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Newt

Estaba tratando de pensar en cualquier otra cosa pero en mi mente solo corría el recuerdo de ayer anoche en la fogata.
No se que me había pasado, quería besarla, quería hacerlo en verdad, pero el simple hecho que ella estuviera bajo los efectos del alcohol me lo impedía.

"Eso es mejor para ti, mañana no me acordaré de esto" esas palabras, yo no quería besarla si después lo iba a olvidar, yo quería que lo recordara, siempre.

Me acobardé, y puedo admitir que en ese momento se me bloqueo la mente. La única chica del área quería besarme, a mí... ¿Por qué a mí?

– Hey, ¿Vas a ayudarme con esto o te quedarás ahí viendo a la nada?- Zart me sacó de mis pensamientos, haciéndome sacudir a la cabeza para reaccionar.

– Perdón- murmuré quitando algunos tomates que ya estaban listos para ser cocinados.

La mayoría del tiempo le ayudaba a Zart con el manejo de las tierras, aunque realmente Alby y yo no teníamos un trabajo fijo, le echábamos una mano a quien lo necesitara.

Era un segundón, como ella dice, y la verdad es que era un trabajo muy diferente, estar a cargo o llevar el control de todo, desde otros trabajos hasta intentar encontrar una salida, era bastante abrumador.
Tampoco podía quejarme mucho, mi estúpido pie me impedía volver a mi vieja vida... aunque realmente no la extrañaba para nada.

– Estás distraído, ¿que pasó?- me pregunta suspirando, pues ya me había perdido nuevamente en mis pensamientos.

– No dormí muy bien- respondí negando con la cabeza, volviendo por segunda vez a mis actividades.

– Oye, esa chica si que esta loca, ¿no?- apuntó con la cabeza.

Alexandra iba caminando con una alegría que no entendía.
Tenía unos cambios de humor que aún me eran difíciles de descrifrar.

– ¿Por qué lo dices?-

– Bueno, resulta que existen otros laberintos de los cuales no teníamos ni la menor idea, casi te mata, le partió la cara a Gally dos veces, intentó escapar y ahora quiere convertirse en corredora... no confío en ella- solté una corta risa.

– Relájate shank, no es como si se vaya a despertar un día decidida a matarnos a todos- me miró obvio – Somos más de cuarenta, y ella es solo una... sí bien no sé porqué tiene esa extraña curiosidad, pero no es mala- eso último lo dije más para mi mismo.

– Hmm... es cierto, si quisiera hacernos algo ya lo hubiera hecho, ¿no?- asentí pero luego abrió los ojos con susto – ¿Qué tal si la enviaron para observarnos y estudiarnos?- gritó en un susurro.

Me quedé pensando pero la idea fue errónea en mi cabeza. Yo confiaba en ella, ¿por qué? no sé, pero estaba seguro que lo que me había dicho cuando llegó, era solo la verdad.
Y era ilógico, los que habían creado esto y nos habían puesto aquí, dentro de un Laberinto sin aparente salida, rodeados de penitentes dispuestos a matarnos, no mandarían a una chica para acabar con nosotros así sin más... si ellos la habían enviado, no era esa su misión.

– ¿Le tienes tanto miedo?- pregunté burlón, ganandome una mala mirada – los escarabajos nos han observado por tres años, te lo recuerdo-

Tres años aquí... se sentía como toda una vida, y tenía razones, nadie se acordaba de una vida antes de esta. Incluso podría decir que agradecía haber sido de los primeros en subir por esa caja, no podía imaginarme a los novatos, sentir que tu vida comenzó hace a penas un par de días.

El día transcurrió con normalidad. Realmente todos estaban de aquí para allá, manteniéndose ocupados con sus tareas, y en este momento era la hora de comer.

"𝑩𝒆𝒂𝒖𝒕𝒊𝒇𝒖𝒍 𝑩𝒐𝒚" 𝑴𝒂𝒛𝒆 𝑹𝒖𝒏𝒏𝒆𝒓 (𝐶𝑜𝑟𝑟𝑒𝑟 𝑜 𝑚𝑜𝑟𝑖𝑟)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora