Después de arrazar con toda mi comida, Chuck se fue disculpándose por tener tareas pendientes.
Al lugar entró Jeff.
– Hola, Alexandra, ¿como te sientes?-
– Esa comida me cambió la vida- le sonreí provocandole una ligera risa.
Sí, me había puesto de muy buen humor.
Se acercó a mí, con una hoja donde tenía algo escrito, pero, ya no me sentía tan pequeña, ahora tenía la fuerza suficiente para atacar si algo se salía de control.
– ¿Dolor en el cuerpo?- negué – ¿Dolor de cabeza?-
– Un poco, pero solo cuando le presto atención- revisó sus anotaciones.
– Debe ser por tu herida en la nuca, parecía un golpe, uno tan fuerte que te hizo sangrar aunque no necesitaste puntadas. ¿Debilidad?- negué nuevamente – ¿Aún te duele el pómulo?-
– ¿Qué?- pregunté.
– Tienes un pequeño moretón en tu mejilla izquierda, estaba algo hinchada cuando llegaste, pero ya bajó- explicó mirándome.
Llevé mi mano hacia mí pómulo, justo donde miraba, y me presioné levemente.
El dolor me hizo cerrar los ojos, era soportable, pero cuando lo hice me pude ver a mi misma, en mi mente, cayendo de una hamaca hacia el suelo sobre mi cara, ese recuerdo me puso tan nerviosa que abrí los ojos al instante.
– Duele cuando lo toco. Debí caerme cuando me desmayé- mentí preocupada, como si él haya visto lo que había pasado por mi mente.
– No fue así. Alby me dijo que te desmayaste pero Newt te atrapó antes de que fueras a dar contra la piedra que esta al rededor de la caja. Un golpe más en la cabeza hubiera complicado las cosas- me quedé callada, pero sentí un raro calor subir a mi rostro, haciéndome agachar la cabeza para que mi cabello me cubriera.
– Ah- dije por lo bajo.
– Ahora, tomaré tu pulso- se sentó en la camilla y me estiró el brazo.
Puso dos dedos de su mano sobre el interior de mi muñeca, y en la otra miraba atento un reloj.
– De acuerdo, todo está en orden, por la noche te cambiaré la gasa para poder limpiar tu herida, si tienes alguna molestia me lo dices a mí, traeré medicina para tu dolor de cabeza-
Era atento, y concentrado, decía y hacia las cosas con tanta seguridad que podría decirme que iba a morir en los próximos cinco sengundos y yo lo creería. No era nada comparado con el Jardín, sabíamos como hacer las cosas, pero no sabíamos dar un diagnóstico, todo era a base de especulaciones algunas algo exageradas.
Me quedé sentada, en la camilla, y el lugar era tan aburrido que me estaba desesperando. En su mano me extendió una pastilla blanca circular, dudosa la miré.
"La tomaré, igual si me mata tal vez no sea doloroso"
La tomé, me ofreció agua para poder tragar el medicamento que no tenía sabor alguno, y agradecí por eso.
– ¿Ya estoy lo suficientemente sana como para salir, Jeff?- pregunté con emoción en mi interior.
Tenía muchas preguntas que tal parece solo dos personas me podían responder, y una curiosidad de ver el lugar estaba creciendo en mi pecho.
– Lo estás, pero no lo recomendaría-
– ¿Qué? ¿Por qué no?- le cuestioné desilusionada.
– Allá afuera hay unos 60 larchos que desde que literalmente tienen memoria, no habían visto a una sola chica... no creo que sea lo mejor- curveó las cejas.
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"𝑩𝒆𝒂𝒖𝒕𝒊𝒇𝒖𝒍 𝑩𝒐𝒚" 𝑴𝒂𝒛𝒆 𝑹𝒖𝒏𝒏𝒆𝒓 (𝐶𝑜𝑟𝑟𝑒𝑟 𝑜 𝑚𝑜𝑟𝑖𝑟)
Science FictionDespués de completar su primer mes en el Laberinto (C), Alexandra despierta de uno de sus tantos sueños confusos, pero esta vez parece que la pesadilla se repite, volviendo a subir en aquella caja. Todo es igual pero diferente a su vez... y la balan...