utilizado durante la cena.

— muchas gracias por la comida. — su madre se despidió de abrazo de ambos mayores. — la próxima reunión tendrá que ser en mi casa.

— adiós, profesor Winny. — Satang aprovechó el momento para despedirse con un abrazo también.

— adiós, Satang. — Winny le devolvió el abrazo, se despidió de los padres del mayor, y les agradeció por la deliciosa comida.

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— ¿algo que me quieras compartir, que no pudieras decir durante la cena con tus futuros suegros? — le preguntó su madre mientras conducía hacia su casa.

— a Gemini lo mordió una de sus alumnas en el brazo, dos veces. — contestó, mirando a través de la ventana.

su madre se rió. — son personas bastante agradables, ¿no lo crees, hijo?

— lo son, el ambiente se sintió familiar. — asintió, volteando a verla. — mamá, ¿cómo sabes cuando alguien te gusta?

— creo que preguntarte eso es la primera señal de que alguien te gusta. — su madre en lugar de burlarse, o molestarlo, actuó comprensiva.

— me gusta Satang, mamá. — aceptó por fin. — pero no sé cómo decírselo.

— de la misma manera en que me lo estás diciendo a mí. — su mamá estacionó el auto fuera de la casa. — no es tan complicado como uno piensa, hijo.

— Satang fue muy directo conmigo, honesto con sus sentimientos, no puedo hacer menos que eso. — Winny se hundió en el asiento. — no quiero hacer menos. — se corrigió.

— hablo en serio cuando te digo que no es tan diferente, — su madre tomó su mano. — así como fluyeron los sentimientos, fluirán las palabras.

— que filosófica, mamá. — rodó los ojos.

— Winny, si Satang realmente te gusta, no tendrás dificultades para confesarle lo que sientes. puedes manejar un curso de cuarenta niños, ¿pero no esto?

— Satang vale por cuarenta niños. — murmuró.

— y así te gusta, no intentes buscarle explicación, ni lógica, hijo. — le pellizcó una mejilla. — no todo lo tiene.

— 📩 —

Satang estudió mientras llegaba la hora en que llamaría a Winny. puntual como siempre, marcó su número.

— buenas noches, Satang. — Winny le contestó al tercer tono. — acabo de entrar a la cama.

— hola, Winny, ¿llegaron bien a casa? — la pregunta la sintió tonta, si Winny ya estaba acostado, significaba que llegó bien.

— sí, llegamos bien. — confirmó Winny. — mi mamá probablemente está durmiendo, pero me comentó que le agradan tus padres.

— eso es genial. — Satang quería saltar en la cama de la felicidad. — pronto serán consuegras, deben llevarse bien.

— esa es la señal para irme a dormir. — Winny bostezó. — gracias por no actuar tan curiosito conmigo hoy.

— gracias a ti por besarme en la mejilla. — Satang nunca soltaría aquello. — quisiera besarte de vuelta.

— ten dulces sueños. — el otro parecía estar por colgar la llamada.

— espera, — pidió rápidamente. — ¿podrías leer una de las notas?

— claro, — tras unos minutos de silencio, volvió a hablarle. — "quisiera sentirme triste más seguido, para que me cures con tus abrazos. atentamente, S."

— mantengo mi pensamiento. — rió Satang, podía apostar a que Winny estaría sonrojado.

— sí, eres muy curiosito. — Winny también rió. — si quieres puedo golpearte más seguido, para que tengas un motivo por el cual sufrir.

— me gusta que te proyectes conmigo, Winny. aunque sea en esas circunstancias. 

ese comentario hizo que Winny riera más, para luego darle las buenas noches.

Satang se durmió feliz, porque sentía cada vez más posible que Winny le correspondiera.

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Atentamente, S. | SatangWinnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora