Después de la visita guiada subimos al edificio, al último piso, me mostró donde estaba su habitación, la de Newt y Minho y por fin entramos a la mía. No era grande, o lujosa, pero tenía una cama, un par de cómodas, una lámpara, y una ventana junto a la cama donde se podía observar gran parte del lugar.
– Esta es tu habitación, aquí vas a dormir. Si alguno de esos larchos te molesta por eso quiero que me lo digas- se dispuso a salir pero lo detuve preguntando.
– ¿Molestarme?-
– Ninguno tiene una habitación, y menos una cama, todos duermen afuera pues realmente no hace mucho frío por las noches y casi nunca llueve pero todos quisieran tener las... comodidades que tienes- sin esperar algo más salió de la habitación.
En el marco de la puerta estaba recargado Newt, con los brazos cruzados y una sonrisa.
– ¿No estas molesto porque te quité tu cuarto?- le pregunté jugueteando mientras me acercaba un poco.
– Para nada, me tranquiliza saber que nadie saldrá herido por las noches... el único problema es que Minho ronca como una bestia- solté una risita bastante tonta para salir de mí.
Con su cabeza hizo una seña, mire el piso, y junto a mi cama habían apiladas unas cuantas cajas.
– ¿Qué es todo esto?- me acerqué con una curiosidad enorme.
– Parece que eres bastante consentida. Te mandaron ropa, tu propio jabón, zapatos y otras cosas de niñas que no sé qué son- se acercó lentamente, cojeando un poco.
Alcé las cejas, no mentía, aquí habían artículos de higiene, ropa, y algunas cosas aparentemente especiales para mí.
No me hacía sentir bien, al contrario, la rabia me invadía al pensar lo bien preparada que me habían mandado.– Qué imbéciles- solté en un suspiro, negando con la cabeza.
A veces aun llegaban las ganas de llorar, de pensar que todo esto era mentira, o un mal sueño, y todos esos sentimientos estaban saliendo a través de mis manos temblorosas que apretaban fuertemente la ropa en mis manos.
– Alexandra... tranquila, ya estas aquí y por el momento estas bien así. ¿Por qué no te das un baño antes de que comience tu bienvenida?- sugirió logrando traer calma en mí.
– ¿De qué va esa tal fogata?- pregunté sentándome en el colchón.
Me lo imaginaba más blando, pero en realidad era rígido.
Dio unos cuantos pasos más, imitando mi acción pero guardando distancia de mi cuerpo.– Nos hace sentir vivos, hacemos juegos, una brochetas en el fuego, los chicos que tocan y golpean cualquier cosa para crear música. Es divertido- asentí.
Bueno, eso no sonaba tan mal.
Nos quedamos callados, y giré mi cabeza hacia él, atrapandolo mientras me veía también. Le sonreí calmada, y me dio una ligera sonrisa que a penas se notaba pero sus ojos me expresaban mucho más.
"En verdad es lindo" pensé.
"Calmada, no empieces con alguna cosa de esas"– ¿Aún te duele?- preguntó mirando mi mano que ahora estaba vendada.
– La verdad no mucho, solo arde cuando la presiono- respondí mirándola.
Resopló un poco divertido – Estás loca, Alexandra- no pude evitar sonreír como si de un halago se tratara – sabes... creí que serías diferente-
– ¿Yo? ¿Por qué?- le cuestioné con peculiaridad.
– No lo sé, no recuerdo como eran las chicas o si alguna vez conocí a alguna- río un poco – pero me las imaginaba diferentes-
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"𝑩𝒆𝒂𝒖𝒕𝒊𝒇𝒖𝒍 𝑩𝒐𝒚" 𝑴𝒂𝒛𝒆 𝑹𝒖𝒏𝒏𝒆𝒓 (𝐶𝑜𝑟𝑟𝑒𝑟 𝑜 𝑚𝑜𝑟𝑖𝑟)
Science FictionDespués de completar su primer mes en el Laberinto (C), Alexandra despierta de uno de sus tantos sueños confusos, pero esta vez parece que la pesadilla se repite, volviendo a subir en aquella caja. Todo es igual pero diferente a su vez... y la balan...